El Derecho de Réplica, Respuesta o Rectificación
| Autor | Armando Rafael Aquino Britos |
| Páginas | 97-124 |
C III
E D R,
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Del derecho a la información –como derecho bi-fronte– emergen
también obligaciones, pues no es posible concebir derechos sin
obligaciones; como tampoco que se consagren derechos sin garantías.
Es ilógico reconocer derechos de manera virtual y so pretexto de que
impunidad, la inconstitucionalidad por omisión.
Los derechos nunca son operativos o programáticos, si las normas
o las formas que diseñan su aplicación.
antes de su recepción jurisprudencial.
La sociedad democrática funda sus primeros juicios o impresiones
a través de la información que recibe, de manera tal que la misma
debe, inexorablemente ser verídica y con ello emana sin dudas la
primera obligación de la prensa. He allí la naturaleza colectiva del
derecho a la información.
Existe un derecho a conocer la veracidad del hecho, esto es la
descripción más aproximada al acontecimiento fáctico que se describe
en una infor mación.
Una sociedad democrática tiene derecho a la verdad. La más amplia
posibilidad de dar a conocer las noticias, informar sobre determinados
1 Ver más amplio en
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acontecimientos con la posibilidad de seleccionar, establecer el grado
de preferencias de las noticias que se emiten, darles la jerarquía o
importancia que tiene a gusto del editor, director o periodista del
medio, lo obligan, necesariamente, a una descripción objetiva, precisa,
lo más exacta posible, para que llegue al ciudadano, sin perjuicio,
claro está de que el medio, director, periodista o cualquier persona
pueda emitir opinión. Todo ello sin censura de ninguna naturaleza.
No puede negarse es el acceso del ciudadano a la información veraz.
Surge ello como un derecho colectivo, difuso, pero claro y vigoroso
en estos tiempos de una comunicación instantánea del acontecimiento
como resultado, que la información genera en la autonomía de la vo-
luntad de un ciudadano, un proceso de selección, jerarquización, pre-
que ulteriormente son elementos con que este ciudadano participa en
el proceso de selección de sus actos o preferencias en la vida cotidiana.
el modelo de sociedad democrática, pluralista y participativa que
vivimos, cambió uno de los paradigmas de comportamiento en la
formación de la opinión pública, y en la participación política.
No se logra ello con hechos inexactos, mentiras o verdades a media.
Es crucial la veracidad y precisión de la información.
Opinión pública exige pluralidad, además de certeza en la
información. Opinión publica es la resultante del juicio que elabora
el conjunto de la sociedad luego de conocer la verdad de los
acontecimientos, la opinión publicada –puede aproximarse a esta–
pero es la opinión vertida en un medio sin control de veracidad
y menos sin dotarla de otra mirada, opinión sobre la noticia o el
protagonista de la misma. Admitir esto nos acerca al modelo estado
totalitario, genera actitudes autoritarias o pueden ser funcionales a
un Estado sacral, pero nunca ser factor coadyuvante de una sociedad
plural y democrática.
La opinión pública, y también publicada, sin control estatal
Nunca debe admitirse censura previa, bajo ninguna circunstancia.
que la sociedad es la destinataria de la misma –debe ser verídica. No
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