Virtualidad comunista y comunismo del Capital: la nueva economía de plataformas en el contexto (microfísico) del capitalismo neoliberal
| Autor | Iván Darío Ávila Gaitán |
| Páginas | 51-79 |
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Virtualidad comunista y comunismo
del Capital: la nueva economía de
plataformas en el contexto (microfísico)
del capitalismo neoliberal*
I D Á G
Universidad Nacional de Colombia
Universidad de San Buenaventura
* Para citar este capítulo: http://dx.doi.org/./.
La alianza de un volver-a-juntar s in
con-junto, sin organización, s in partido,
sin nación, sin Esta do, sin propiedad
(el “comunismo” que denominaremos
más adelante la nu eva Internacional).
Ahora bien, este gesto de delidad a
cierto espírit u del marxismo es una
responsabilidad qu e incumbe en
principio, ciert amente, a cualquiera.
La nueva Internaciona l, que apenas
merece el nombre de comunidad ,
pertenece sólo al anonimato.
Jacques Derrida,
Espectros de Marx
P del comunismo, una vez más, parece cuando menos
anacrónico en tiempos neoliberales. No obstante, a continuación se argumenta
que una adecuada comprensión del capitalismo contemporáneo, y en particu-
lar de la nueva economía de plataformas, conlleva reconsiderar la cuestión
neoliberalismo en colombia
comunista a través de los lentes de la microfísica de las fuerzas sociales. A lo
largo del primer apartado se confronta la idea de que el capitalismo constituye
el único destino posible, mostrando que, contrario a lo que se piensa, uno de
sus motores fundamentales siempre han sido fuerzas sociales de carácter no
capitalista. Al “realismo capitalista” se le opone, pues, un realismo de las fuer-
zas, que bebe directamente de la perspectiva marxiana orientada a concebir al
comunismo no de modo ideal, utópico, sino como movimiento real. En virtud
del juego de fuerzas, el capitalismo ha reaccionado con su propia versión del
socialismo y del comunismo (socialismo y comunismo del Capital). El comu-
nismo del Capital, evidenciado en la neoliberal economía de plataformas,
constituiría así más que un mero envoltorio ideológico. El segundo apartado
indaga por las características generales de este nuevo tipo de economía, pero
destaca cómo los principales análisis, aunque importantes, han obviado la
dimensión propiamente microfísica. Teniendo en cuenta ese vacío, el tercer
apartado tiene la nalidad de esbozar lo que sería un nuevo campo de investi-
gación y práctica política, ya no enfocado sólo en los actores y dispositivos que
componen la economía de plataformas, sino en el conjunto de fuerzas imper-
sonales que les dan vida y contribuyen a remodelarlas continuamente.
Como el socialismo fracas ó, hay que intentar el comunismo
Es sabido que Hayek () rehabilita parcialmente el argumento smithiano
de la “mano invisible” a partir de lo que llamó, retomando a Mises, catalaxia,
a saber, el hecho de que el mercado, dejado a su suerte, es capaz de regular los
precios y los intercambios. Para Hayek, se trataba de una realidad objetiva,
con precisión matemática, lo cual se oponía en principio, punto por punto,
a la planicación soviética de la economía. Ahora bien, Oskar Lange ()
le responde a Hayek de un modo que puede dejarnos perplejos: si la cata-
laxia funciona con precisión matemática, ¿por qué no reemplazarla por una
sosticada computadora? La “no-planicación” computacional sería tanto
la realización absoluta del sueño hayekiano como su destrucción, pues
muestra que la espontaneidad cataláctica no se opone al control, en este
caso cibernético, sino que constituye su más probable realización. Lange es
una de esas encubiertas anomalías de la Guerra Fría que, siendo socialista,
no reiteraba críticamente la teoría del valor trabajo clásica (a la manera de
Marx), sino que aceptaba algunos de los principales elementos de la neoclá-
sica teoría de los precios. Lange explicita, queriéndolo o no, aquello que para
muchos explica el prejo neo- en el concepto de neoliberalismo: el hecho de
que la “mano invisible” necesite ser construida con precisión matemática,
pero sin dejar de ser invisible. Regulación sin regulación, Estado sin Estado,
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