Capítulo 1. Revisión bibliográfica, marco conceptual y metodología de investigación - Cuerpo femenino en transición. La construcción desde el discurso jurídico - estudios de casos - Libros y Revistas - VLEX 951517536

Capítulo 1. Revisión bibliográfica, marco conceptual y metodología de investigación

AutorAna Milena Coral-Díaz
Páginas19-121
Capítulo 1
Revisión bibliográfica, marco conceptual y
metodología de investigación
El cuerpo es como la tierra. Es una tierra en sí mismo y es tan vulnerable al
exceso de edificaciones como cualquier paisaje, pues también está dividido en
parcelas, aislado, sembrado de minas y privado de su poder.
Clarissa Pinkola Estés
Este capítulo está dedicado a mostrar una revisión bibliográfica,
especialmente del feminismo y su conceptualización en torno al cuerpo
femenino construido en los discursos dualistas. Asimismo, se propone
investigar la crítica feminista del derecho internacional y la justicia
transicional en relación con la falta de reconocimiento del discurso jurídico
de la experiencia femenina del daño. Finalmente se remite a la relación
entre el cuerpo construido desde el dualismo ligado a la experiencia
biológica en la que se ha representado a las mujeres y el reconocimiento de
los daños en el discurso jurídico de justicia transicional. Esta conexión
pretende ser un aporte propio que intenta mostrar cómo la construcción del
cuerpo femenino en el discurso jurídico ha marginado la experiencia del
cuerpo vivido de las mujeres.
1.1. La construcción del cuerpo femenino desde una
perspectiva feminista
El discurso feminista es emancipador (Montero García-Celay, 2008), busca
deslegitimar la desigualdad profundamente arraigada en las culturas
patriarcales. Es un conjunto heterogéneo de ideologías1, movimientos
políticos, económicos y culturales que tienen como objetivo la igualdad de
derechos entre hombres y mujeres. El feminismo además es pluralista, y por
eso no existe un feminismo único, sino varias perspectivas que intentan
cuestionar las bases de un trato injusto que se fundamenta en una visión
patriarcal de la sociedad2; por lo tanto, el feminismo no es una corriente
cerrada, más bien, está en constante movimiento de acuerdo a la época y
lugar; no pretende una visión única de las cosas, simplemente se ocupa de
ofrecer una perspectiva más amplia e incluyente en la cual se cuestiona
todas las estructuras e ideologías que han mantenido al hombre como el
centro de la experiencia humana (Facio y Fries, 1999). En términos de
Mary Nash (2004), el feminismo es un término capaz de englobar, desde
principios del siglo XX, distintas expresiones de resistencia y de lucha por
los derechos de las mujeres.
Buena parte de la teoría feminista ha intentado mostrar que algunos
discursos y tradiciones de pensamiento han representado, en relación con
los hombres, inferiores a las mujeres. Una de dichas tradiciones es el
dualismo filosófico estructurado por pensadores como Descartes y Platón,
en relación con la experiencia femenina limitada a la corporalidad, en la
división cuerpo/mente. Según esta perspectiva, las mujeres experimentan
una existencia eminentemente corporal —y por lo tanto inferior— dado que
su experiencia vital gira en torno a los asuntos del cuerpo, condicionado por
leyes causales que corresponden al mundo de la naturaleza y las pasiones.
Cuestiones como la sexualidad, la reproducción y la crianza, que pertenecen
al ámbito privado de los seres humanos, se asumen como exclusivamente
femeninas en contraposición a la experiencia de los hombres, que se
encuentra en el ámbito de la razón, las ideas, el discurso y el
reconocimiento, y que tiene su expresión en la esfera de lo público3
(Arendt, 1998).
A continuación se presenta un recorrido inicial por el pensamiento
dualista de Occidente, que se articula con las ideas que el feminismo busca
deconstruir en relación con los sistemas de dominación, y la representación
de las mujeres como inferiores en lo relacionado con su experiencia
corporal. Seguido de esto, se describen las principales corrientes feministas
que plantean los contra discursos, o voces críticas, ante dichas
representaciones.
1.1.1. Dualismo en Occidente y su relación con la construcción de
cuerpo en el discurso
¿Acaso podríamos afirmar que el cuerpo humano tiene un único significado
en todas las culturas y desde todas las epistemologías que han intentado
estudiarlo o conceptualizarlo? Autores como Norbert Elias (1978), Michel
Foucault (1979) y Pierre Bourdieu (1977) han señalado a en sus estudios
que el cuerpo humano ha sido redefinido como fenómeno sociocultural e
histórico, superando la perspectiva eminentemente biológica. El cuerpo es
un elemento explicado y colonizado por distintas prácticas discursivas
(Grosz, 1994), que no tiene un significado o una noción única a través de la
cual sea conocido o representado.
En Occidente se ha cimentado una tradición de pensamiento que ha
considerado relevante la separación entre cuerpo y mente, o cuerpo y alma,
asociando el cuerpo a cuestiones de la naturaleza y otorgando a la mente o
el alma un lugar privilegiado como puerta al conocimiento o la
trascendencia. De este modo, el poscartesianismo así como el
judeocristianismo han considerado al cuerpo, una cuestión inmanente,
puramente biológica y material (Grosz, 1994).
El dualismo, como corriente filosófica, comprende que existe una total
desvalorización de lo material frente a lo espiritual y solo da valor positivo
—y por lo tanto superior— al alma, la conciencia o la mente (Baschet,
1999). La incompatibilidad entre lo material y lo espiritual resulta de la
exclusión del uno frente al otro, por constituir esencias diferentes. Lo que
hace de la mente y el cuerpo una cuestión binaria no es otra cosa que el
énfasis con el que se justifique su separación o su unidad. Así, para la
tradición judeocristiana el cuerpo es el camino hacia una espiritualidad
elevada. El modernismo poscartesiano define y propone al cuerpo como un
obstáculo para el pensamiento racional (Baschet, 1999).
Se dice que Descartes (1637, 1641) instituyó el cartesianismo, dualista en
esencia4. Para este filósofo existen dos sustancias distintas y excluyentes

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