Protección a los desplazados internos como restricción de las migraciones internacionales
| Autor | Roberto Carlos Vidal López |
| Páginas | 24-55 |
D
I. Protección a los desplazados
internos como restricción de las
migraciones internacionales
esde la perspectiva de los millones de migrantes que
contemporáneamente recorren el planeta, parecen existir al menos dos
modos de experimentar la globalización. Un modo visible y
publicitado, constituido por procesos ordenados de apertura de fronteras,
dominio del panorama económico por grandes empresas multinacionales
donde trabajan ejecutivos bien entrenados en un sistema mundial de
educación, familiarizados con aeropuertos y vuelos intercontinentales y que
disfrutan breves vacaciones en lugares exóticos del planeta. Y otro modo de
experimentar el proceso, en el que participan grandes masas de pobres sin
acceso a los sistemas educativos, personas que con inobjetable racionalidad
buscan mejorar su nivel de vida o el de sus descendientes, realizando largos y
difíciles viajes desde los campos hacia los cinturones de miseria urbanos, o,
excepcionalmente, poniéndose en manos de traficantes o contrabandistas
para emprender viajes más largos hacia países ricos, en los que viven en
condiciones de ilegalidad o de refugio.
No se elige vivir una u otra experiencia, y tampoco se elige cambiar de
un lado de la globalización al otro. Para el primer grupo existen el Derecho
de las migraciones, los tratados sobre Derechos de trabajadores migrantes
capacitados y los estímulos para la naturalización de personas con capital
para invertir (Organización Internacional para las Migraciones, p. 5). Para el
segundo grupo existen la política antidrogas, los muros en las fronteras,
rodeados de dispositivos policiales de “cacería”, los regímenes potestativos de
visas y permisos, la protección restrictiva y temporal a través del Derecho de
los refugiados y, finalmente, la atención como desplazados internos, que los
invita a retornar a su lugar de origen, de donde nunca debieron salir.
La hipótesis que se desarrolla en este capítulo parte de la exploración de
los sistemas internacionales de protección y estímulo de las migraciones
“ordenadas” y los de interdicción y represión de las migraciones
“desordenadas”. Se plantea entonces que en esta interrelación entre las
migraciones globales y los intentos desplegados por los Estados nacionales
para controlarlas ha surgido el interés por las migraciones internas, fenómeno
de creciente importancia desde el final de la Guerra Fría. En este contexto se
despliegan muchos mecanismos restrictivos, uno de los cuales es la
promoción de fuertes políticas de atención a los desplazados dentro de sus
países de origen, como estrategia para restringir las migraciones
internacionales, objetivo éste que se oculta bajo la presentación neutral y
humanitaria de la protección. Es por ello que el sistema de protección a los
desplazados encuentra su última ratio en el interés de los Estados naciones
por contener migraciones indeseables en el sistema global, lo cual se refleja
tanto en la genealogía del surgimiento del sistema de protección como en sus
principales supuestos, prejuicios y limitaciones.3
El capítulo está organizado en cinco partes. Las dos primeras abordan
las dinámicas sociales y económicas del proceso de “globalización de las
migraciones”, como tendencia contemporánea. En la tercera se explica el
modo como se han conceptualizado las migraciones desde el Derecho. En la
cuarta parte se hace una genealogía del Derecho de los refugiados y se
exploran sus limitaciones principales, para terminar con la quinta parte, en la
que se explica la hipótesis fundamental del capítulo: el origen internacional
de la categoría de desplazamiento interno, en el contexto del control global
de migraciones forzadas.
LA GLOBALIZACIÓN DE LAS MIGRACIONES
En el contexto del proceso de globalización, las migraciones internacionales
han sufrido profundos cambios en la última década (Organización
Internacional para las Migraciones, p. 1). En la medida en que se intensifican
y expanden los circuitos de circulación de bienes, servicios y cultura, las
migraciones locales e internacionales crecen. Rudolph ha denominado a este
proceso “globalización de la migración”, para referirse al hecho de que las
migraciones regionales han existido siempre, pero que las condiciones
actuales de transporte permiten movimientos de población a larga distancia
cuyos precios en el pasado eran prohibitivos para el común de las personas.
Además, cada nueva migración estimula otras migraciones debido a la
generación de redes de migrantes que abaratan los costos de sucesivos
movimientos (p. 331).
Las migraciones contemporáneas conectan todas las regiones del
planeta, de manera que el conjunto de los países del globo están en
condiciones de producir o recibir migraciones. Paradójicamente, como
resultado de la globalización, la facilidad en las migraciones mundiales de
larga distancia se convierte en un elemento estructural de los movimientos
contemporáneos de población (Rudolph, p. 231; OECD, Trends […] 2001, p.
17).
El proyecto neoliberal de globalización hace mucho énfasis en la
necesidad de liberalizar el flujo de comercio y de servicios, mediante la red de
compañías transnacionales. El proceso influye en las migraciones
internacionales por cuanto las industrias en expansión demandan mano de
obra. Sin embargo, el liberalismo en la circulación global de servicios y
mercancías no se extiende a la circulación de personas. En el marco de los
acuerdos internacionales sobre liberalización del comercio, los países han
llegado a convenios bastante limitados sobre movimiento de personas
consistentes hasta ahora en migraciones temporales altamente selectivas.4
La ideología de la globalización liberal encierra una fuerte contradicción
entre la movilidad que propone y produce para los procesos económicos y el
fuerte conservadurismo que practica frente a las migraciones masivas.
Pareciera que los dos campos no pueden separarse de manera sencilla. El
proceso liberal de globalización se ha desarrollado en las relaciones
internacionales incrementando los mencionados flujos de servicios y
mercancías, con la aceleración de las comunicaciones y la facilidad para
viajar desde cualquier lugar del planeta, y con ello ha generado un aumento
significativo de las migraciones. El conservadurismo liberal sobre las
migraciones, enfrentado a un incremento de los flujos de población, va a
producir un desfase bastante grande entre las migraciones que realmente
suceden y que permanentemente se incrementan, y aquellas que la ideología
política global estaría dispuesta a reconocer, autorizar y propiciar.
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