Propuesta de un modelo de sendero para analizar algunos efectos percibidos a causa de la COVID-19 en la actividad productiva/Proposal of a path model to analyze some perceived effects caused by COVID-19 on productive activity/Proposta de um modelo de analise de trilha para estudar alguns efeitos percebidos causados pelo COVID-19 na atividade produtiva. - Vol. 37 Núm. 158, Enero 2021 - Estudios Gerenciales - Libros y Revistas - VLEX 869432567

Propuesta de un modelo de sendero para analizar algunos efectos percibidos a causa de la COVID-19 en la actividad productiva/Proposal of a path model to analyze some perceived effects caused by COVID-19 on productive activity/Proposta de um modelo de analise de trilha para estudar alguns efeitos percebidos causados pelo COVID-19 na atividade produtiva.

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  1. Introducción

    A final del año 2019, en Wuhan, capital de la provincia de Hubei en China Central, una típica ciudad en expansión y un próspero centro de actividad comercial e industrial, se descubrió un nuevo coronavirus que causa un síndrome respiratorio agudo severo: el SARS-CoV-2, coloquialmente denominado COVID-19, como se le denominará de aquí en adelante (Sharma, Leung, Kingshott, Davcik y Cardinali, 2020).

    Si bien se podría pensar que esta pandemia no tiene precedentes, en realidad presenta analogías históricas con las principales crisis de salud, como la epidemia de H1N1 en el año 2009, el SARS en 2003, la influenza asiática H5N1, la gripe asiática de 1957, la influenza en 1918 (gripe española), el cólera, el tifus, la viruela, el sarampión, la tuberculosis, etc. (Arthi y Parman, 2021; Boissay y Rungcharoenkitkul, 2020). Sin embargo, esta pandemia se ha destacado por la ralentización de la economía mundial, producto de las medidas de contención y la globalización de las economías.

    De acuerdo con indicadores internacionales (Worldmeters, 2021), este coronavirus ha causado hasta el momento en que se redactó este trabajo 103.401.878 contagios y 2.234.716 fallecimientos. Los daños económicos derivados de las restricciones diseñadas para combatir la propagación de la COVID-19 han tenido impactos generalizados en todo el mundo sobre los presupuestos de las empresas, de los gobiernos y, por supuesto, de los hogares (Reed, Gonzalez y Johnson, 2020).

    Las estimaciones más optimistas de crecimiento económico mundial prevén una disminución de al menos el 1%; pronóstico menos alentador para países en desarrollo (Comisión Económica para América Latina y el Caribe [CEPAL], 2020a). En México, a septiembre del 2020 se pronosticaba una caída del 8% del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre de ese año. Por su parte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) solo estimó para el año 2021 un rango de crecimiento de la economía de 3,6 a 5,6% aproximadamente (Sánchez, 2020).

    De manera particular, con relación al empleo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2020a) realizó una encuesta telefónica sobre la COVID-19 y su impacto en el mercado laboral. Los resultados de esta encuesta señalan que el 21,8% de la población ocupada mayor de 18 años, que participó en la encuesta por disponer de un teléfono, reportó la suspensión total o parcial de sus actividades laborales como producto de la pandemia. Este porcentaje representa, de acuerdo con las cifras de población en México, cerca de 7,2 millones de personas económicamente activas. INEGI (2020a) estima, en función de los resultados de la encuesta citada, que cerca del 23% de las personas que perdieron su trabajo no podrán recuperarlo.

    Chiatchoua, Lozano y Macías-Durán (2020) realizaron un estudio de los principales indicadores de la economía en México con relación a la pandemia y pronosticaron que el desempleo permanecería en un 38%, con una tendencia al incremento, y una inflación que se acercaría a un valor de 3,5 a finales del 2020.

    En cuanto a las empresas, INEGI (2020b) reportó que el 59,6% de las empresas en México realizaron un paro técnico o cierre temporal que afectó de manera considerable la actividad productiva. El golpe más fuerte ha sido para los sectores industriales; por ejemplo, el sector de manufactura se redujo en un 10,9% en el primer cuatrimestre del año 2020; el cuero y el calzado, en un 29,5%; y el equipo de transporte, en un 26,9%. Sin embargo, fue el turismo el sector más golpeado, pues disminuyó un 44% a nivel mundial (CEPAL, 2020a).

    Con respecto a la economía en el estado de Tabasco, Rosales (2020) aseguró, a finales del primer trimestre del año 2020, que su economía era una de las más vulnerables ante la COVID-19. Esta afirmación en una etapa temprana de la pandemia puso en evidencia la vulnerabilidad de este estado, el cual, durante el mes de noviembre, sufrió severas inundaciones que agravaron los efectos económicos en la economía local a causa de la pandemia. La Cámara Nacional de Comercio (CANACO) reportó, a finales del 2020, el cierre de 1677 mipymes en el estado de Tabasco, y se estima que las pérdidas económicas ascendieron a más de mil millones de pesos (Osorio, 2020).

    Ante este panorama tan desalentador, se requiere enfrentar de manera informada los diferentes retos y desafíos en la etapa de rehabilitación económica. De acuerdo con Qian y Fan (2020), los estudios que presenten hallazgos sobre quién experimenta la pérdida de ingresos ayudarán a identificar las poblaciones más vulnerables económicamente, para contribuir así a las intervenciones de recuperación pospandémica.

    Por su parte, el World Economic Forum (2016) señala que la pérdida de ingresos está relacionada con las desventajas estructurales preexistentes que se manifiestan a través del logro educativo, el estado económico familiar, el sector laboral y la vulnerabilidad social. Las personas con un mayor nivel educativo o capacidades tecnológicas pueden tener una mayor estabilidad laboral y empleabilidad, lo que les permite ser más competitivas. Es probable que el riesgo de pérdida de ingresos sea menor para las personas de familias con mayor poder adquisitivo, porque pueden tener varios medios y redes sociales extendidas para amortiguar los choques financieros provocados por esta crisis (Qian y Fan, 2020).

    Es por ello que la recuperación del sentir de los ciudadanos a través de diversas encuestas ha sido una estrategia importante para los diagnósticos que se están realizando en diversos países (Monterey County, 2020; Ontario Ministry of Finance, 2020; San Benito County Administration, 2020). Se prevé que esta información servirá como un mejor indicador para la toma de decisiones estratégicas y el diseño de programas de apoyo en la etapa de recuperación económica regional.

    De manera particular, los estudios de Câmara, Pinto, Silva y Gerhard (2020) destacan la vulnerabilidad de ciertos grupos sociales, pues su estudio concluye que una serie de factores demográficos, sociales y económicos locales pueden agravar los impactos de la crisis económica que ha generado la pandemia, y es aquí que se requiere el desarrollo de medidas específicas para minimizar los efectos económicos que esta conlleva.

    El objetivo de la investigación fue desarrollar un modelo de sendero o trayectoria, para determinar los efectos percibidos de algunos de los factores económicos que explican las afectaciones de la actividad productiva y el empleo formal e informal, y que deben ser considerados en el desarrollo de propuestas en la etapa de recuperación económica. Los factores considerados fueron la percepción de las competencias necesarias para enfrentar la recuperación económica en la etapa posterior a la pandemia, los requerimientos de formación que se perciben como necesarios para ser competitivos, si se cuenta con la infraestructura y capital humano necesarios para dicha etapa, y la vulnerabilidad social y económica de las comunidades de origen de los participantes.

    Se propone un modelo teórico de sendero basado en la literatura publicada hasta el momento sobre estos factores (Allam, 2020; Bonaglia, Nieto-Parra y Vázquez-Zamora, 2020; Câmara et al., 2020; Carnevale y Hatak, 2020; CEPAL, 2020b; Deloitte, 2020; L ai, 2 017; Mora-Cortez y Johnston, 2020; Pagés et al., 2020; Pan American Health Organization y World Health Organization [PAHO-WHO], 2020; Venkatesh y Bala, 2008; World Bank Group, 2020; World Economic For um, 2 016) (figura 1).

    A partir del análisis de la literatura y el modelo teórico propuesto, se establecen como hipótesis respecto a las relaciones directas los siguientes postulados:

    * H1: las competencias para enfrentar la recuperación económica pos-COVID-19 se relacionan positivamente con (H1.1) los requerimientos de formación para la competitividad, (H1.2) con la percepción de infraestructura y capital humano existente y (H1.3) con las afectaciones a la actividad productiva y al empleo formal e informal.

    * H2: los requerimientos de formación para la competitividad presentan una relación positiva con (H2.1) la percepción de infraestructura y capital humano existente, (H2.2) con las afectaciones a la actividad productiva y al empleo formal e informal y (H2.3) con la vulnerabilidad social y económica.

    * H3: la percepción de la infraestructura y capital humano existente se relaciona de forma positiva con (H3.1) la vulnerabilidad social y económica y (H3.2), de forma negativa, con las afectaciones a la actividad productiva y al empleo formal e informal.

    * H4: la vulnerabilidad social y económica tiene una relación directa positiva con las afectaciones a la actividad productiva y al empleo formal e informal.

    La literatura que se ha generado con relación a las afectaciones del empleo por COVID-19 se ha centrado en datos macroeconómicos, sin tomar en consideración el desarrollo regional, el cual requiere de un diagnóstico contextualizado a las necesidades de cada localidad. En este sentido, desarrollar un modelo que retome los factores considerados esenciales en la recuperación económica permitirá determinar con mayor precisión las necesidades locales de cada región, de acuerdo con el grado de afectaciones económicas y su contexto.

    Es fundamental minimizar los efectos de la pandemia por COVID-19 mediante la adopción de planes estratégicos de emergencia que consideren perspectivas distintas, pues los problemas rara vez responden a una única solución. Asimismo, es importante tener en cuenta que las propuestas ofrecidas para solucionar el problema implican necesariamente una nueva comprensión del tema (Câmara et al., 2020).

    Si bien la investigación se limita a la comprobación de las hipótesis propuestas con respecto al modelo de relación en el contexto geográfico que se realizó, esta genera conocimiento que brinda sustento a los elementos que deben ser priorizados para recibir apoyo en la etapa de recuperación económica.

    El trabajo de investigación expuesto en este...

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