La experiencia de descentralización chilena: un modelo de desconcentración administrativa con autonomía limitada
| Autor | Juan Carlos Ferrada Bórquez |
| Cargo del Autor | Doctor en Derecho, Universidad Carlos III de Madrid, España. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad de Chile, Santiago, Chile. Profesor de Derecho Administrativo, Universidad Austral de Chile. |
| Páginas | 73-97 |
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La experiencia de descentralización chilena:
un modelo de desconcentración administrativa
con autonomía limitada*
Juan Carlos Ferrada Bórquez**
En este escrito se analizan los avances del proceso de descentralización en el
marco del Estado unitario chileno, principalmente desde la perspectiva del
autogobierno de las entidades territoriales subnacionales. En esta perspectiva,
se trata de determinar el nivel de profundidad alcanzado por el modelo chileno
de descentralización territorial después de transcurridos treinta y cinco años
desde su establecimiento,1 aunque solo dieciséis desde su implementación
efectiva, una vez recuperada la democracia y establecida la elección demo-
crática tanto de las autoridades locales como, parcialmente, de las regionales.2
La exposición que se desarrolla aquí se divide en cuatro apartados. Prime-
ro se describen los antecedentes y el proceso de construcción del modelo de
descentralización que opera en Chile, haciendo énfasis en lo establecido en la
* Agradezco a la Universidad del Rosario, en especial a la profesora Liliana Estupiñán Achury, por
su invitación al Seminario Internacional la Realidad de la Autonomía Territorial. Experiencias Comparadas,
desarrollado en Bogotá el 3 de septiembre de 2008, para intercambiar en él experiencias y evaluaciones
de los procesos de descentralización política y administrativa en América Latina y en Europa.
** Doctor en Derecho, Universidad Carlos III de Madrid, España. Licenciado en Ciencias Jurídicas
y Sociales, Universidad de Chile, Santiago, Chile. Profesor de Derecho Administrativo, Universidad
Austral de Chile.
1 Decretos Leyes 573 y 575 de 1974.
2 Ley núm. 19097 de 1991, reforma constitucional y Ley núm. 19175 Orgánica Constitucional de
Gobierno y Administración Regional, en adelante LOCGAR.
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El principio constitucional de autonomía territorial. Realidad y experiencias comparadas
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Constitución Política de 1980, con base en la reforma de 1974; seguidamen-
te, se exponen las características esenciales del actual modelo de gobierno y
administración regional y local después de las reformas introducidas en 1991
y 1992; luego se intenta hacer un balance acerca del funcionamiento de los
gobiernos regionales en la última década y media; posteriormente, se analizan
las reformas que en esta materia cursan en el Gobierno y en el Parlamento; por
último, se indican cuáles son las reformas pendientes en Chile relacionadas
con el tema, que son indispensable si se quiere avanzar hacia un modelo de
autogobierno participativo y democrático, abandonando de paso el modelo
de desconcentración administrativa con escasa autonomía que caracteriza el
sistema chileno actual.
1. El modelo de descentralización y desconcentración
administrativa del gobierno militar
1.1. Los antecedentes del modelo de la Constitución de 1980
El proceso de descentralización y desconcentración administrativa del Es-
tado chileno se ha caracterizado por la ausencia de un diseño institucional
coherente que establezca sus lineamientos principales. El escaso desarrollo, la
ausencia de implementación práctica y la poca profundidad de las reformas
institucionales adoptadas hasta ahora han sido más respuestas coyunturales
de corto plazo a problemas políticos de distinto signo que un proceso real de
distribución del poder y de apertura a la participación de los ciudadanos en
la gestión de los asuntos públicos en el nivel territorial.
Así, si se analizan los primeros proyectos de ordenamiento territorial en
Chile, que tienen alcances incluso en la forma jurídica del Estado (leyes fede-
rales de 1826), estos se caracterizan por una descentralización desde arriba, en
la cual la distribución del poder se realiza más en términos nominales, expre-
sión de la asignación de cuotas por parte de los grupos de poder dominantes
en los albores de la República, que de un proceso real de descentralización
política y administrativa. De este modo, los intentos de descentralización fue-
ron parciales y muy limitados, replicando en gran medida el modelo hispano
de centralización administrativa de la última parte de la Colonia.
En este contexto, la característica fundamental del Estado chileno en
el siglo XIX fue una fuerte centralización administrativa, principalmente a
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