Conclusiones - La evolución de la justicia privada contractual en el derecho colombiano - El contrato y la justicia: una relación permanente y compleja - Libros y Revistas - VLEX 950178835
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Conclusiones

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Vincent
AutorCarlos Julio Giraldo Bustamante
Páginas149-157
CONCLUSIONES
La justicia en el derecho privado y más particularmente en el ámbito del
contrato se da hoy como un dato adquirido o, mejor, como un corolario
natural de las relaciones entre particulares en cualquier Estado social de
derecho, pero en realidad el tema que se pregona como un estribillo no ha sido
tratado, en nuestro medio, con el propósito de darle un contenido preciso que
permita identificar qué se entiende hoy por la justicia en la teoría del contrato.
El darle cabida al tema de la justicia en las reflexiones del civilista es ya un
avance, pues la doctrina del derecho privado no se puede seguir valiendo,
exclusivamente, de las reflexiones generales que se hacen desde la teoría del
derecho o desde el Derecho Constitucional para explicar lo que sucede dentro
de las relaciones contractuales cotidianas.
La temática de la investigación lleva a preguntarse por el alma misma del
contrato. ¿Dónde está? ¿En el libre juego de la autonomía de la voluntad de
quienes contratan, o en el logro de los valores superiores que comporta la
justicia? Acaso, ¿la sacralidad del contrato debe ceder ante las exigencias de
justicia contractual? Las relaciones entre la justicia y el contrato son de tal
importancia que puede afirmarse, incluso, que la historia del contrato es la
historia de sus relaciones con la justicia y que las épocas o periodos
contractuales obedecen a la evolución del contenido de la justicia que ha
producido cambios importantes en la estructura del contrato.
En el code se consideró que la justicia debía existir en el contrato por tratarse
de una relación entre seres racionales, y como se consideraba que el hombre
era ante todo un ser racional que no podía hacer un mal uso de su racionalidad
y consecuentemente de su libertad cuando realizaba un contrato, la conclusión
lógica del contrato era su justedad, quedando subordinado así lo social a lo
individual, el contrato a la autonomía y la justicia a la igualdad formal que
suponía a todos iguales por ser racionales.
Pero se confió demasiado en la racionalidad del ser humano y se cayó en
extremos que alejaron al contrato de un verdadero acto de racionalidad. El

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