Vicisitudes históricas e ideológicas y constitución política - Primera Parte. Historia de los derechos del pueblo Romano (Historia Romani populi iurum) - Historia del Derecho romano - Libros y Revistas - VLEX 947593282

Vicisitudes históricas e ideológicas y constitución política

AutorFabio Espitia Garzón
Páginas39-147
Sumario: Premisa. i. Asentamiento en Italia y el Lacio. ii. Monarquía latino
sabina (753-6i6 a.c.). iii. Monarquía etrusca (616-509 a.c.). rv. República
patricia y lucha de clases (509-367 a.c.). - Administración del centro de la
península. v. República patricio plebeya (367-27 a.c.). A. Asentamiento
(367-264 a.c.). I. De la hegemonía sobre el Lacio a la hegemonía sobre la
península. 2. Equiparación de los órdenes y formación de una nueva
nobleza. - Administración de la península. B. Apogeo (264-133 a.c.). I. De
la hegemonía sobre Italia a la hegemonía en el Mediterráneo. 2. El
“equilibrio” republicano. - Administración de las provincias. C. Crisis y
caída (133-27 a.c.).I. De la hegemonía en el Mediterráneo a la
consolidación del Imperio. 2. La insuficiencia del esquema republicano. -
Administración de Italia, reinos y provincias. vi. Principado (27 a.a-285
d.c.). A. Octavio Augusto: la pax romana y el “principado republicano” (27
a.c.-i4 d.c.). - Administración de provincias y reinos. B. De Tiberio a
Alejandro severo: vicisitudes del ejercicio del poder y desarrollo del
esquema dinástico (14-235 d.c.). - Administración de provincias, reinos,
municipios y colonias. C. De Maximino a carino: la crisis (235-285 d.c.).
vii. Dominado (285-476/565 d.c.). A. Diocleciano y la última tentativa
pagana de consolidación del poder (285-312 d.c.). - Administración del
Imperio. B. De Constantino a Teodosio i: asentamiento del cristianismo y
consolidación del poder (312-395 d.c.). - Administración del Imperio. C. De
Honorio a Rómulo Augusto: erosión y caída del Imperio de Occidente (395-
476 d.c.). - Administración del Imperio. D. De Arcadio a Justiniano: pasión
cristiana y absolutismo en el Imperio de Oriente (395-565 d.c.). -
Administración del Imperio.
P R E M I S A
Si hubiera una nación de dioses,
éstos se gobernarían democráticamente;
pero un gobierno tan perfecto,
no es adecuado para los hombres.
JEA N JA CQ U E S ROU S S E A U
Luego del asentamiento de las tribus originarias en el Lacio, que llevó a la
fundación de la ciudad (753 a.c.), inició un período en el cual el poder
político residía en forma visible en un monarca, creado más que elegido,
pues en ese proceso intervenían, en primer lugar, la divinidad, que
expresaba los augurios favorables, luego el órgano senatorial, que se
encargaba de escoger un candidato, y finalmente el pueblo, que confirmaba
al candidato.
Los siete reyes que pueden ser identificados -Rómulo, Numa Pompilio,
T ulio Hostilio, Anco Marcio, Tarquino “Prisco”, servio Tulio y Tarquino
“el Soberbio”- fueron supremos jefes militares, y encargados de administrar
las cosas divinas y humanas -las primeras en cuanto intérpretes de la
voluntad de los dioses, las segundas como gestores de los botines de guerra
y recaudadores de tributos-.
A partir de la expulsión del último rey (509 a.c.), motivada por una
revuelta aristocrática senatorial, dio inicio la República, en la que la gran
mayoría de atribuciones del monarca fueron transferidas a magistrados
sometidos a colegialidad -no obstante que la figura regia y, con ella, sus
funciones religiosas se mantuvieron-.
No obstante, a los deseos de hegemonía aristocrática se opuso pronto el
movimiento revolucionario plebeyo, que incidió en la estructura de la
constitución, en particular por la creación del tribuno de la plebe,
enfrentado a magistraturas, senado y comicios.
El afirmado “equilibrio republicano” entre senado, comicios y
magistraturas, que se fue produciendo desde fines del siglo iii a.c., causado
fundamentalmente por el deterioro del papel revolucionario del tribuno, fue
a su vez resultando incompatible con la expansión imperial, que exigía cada
vez más una forma concentrada de gobierno, lo que condujo a la crisis de
ese modelo y su posterior caída.
Se identifica el inicio del principado hacia el año 27 a.c., cuando Octavio
Augusto empezó a concentrar atribuciones y se concibieron órganos
paralelos a los del antiguo esquema republicano, pues si bien se
mantuvieron las figuras del Senado e inicialmente los comicios, era el
príncipe -el primero de los ciudadanos- el destinado por los dioses a regir el
Imperio.
El respeto, cada vez menos real de los viejos cauces institucionales
republicanos, condujo a que luego de las dinastías de los Julio Claudios -
Augusto, Tiberio, calígula, claudio y Nerón- (27 a.c.-68 d.c.), Flavios -
vespasiano, Tito y Domiciano- (68-96 d.c.), Antoninos -Nerva, Trajano,
Adriano, Antonino “Pío”, Marco Aurelio y cómodo- (97-196 d.c.) y
Severos -septimio, caracalla, Macrino, HeliogÁbalo y Alejandro- (197-235
d.c.), se produjera media centuria de guerras civiles.
Los permanentes conflictos internos y la insistente presión de los grupos
germanos que amenazaban los confines del Imperio a finales del siglo iii
d.c., hicieron necesario concebir una autoridad fuerte, centralizada y
sagrada, de corte helénico, en la que el emperador ya no era simplemente
favorecido de los dioses, sino que participaba de la esencia divina.
Se ha llamado “dominado” a este período que transcurre desde el
emperador Diocleciano (285 d.c.), tiene importantes referentes en

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR