Derecho internacional de los refugiados y Derecho internacional de los derechos humanos: campos de regulación del desplazamiento interno a la medida de los Estados
| Autor | Roberto Carlos Vidal López |
| Páginas | 90-122 |
D
III. Derecho internacional de los
refugiados y Derecho
internacional de los derechos
humanos: campos de regulación
del desplazamiento interno a la
medida de los Estados
e acuerdo con los planteamientos expuestos por el Representante del
Secretario General de Naciones Unidas para los Desplazados Internos,
los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos encuentran su
fundamento en la compilación de estándares jurídicos ya existentes en el
Derecho Internacional de los Derechos Humanos, el Derecho de los
Refugiados y el Derecho Internacional Humanitario.64 De esta relación
derivan efectos muy importantes para la concepción de los Principios
Rectores como estándares jurídicos internacionales y especialmente para su
presentación en un lenguaje humanitario con alto grado de legitimidad
política internacional.
En el presente capítulo nos ocupamos en detalle de los elementos y
problemas que derivan de la fundamentación de los Principios Rectores en el
Derecho de los Refugiados y en el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos. Con ello pretendemos demostrar que tales discursos jurídicos, que
en principio no regulan directamente el desplazamiento interno, vierten
sobre el mismo una serie de inercias conceptuales y ambigüedades que obran
en perjuicio de la población desplazada y favorecen el control estatal de la
misma.
El capítulo está dividido en dos partes. La primera se ocupa del Derecho
de los Refugiados explorando la enunciación de los desplazados internos
como una oposición a los refugiados. De esta oposición derivan
consecuencias importantes para el tratamiento del desplazamiento, entre
ellas que la regulación de la acción de los Estados no se orienta tanto a
prevenir los daños producidos por el desplazamiento o a atender a los
desplazados, sino a impedir que su desplazamiento se prolongue por fuera de
las fronteras nacionales. Adicionalmente, los Principios Rectores permiten a
los Estados asimilar los desplazados internos a los refugiados con el fin de
darles el tratamiento de extranjeros en su propio país. Finalmente, la
subsistencia del debate sobre la conveniencia de definir a los desplazados
como un grupo poblacional diferenciado y como sujeto especial de derechos
ha propiciado la creación de espacios de protección, pero también el uso
estratégico de la categoría de desplazamiento interno por parte de los
Estados.
La segunda parte discurre sobre las relaciones entre el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos y el discurso del desplazamiento
interno. En primer término se estudia la distinción dogmática y no superada
entre derechos civiles y políticos frente a los derechos económicos, sociales y
culturales, distinción que atraviesa los Principios Rectores debilitando la
posibilidad de que la población desplazada exija de manera efectiva la
satisfacción de sus necesidades más apremiantes.
Finalmente, en el último apartado, se explica cómo los Derechos
Humanos en los que se basa la prohibición del desplazamiento interno son
jurídicamente suspendibles y derogables por parte de los Estados, bajo
circunstancias que deciden los Estados mismos, de manera que el sistema de
los Derechos Humanos termina por fundamentar una potestad estatal para
producir desplazamiento.
El acercamiento a cada uno de los problemas mencionados busca
probar que los estándares jurídicos sobre el desplazamiento interno abrigan
importantes zonas problemáticas que han sido apropiadas por los Estados
para regular el desplazamiento a la medida de sus intereses. Sin embargo,
pretende afirmar también que las zonas problemáticas son susceptibles de
interpretaciones alternativas que den cabida a la acción política y a
reivindicaciones de grupos políticos distintos al Estado, entre ellos las
comunidades de desplazados internos.
PROBLEMAS DE LA RELACIÓN ENTRE
DESPLAZAMIENTO INTERNO Y REFUGIO
Tal como lo hemos expuesto hasta ahora, la restricción de las migraciones
internacionales no deseadas es un programa político que convoca el interés
de la comunidad internacional. Es sobre la base de este interés que en la
última década se han incrementado los recursos económicos y el apoyo
político a los programas internacionales para tratar una parte de las
migraciones forzadas como desplazamiento interno. A través del sistema
global de control de las migraciones, desde la década del noventa los flujos
internacionales de refugiados han sido transformados en flujos de desplazados
internos mediante la restricción de las oportunidades para cruzar fronteras
nacionales y la contención de los migrantes en su fuente. A continuación
expondremos los efectos concretos del programa político de contención de
migraciones forzadas en el tratamiento del desplazamiento interno.
El desplazamiento interno como restricción de la libertad de
movimiento internacional de las víctimas
Desde una perspectiva internacional de las migraciones, la institución del
refugio está destinada a garantizar que, bajo ciertas condiciones, una persona
que huye de la persecución pueda ejercer un derecho a salir de su país de
origen (Pacto de Derechos Civiles y Políticos, art. 12), solicitar refugio en
otro país (Convención sobre los Refugiados) y eventualmente obtener el
estatus de refugiado en dicho Estado, lo que le permite no ser devuelto a su
país de origen y permanecer temporalmente en su territorio o eventualmente
ser enviado a un tercer país que le ofrezca condiciones de seguridad
(Convención sobre Refugiados de 1951, art. 33). En conjunto, el sistema de
refugio garantiza el ejercicio de la libertad de recurrir a la migración fuera del
país de origen como herramienta para defender la vida o la integridad.
El sistema de protección a los desplazados internos busca atender a las
personas que, huyendo de la persecución, deciden moverse para proteger su
vida e integridad personal, pero no han cruzado una frontera internacional.
Visto en conjunto, el sistema de desplazamiento interno procura proteger la
libertad de movimiento de la persona, es decir, la capacidad que tiene para
usar la migración como herramienta de protección de la propia vida, pero de
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