La Constitución de 1886: República unitaria para forjar la nación
Autor | Carlos Adolfo Arenas Campos |
Cargo del Autor | Abogado de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario; profesor de la misma Facultad; miembro de la Academia Colombiana de Jurisprudencia y del Colegio de Abogados Rosaristas. |
Páginas | 89-102 |
L C 1886: R
C A A C1
Justicia, situado sobre el costado norte de la Plaza de Bolívar de Bogotá, en un
hecho inédito en la historia de las democracias tanto por su violencia contra
civiles inermes, incluidos los magistrados de la Corte Suprema de Justicia,
como por sus dolorosos resultados. Esa mañana, algunos casquillos de balas
de los combates, acompañados de llamas incendiarias, angustia y muerte, se
harían visibles en las horas subsiguientes, cuando esas dependencias, al igual
de guerra, fueron evacuadas.
Un siglo antes, el 9 de septiembre de 1885, el presidente constitucional
de los Estados Unidos de Colombia, Rafael Núñez, quien ocupaba ese alto
cargo por segunda vez, habló ante una entusiasta multitud de sus partidarios
reunida frente al Palacio de San Carlos, a pocas cuadras de la misma
Plaza de Bolívar, para celebrar el triunfo del Gobierno sobre los rebeldes
del radicalismo liberal como consecuencia de la batalla de La Humareda,
pronunció su famosa sentencia política: “La Constitución de Rionegro
ha dejado de existir”. Así concluía la sexta de las guerras civiles que con
Independencia y la Constitución radical de 1863.
1 Abogado de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario; profesor de la misma Facultad;
miembro de la Academia Colombiana de Jurisprudencia y del Colegio de Abogados Rosaristas.
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