Las tecnologías de la información y de la comunicación: hacia el control de la gestión y la contabilidad
| Autor | Vicente René Encalada-Encarnación/Otilia Maximina Encarnación-Merchán |
| Páginas | 141-178 |
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Capítulo 3
Las tecnologías de la información
yde la comunicación:
hacia el control de la gestión
y la contabilidad
Al finalizar de leer y analizar este capítulo, comprenderá:
• El papel que cumple las tecnologías de la información y
de la comunicación (TIC) frente a la pandemia de covid-19.
• Una perspectiva práctica sobre las prácticas laborales del
teletrabajo.
• Cómo se articula el sistema de control de gestión con los
principios básicos de la administración.
• La importancia de la ISO 31000:2018 en la práctica de ges-
tión de riesgos.
• La clasificación de riesgos y sus factores predominantes.
• Cómo ha evolucionado la contabilidad por doble partida.
• Quiénes son los responsables de la información financiera
y la toma de decisiones.
• Cuál es la diferencia entre la contabilidad gerencial y la
contabilidad financiera.
CONTENIDO
La gerencia y la emp resa
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Resumen del capítulo
Las tecnologías de la información y de la comunicación
() desempeñan un papel preponderante en las cien-
cias sociales, en la política, en el medioambiente, en lo
legal y en los sistemas organizacionales y empresariales
de todas las latitudes, a la vez, aportan a mejorar pro-
cesos que sirven para reducir espacio, tiempo y dinero.
También se las utiliza como instrumento de defensa mi-
litar para proteger la soberanía de un Estado de derecho,
al mismo tiempo que para generar mayor desarrollo en
ciencia y tecnología. De ahí su importancia no solo en
el contexto empresarial, sino también aca démico, in-
vestigativo y cientíco. Estas herramientas han trans-
formado la forma de laborar y gestionar recursos de
manera adecuada, que se estila a l conjunto de tecnología
proporcionada por las tecnologías de información, las
telecomunicaciones y la tecnología audiovisual; cubren
desarrollos relacionados con la informática, el internet,
el teléfono, los medios de comunicación, las aplicacio-
nes multimedia y la realidad virtual (). Porta otra
parte, vale señalar que las han permitido mejorar
la gestión contable y nanciera de las organizaciones
a partir de la aplicación de los softwares contables y
de los principios básicos de la contabilidad, tomando
como punto de referencia el sistema de doble partida
perfeccionado con el mejoramiento continuo de las nor-
mas contables internacionales. Por tanto, al hablar de
dirección de las mipymes, es pertinente que se estudie
y analice la contabilidad de gestión, debido a que es el
CONTENIDO
Las tecnologí as de la información yde la comu nicación
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primer eslabón de la administración de empresas. La
contabilidad de gestión es el instrumento rector para la
adecuada toma de decisiones, es decir, la gerencia valora
la posibilidad de mejorar la gestión, negociar los acuer-
dos de inversión, o estudiar los sistemas de nancia-
miento, mientras la contabilidad nanciera se centra en
plasmar información para usuarios interesados y entes
de control público. Así pues, la contabilidad de gestión
y la contabilidad nanciera contribuyen a la dirección
de entidades, reconocimiento, valoración, registro y
divulgación razonable de la información nanciera.
3.1. La tecnología y el teletrabajo
La tecnología i ntenta dar respuesta a las necesidades del
ser humano, que sirve para mejorar la calidad de vida.
Incluye conocimientos tecno-cientícos desarrollados
a lo largo del tiempo y que se utiliza de manera lógica y
organizada por circuitos sistémicos o en forma de anillo
para sostener la máxima capacidad de la información,
esto es, un proceso combinado de ciencia, pensamiento
y acción con la nalidad de explorar el planeta y acercar
el mundo a través de las redes.
Para Moya Padilla y Brito (2000), la tecnología
debe ser entendida como forma de organización so-
cial integrada en sociosistemas, a su vez, más amplios
e interdependientes. No obstante, el propio cambio y
progreso tecnológico, así como las imágenes que ree-
jan tal evolución, nos hacen coincidir también con el
criterio de Acevedo-Díaz (1996), quien plantea:
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