La violencia en el conflicto armado colombiano durante los años noventa - Núm. 1, Enero 2001 - Revista Opera - Libros y Revistas - VLEX 844583115

La violencia en el conflicto armado colombiano durante los años noventa

AutorCamilo Echandía Castilla
CargoProfesor de la Universidad Externado de Colombia, Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales
Páginas229-245
229
ORDEN PÚBLICO
la violencia en el conflicto
armado durante los años 90
camilo echandía castilla*
* Profesor de la Universidad Externado de Colombia, Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales.
1. INTRODUCCIÓN
Al cumplirse los primeros diez años de la
Constitución de 1991, que tuvo como
objetivo fundamental hallar los mecanis-
mos para que el Estado alcanzara la paz,
es necesario analizar las transformaciones
experimentadas por el conflicto interno
durante estos años, que hacen que nues-
tro país esté aún lejos de lograr el fin de la
guerra. Por consiguiente este artículo no
se propone hacer un balance del efecto de
la carta de 1991 en el proceso de violen-
cia, sino más bien destacar algunos facto-
res que han surgido durante estos últimos
años y que dificultan la transformación de
nuestra penosa realidad.
El primero y más importante de es-
tos factores, es que la insurgencia colom-
biana ha encontrado en la autonomía
municipal y regional, medianamente im-
plementada en el pasado y ampliada por
la nueva Constitución, un factor favora-
ble a sus propósitos como organización
armada. En efecto, a partir de los años
ochenta, la guerrilla comenzó a variar su
condición de organización rural con in-
fluencia exclusiva en zonas periféricas, lo-
grando con el paso del tiempo consolidar
su influencia en amplias zonas del territo-
rio nacional, para lo cual orientó muchas
de sus acciones a conquistar el poder lo-
cal. Con la carta de 1991, que da sustento
fiscal a la autonomía local y abre un am-
plio espacio a la descentralización, la gue-
rrilla identifica plenamente el municipio
como un renovado centro de gravedad
determinante de la vida regional y de su
efectividad en la consolidación de su in-
fluencia. Los alzados en armas, en este
contexto, interfieren los procesos de elec-
ción de los gobernantes locales, determi-
nando incluso a quienes deben favorecer
los nombramientos, los contratos, las in-
versiones físicas y los programas sociales.
Las presiones de los grupos armados
encaminadas a incrementar su influencia
en la esfera local, se manifiestan en un cre-
ciente número de asesinatos, secuestros y
amenazas que recaen en dirigentes políti-
cos, funcionarios del Estado y civiles en
general. Las acciones de los guerreros in-
volucran cada vez más a los civiles, en una
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ORDEN PÚBLICO
dinámica en la que el desplazamiento es
constante, pues las respuestas de los acto-
res para mantener su influencia en las zo-
nas consideradas estratégicas, se centran
en la población.
La geografía de la violencia en el país,
que expresa con claridad la situación des-
crita, por otra parte coincide con recien-
tes estudios que llaman la atención sobre
la existencia de un patrón espacial y tem-
poral de difusión y contagio de los homi-
cidios, determinado por el accionar
sistemático de actores organizados que
promueven la violencia. Lo anterior se
define bajo el término de “difusión
contagiosa”
1
según el cual la presencia de
estructuras que recurren a la violencia ge-
nera una dinámica que por un lado, afec-
ta tanto a miembros de grupos rivales
como a no miembros y por el otro, po-
tencia una espiral de acciones violentas que
se concentran en zonas específicas de la
geografía y posteriormente se extienden
hacia áreas contiguas tendiendo a persis-
tir por algún tiempo.
En definitiva, ante la existencia en el
país de una evidente subestimación de la
violencia entendida como recurso de los
protagonistas del conflicto interno, este
artículo se ocupará de destacar este aspec-
to sobresaliente del conflicto armado co-
lombiano durante los años noventa,
mostrando su carácter estratégico y la ele-
vada concentración geográfica de los ase-
sinatos selectivos y las masacres de civi-
les en estrecha relación con los actores
armados que compiten por lograr el do-
minio sobre el territorio, los recursos y
las poblaciones.
2. LA VIOLENCIA COMO RECURSO
ESTRATÉGICO EN EL CONFLICTO
ARMADO
Pese a la enorme magnitud que alcanza la
violencia en los conflictos internos, éste
ha sido un tema marginal en los estudios
que en general se ocupan de las causas de
los conflictos, la terminación de las gue-
rras civiles, las consecuencias políticas y
sociales de los conflictos, en los factores
determinantes del éxito o fracaso de los
alzados en armas, y en las motivaciones
individuales y grupales que sustentan la
rebelión. Los pocos estudios sobre esta
materia han encontrado como caracterís-
tica común, que un número significativo
de personas y de comunidades escapan a
la violencia en que se sumen los escena-
rios del conflicto; la violencia frontal no
es un fenómeno generalizado y son muy
pocos individuos los que producen las
muertes
2
.
En Colombia, país reconocido por su
muy elevada tasa de homicidio, la violen-
cia producida en el conflicto interno ha
1.Cohen, J. y Tita, G., 1999. “Diffusion in Homicide”, en Journal of Quantitative Criminalogy, Vol 15. No.4.
2. Kalyvas, S., 2001, “La violencia en Medio de la Guerra Civil. Esbozo de una Teoría”, en Análisis Político,
No.42, Iepri - Universidad Nacional, Bogotá.

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