Consecuencias económicas de la independencia en Colombia - Núm. 19, Julio 2008 - Revista de Economía Institucional - Libros y Revistas - VLEX 846377253

Consecuencias económicas de la independencia en Colombia

AutorSalomón Kalmanovitz
CargoMagíster en Economía
Páginas207-233
Re v i s ta d e ec o n o m í a in s t i t u c i o n a l , v o l . 10, n.º 19, se g u n d o se mes tRe /2008, pp. 207-233
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS
DE LA INDEPENDENCIA EN
COLOMBIA
Salomón K almanovitz
*
El Virreinato de la Nueva Granada logró un notable crecimiento
económico durante la segunda mitad del siglo XVIII, que se fre-
nó desde 1808 con el colapso de España a causa de la invasión y la
guerra contra la fuerzas de Napoleón. El crecimiento luego se tornó
negativo debido a la interrupción del comercio, las cruentas guerras
de Independencia, la decadencia del esclavismo y el estancamiento del
comercio internacional, hasta 1850. La inexperta burocracia criolla
que remplazó a la de la Corona no tenía capacidad para solucionar los
problemas; de modo que la Independencia inauguró un largo proceso
de inestabilidad política que resultó muy costoso para la sociedad,
aunque se inició una serie de reformas fiscales y legales que empezaron
a modernizar la economía de la nueva república independiente.
El proceso de la Independencia produjo entonces costos y bene-
ficios, en contra de la visión sesgada y unilateral de los criollos de la
época y de los historiadores tradicionales, para quienes la Colonia fue
un período de atraso económico y de oprobio político, y la emanci-
pación el preámbulo de una historia republicana lineal y progresista
(Ocampo López, 2007, 201). De acuerdo con otros autores, la Inde-
pendencia, en cambio, no dio lugar a nada nuevo y el sistema político
que se construyó cambió poco y constituyó un prolongado fracaso
histórico (Tovar, 2007a, 218).
*
Magíster en Economía, Decano de la Facultad de Ciencias Económico-Admi-
nistrativas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Bogotá, Colombia, [kalmano-
vitz@cable.net.co]. Este ensayo es un subproducto de la investigación “El ingreso
nacional de Colombia en el siglo XIX”, para la cual he contado con la asistencia de
Edwin López Rivera a quien agradezco la elaboración de las series estadísticas y
sus comentarios. Fecha de recepción: 21 de abril de 2008, fecha de modificación:
10 de julio de 2008, fecha de aceptación: 22 de septiembre de 2008.
En este trabajo nos proponemos demostrar que el período colonial
fue más próspero de lo que supone la literatura tradicional y que la
economía se contrajo en la primera mitad del siglo XIX para recupe-
rarse más adelante. Además, que los criollos no tenían una experiencia
de gobierno proto-nacional que les permitiera reorganizar el orden
político después de la emancipación y que, a pesar de estar profun-
damente divididos con respecto a la forma de organización que debía
adoptar la república, modernizaron tortuosamente las instituciones
políticas y legales heredadas.
La república fue surgiendo difícilmente a partir de su legado ab-
solutista y confesional. Los beneficios, que fueron menos tangibles
al comienzo y se fueron asentando con el tiempo, integraban los
siguientes elementos: una reducción apreciable de los impuestos,
incluida la eliminación del diezmo eclesiástico; una modernización
de las constituciones y del código civil; la liberación de los esclavos;
la profundización de un mercado de tierras; la modernización de la
legislación comercial, bancaria, de sociedades y de pesas y medidas; la
abolición del monopolio del comercio, de los estancos y del crédito,
que era detentado por la Iglesia, lo que hizo posible la aparición de
bancos modernos y privados. Pero el establecimiento de un sistema
político menos conflictivo que el que existió durante el siglo XIX sólo
fue posible, y no del todo, después de la muy cruenta Guerra de los
Mil Días, ya en el siglo XX.
La globalización no estaba madura en el tiempo de la Independen-
cia, y cuando se desató con gran fuerza, después de 1850, Colombia
estaba demasiado ensimismada en sus conflictos internos y encerrada
dentro de su escarpada geografía como para tomar plena ventaja de
la expansión del comercio mundial, aunque esos dos hechos se com-
binaron y reforzaron intrínsecamente: el conflicto político impidió el
progreso económico y el fortalecimiento del Estado, de modo que los
recursos se destinaban a la guerra y no a la construcción de una infraes-
tructura que derrotara a la geografía, algo que sí se pudo acometer con
éxito en el siglo XX. No obstante, Colombia alcanzó a beneficiarse de un
comercio creciente, bastante volátil por cierto, en la segunda mitad del
siglo XIX, que contribuyó a reanudar el crecimiento económico sobre
una base más amplia que aquella permisible bajo la égida del imperio
español y de sus arcaicas relaciones de castas y corporaciones.
Además de estos párrafos de introducción, el ensayo consta de una
sección sobre los antecedentes económicos de la Independencia y una
sobre las constituciones localistas hasta la Constitución de la Gran
Colombia en 1821; la tercera examina el desmonte de la estructura
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Salomón Kalmanovitz

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