La crisis del delito político
| Autor | Augusto Castañeda Díaz |
| Cargo del Autor | Abogado de la Universidad Libre de Colombia |
| Páginas | 49-102 |
C I
L
Lo primero que hay que decir aquí, es que es necesario revisar el concepto
del delito político, los antecedentes de su consagración constitucional, el
fundamento socio-político que le da cabida en el ordenamiento jurídico, pues,
no basta con expresarlo como si se tratase de una “cosa sabida”; se notará que
hay escollos que es necesario comprender. No se puede dar a una conducta
a partir de esa premisa se generan consecuencias de orden jurídico de la mayor
importancia cuando el debate trasciende a la suerte de un Estado1.
El contenido del concepto de delito político comprende, al menos, dos
restrictiva, que es la que debe aplicarse cuando se trata de individualizar la
1. ¿QUÉ ES EL DELITO P OLÍTICO?; UNA VISIÓN FILOSÓFICA
2; el fundamento teórico del delito
político sugiere un sujeto activo colectivo (varias personas unidas por el propósito
común de cometer delitos), que expresa una “inconformidad política” contra
un régimen de gobierno oprobioso, humillante, vejatorio, infamante; ergo,
aquí se otea un contexto dialógico (gobierno denigrante vs. grupo de crimen
organizado), sin ese contexto relacional, jamás podrá hablarse de delito político.
1 María Martina.
requisito para optar al título de Doctora en Derecho; Universidad Nacional de Colombia–Facultad
de Derecho y Ciencias Políticas; Bogotá D.C., Colombia; 2016.
2 , Alejandro. El proceso penal Especial de Justicia y Paz, alcances y límites
de un proceso penal concebido en clave transicional; Centro Internacional de Toledo para la
paz – CITpax; Observatorio sobre DDR y la Ley de Justicia y Paz, 2011, pp. 29-31.
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Ese sujeto activo colectivo expresa un objetivo común: la transformación de
esa sociedad (humillada), en una sociedad “libre, autónoma, soberana, justa,
democrática, etc.”; cambiar el régimen para mejorarlo, para humanizarlo. A
los miembros de ese grupo organizado se les reconoce como insurgencia,
insurgentes, insurrectos, revolucionarios, rebeldes
crimen organizado que busca la transformación de la estructura social y
económica del país, semejante al original modelo guerrillero (en la terminología
latinoamericana)3, pero la verdad es que la ley penal no conceptúa qué es delito
político, apenas alcanza para describir modelos de criminalidad organizada, la
del delito político, la del delito común4 y la del delito internacional.
En esa lucha por transformar el régimen gubernamental (despótico,
arbitrario, abusivo, injusto), el sujeto activo colectivo, grupo de crimen
organizado –en adelante “gco”– incurre a veces en delitos contra ese régimen
al que encara, contra esa sociedad dominante que usur pa el poder, que usurpa
3 Augusto. La represión penal del crimen organizado – Estrategias metodológicas
. Bogotá: Ed. Nueva Jurídica, 2017,
p. 82 y ss.
4 Quizá un literato puro ayude un poco a los penalistas a comprender la diferenciación entre el delito
común y el delito político: “Efraín (González) no lucha contra el Establecimiento, ni contra la
aristocracia, ni contra el clero. No puede hablarse de un movimiento revolucionario porque no
querían transformar la sociedad, tampoco puede hablarse de su movimiento como una organización
política, su organización si alguna hubo fue de tipo militar y solamente de orden táctico. No hay
conciencia de la necesidad de un cambio radical, quizá solo de sustituir un gobierno, pero dentro
del mismo andamiaje de la “democracia”. Al no ser un revolucionario no se impone un imperativo
moral altruista, por el contrario, la suya es una moral degradada. No sólo no buscaba cambiar el
statu quo, sino que se sentía a gusto en él, derivaba su poder de la forma como estaba concebido
el establecimiento, recordemos que políticos de talla nacional habían nombrado a sus familiares
y amigos en cargos burocráticos. Su pasión por la política no rebasaba los términos del común de
los campesinos, entendida como una confrontación con el partido contrario, como una expresión
en términos meramente electoreros y no como una plataforma de transformación de las estructuras
socioeconómicas. En esa medida la cuadrilla no podía tener existencia más allá de la muerte de
Efraín, pues carecía de una organización estructurada que superara la voluntad de su líder y tampoco
estaba cohesionada por una plataforma ideológica en sentido estricto. Por estas razones no dan el
paso a movimiento social o político moderno. La banda de Efraín fue en su mayoría exterminada
y quienes sobrevivieron derivaron hacia el crimen o se sosegaron a pesar de sí” (pp. 49 y 50).
En la región del sur de Santander y noroccidente de Boyacá no se presentaron movilizaciones
campesinas, ni invasión de tierras, no puede hablarse de movilizaciones sociales en procura de
ideología. Lo que se da en la región es un recrudecimiento de la violencia que hace del campo
un territorio asociado a la inseguridad. (p. 88)
Salvo las inocuas charlas de cantina, su expresión política se reducía a la burda agresión al contrario
pesaba sobre ellos. Fueron el vertedero de ideologías que no estaban en capacidad de dilucidar. (p.
190). , Luis Carlos; “Efraín”. Ensayo inédito. 2019 (un cuento sobre Efraín ).
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el gobierno, y por ello: contrario
sensu; cuando el Estado opresor captura al insurrecto, es comprensible y
cuenta que sus acciones al margen de la ley persiguen el bien común. Ésta es
delito político”.
En todo caso, el concepto tiene una “fuerza simbólica” que implica
reconocimiento moral y político a los miembros de un “gco”; el Estado reconoce
altruismo en los miembros del grupo, a pesar de haber cometido crímenes
política con tales grupos”; sin embargo, vale decir que no existe un consenso
5, como sí existe
consenso sobre el contenido y alcance del concepto de crimen internacional
“El delito político es aquél que, inspirado en un ideal de justicia, lleva a sus
autores y copartícipe s a actitudes proscritas del orden constit ucional y legal,
por el bien común, así escojan unos meca nismos errados o desp roporcionados,
egoístas. Debe, pues, hacerse u na distinción legal con funda mento en el acto de
justicia, que otorga a cada cu al lo que merece, según su acto y su intención”6.
concretos), entran en juego consideraciones de mayor rigurosidad:
2. NOCIÓN DE DELIT O POLÍTICO DESDE LA DOC TRINA PENAL
En materia penal, ámbito en el que cobra la mayor relevancia el concepto
de delito político, muestra al menos tres teorías que lo explican de forma un
poco más precisa: la objetiva, la subjetiva y la ecléctica7.
5 Sobre la complejidad del concepto del delito político, véase especialmente: , Corte
Constitucional, sentencia C-577 de 2014.
6 Corte Constitucional, Sentencia C- 009 de 1995; C- 695 del 2002; C-171/ 93, C-127/93;
Senten cia C-069/94; C-577 de 2014
7 José. . Ara editores, 2006, p. 345 ss.
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