Yuyanapaq, para recordar: importancia e impacto de la muestra del archivo fotográfico de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) en el Perú - Los casos de Brasil, Ecuador, Guatemala y Perú - Paz, reconciliación y justicia transicional. En Colombia y América Latina - Libros y Revistas - VLEX 851097468

Yuyanapaq, para recordar: importancia e impacto de la muestra del archivo fotográfico de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) en el Perú

AutorTania Revollar Ridoutt
Cargo del AutorComunicadora para el desarrollo y antropóloga. Investigadora especialista en comunicación social, educación, interculturalidad y género
Páginas65-88
Yuyanapaq, para recordar
: importancia e impacto
de la muestra del archivo fotográfico de la Comisión
de la Verdad y Reconciliación (cvr) en el Perú
Tania revolla r ridou TT*
Reconciliación significa poder volver
a mirarnos a los ojos nuevamente.
Cosmovisión ashaninka en Tubino, 2015
.
Yuyanapaq, para recordar es el nombre de un trabajo que formó parte
de las acciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (cvr) en
el Perú. La iniciativa, que tuvo la imagen fotográfica como principal
herramienta y documento, constó de una publicación impresa, una
exposición y un banco de imágenes, y repercutió de manera signi-
ficativa en la forma en que la población peruana recibió el Informe
final de la cvr, y en cómo los peruanos entendimos y reconstruimos
la historia del conflicto armado interno que tuvo lugar entre los años
1980 y 2000 en nuestro país.
Durante el conflicto armado interno, hubo en el Perú matices de
desinformación e incluso de indiferencia con respecto a las poblacio-
nes más afectadas durante los años de violencia, que fueron, sobre todo,
rurales, indígenas y las asentadas en los lugares más alejados de la ca-
pital. Hasta el momento de la inauguración de la muestra Yuyanapaq,
* Comunicadora para el desarrollo y antropóloga. Investigadora especialista en comunicación
social, educación, interculturalidad y género.
para recordar, en agosto de 2003, muchos peruanos y peruanas, pero
sobre todo muchos limeños, no conocíamos la dimensión del terror
vivido en otros lugares del país durante esos años. En muchos casos,
habíamos recibido información tergiversada por los medios de co-
municación, dependiendo de sus propios intereses y en la medida en
que hubieran sido comprados por los poderes políticos (Mohanna,
comunicación personal, 23 de febrero de 2016). Por otro lado, se había
optado por borrar u olvidar el terror que sabíamos estaba ocurriendo,
ya que éramos, y quizás seguimos siendo, una población traumati-
zada, víctima de ese conflicto. En tal contexto, Yuyanapaq apareció
como una propuesta alternativa para contar la historia, a partir de la
investigación y dentro del marco de seriedad y compromiso de la cvr:
es claro que el Perú rural, andino y selvático, quechua y asháninka,
campesino, pobre y con escasa instrucción formal se desangró durante
años sin que el resto del país sintiera y asumiera como propia la ver-
dadera dimensión de la tragedia de ese “pueblo ajeno dentro del Perú”.
(Comisión de la Verdad y Reconciliación, 2003a, p. 124)
En el discurso de inauguración de la muestra fotográfica Yuya-
napaq, Salomón Lerner Febres, presidente de la cvr, reflexionó sobre
las fotografías y el significado que ocupan en la reconstrucción de
nuestro pasado. Asimismo, llamó la atención sobre cómo a través
de estos documentos es posible remover la memoria y despertar la
conciencia de una sociedad. Al respecto, dijo:
[Las fotografías] son, pues, una dilatación del tiempo, un pasado que se
impone en nuestro presente para llamarnos la atención y, por qué no,
para despertarnos. […] Decir despertar no es una forma desacertada de
designar el servicio que la Comisión de la Verdad pretende rendir a la
sociedad peruana. Queremos removerla e inquietarla para que abra los
ojos y comience a reconocerse a sí misma en los hechos que le tenemos
que contar. […] Por lo pronto, esta exposición constituye ya un gran
retrato que oponemos al rostro indiferente de nuestro país para que
se encuentre duplicado en él. Las fotografías que aquí hemos reunido
—rostros de pesar, cuerpos y espíritus martirizados, imágenes de abuso
y humillación— no son en absoluto retratos de otros, seres ajenos de
los que cabe compadecerse por unos minutos antes de seguir nuestro
camino. Ellos, en su diversidad, o precisamente debido a ella, expresan
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