Capítulo 1. Del proceso constituyente
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Capítulo 1
Del proceso constituyente1
de la coyuntura social y política de Colombia durante los años ochenta,
de la fragilidad institucional y del grado de violencia llevado a su más
estudiantes universitarios lideraron un sentir común y ciudadano de
necesidad de cambio social e institucional que exigía reformar la
Constitución de 1886, considerada por muchos como obsoleta y, (iii)
interior de la Corte Suprema de Justicia para avalar la Convocatoria
a una Asamblea Nacional Constituyente.
El Estado de derecho2, a diferencia del Estado absoluto3, se erige
alrededor del principio de legalidad. De hecho, tiene la ilusión de
1
el proceso constit uyente” del Grupo de I nvestigaciones Jurídica s de la Facultad de
Derecho de la Universida d de Medellín, en donde el autor pa rticipó como investiga dor.
Ra tio Iuris de la
Universidad Autónoma Lat inoamericana e n el año 2013. Véase John
constituyente colombia no en 1990. En: Ratio Juris, vol., 8, no. 17, 2013, p. 47-71.
2 Estado es Esta do-nación, moderno y de derecho. Con e sa nominación se hace alusión
a la institución pol ítica que tiene lugar en el proceso hist órico de los siglos XV y XVII
en el que la fuerza se c oncentra de manera exclusiva y legítim a sobre un espacio físico
y que espera del apar ato burocrático i nstitucional su defensa , su promoción y su respeto.
, Bern. Historia universa l del Estado: desde la sociedad pre -estatal hasta el
Estado de la socied ad industrial. Bogotá: I báñez–Universidad Nacional , 2007. 555 p.
3Por Estado absoluto se en tiende un partic ular momento del de sarrollo político
internacionale s o por las nuevas exigencias de la so ciedad. Se caracteriza por la
superior que no re conoce otra autorid ad ni en el plano internac ional, ni en el plano
John Fernando Restrepo Tamayo20
hacer coincidir la legitimidad con la legalidad. Es evidente que son
dos instituciones distintas y, en muchos casos, contradictorias. La
legalidad tiene su nicho histórico en el positivismo liberal clásico4. Un
de manera expresa y formal qué está permitido y qué está prohibido.
sus límites, todo lo que se haga por fuera de ella acarrea una vía de
garantía de protección de los derechos e intereses individuales frente
al poder exorbitante del Estado. Los liberales morales5 sospechan de
la legitimidad porque en ella puede contenerse un interés mayoritario
amañado y peligroso frente a los intereses del individuo. Consideran la
legitimidad como una expresión más emotiva que racional. En su sentir,
dominio público, que obligan a todos por igual. El deber del Estado
es asegurarse de que tales normas no sean transgredidas.
muy claro que una reforma constitucional en Colombia solo podía
1957. La reforma constitucional quedaba anclada a un acto legislativo.
En el sentido liberal-legalista, toda iniciativa de reforma, por fuera del
establecido y, por ende, inexequible. Esa suerte corrieron los proyectos
de de López Michelsen y de Turbay Ayala.
de la política, y repre senta la unidad políti ca, una unidad supe rior y neutral resp ecto
” Nicola. Organización del poder y
libertad: historia del constit ucionalismo moderno. Madrid: Trotta, 1998, p. 29.
4 Para ente nder de qué manera el liber alismo puede ser descrit o como un instru mento
de protección y de gara ntía de las libertades e senciales mínimas civi les, políticas y
públicas del individuo f rente al poder concentrado d el Estado se recomienda:
, Luigi. La de mocracia a través de los derec hos. Madrid: Trotta, 2014.
5 Utilizamos el tér mino liberales morales para ha cer referencia a la manera en que
liberales de la ta lla de John Rawls y Ronald Dworki n se enfrentan a la t radición libera l
bueno” a aquello que satisfaga
esa dirección mayor itaria que puede llega r a ser absoluta y puede comprome ter
sistemáticament e los intereses constit ucionales válidos de las minor ías. Al respecto
se recomienda ver , John. Liberalismo polít ico. Barcelona: Crítica, 2003. Así
como , Ronald. Los d erechos en serio. Barcelona: Ariel, 1995.
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