Las disculpas políticas y su propósito en la justicia transicional
| Autor | Camila de Gamboa y Wilson Herrera |
| Páginas | 175-207 |
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VII. LAS DISCULPAS POLÍTICAS Y SU
PROPÓSITO EN LA JUSTICIA TRANSICIONAL1
Camila de Gamboa y Wilson Herrera
A Eulalia y Lucy, entrañables compañeras de destino
En los últimos años hemos sido testigos de una explosión
de discursos en la esfera pública, en la que los líderes socia-
les, políticos y celebridades del mundo del espectáculo y del
deporte piden disculpas a un grupo o una persona por los
daños que acciones o inacciones suyas o de las instituciones
que representan les han ocasionado. En los discursos se usan
diversas expresiones: así, se dice que “se lamenta el error”, “se
piden excusas por lo hecho”, “se disculpan por lo ocurrido”,
y en algunos casos se declaran “culpables”, “avergonzados” o
“responsables” por estos daños. Es evidente que no todos los
1 Este texto hace parte del proyecto de investigación ¿Cómo representar el
sufrimiento de las víctimas en conflictos violentos para evitar su repetición?
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términos expresan el mismo grado de responsabilidad, y en
muchos casos es difícil establecer la sinceridad que expresan
tales palabras2.
Esta práctica, que en general se da en el espacio público,
parecería haberse convertido en un imperativo en los procesos
de justicia transicional, que se caracterizan por ser situaciones
en las que han ocurrido graves violaciones a los derechos hu-
manos. Así, se espera que quienes cometieron las más graves
violaciones, los líderes de los grupos armados ilegales y los
representantes y agentes de los estados que permitieron por
actos de acción u omisión estos delitos manifiesten las discul-
pas3 que se dirigen a los grupos afectados directamente por
las ofensas, y en muchos casos, a toda la comunidad política4.
Estas disculpas, aunque en algunos casos son voluntarias, en
otros se exigen desde las instancias políticas o judiciales en las
que se diseñan los modelos de justicia transicional, o por pre-
sión de diversos grupos sociales, incluidas las propias víctimas.
2 Los papas en la Iglesia católica han pedido disculpas públicas 94 veces
en los últimos veinte años: http://elpais.com/diario/2000/01/31/socie-
dad/949273203_850215.html; el presidente de los Estados Unidos Bill Clin-
ton pidió disculpas a los mexicanos por tomar medidas que concentraron el
narcotráfico en ese país: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/02/06/
bill-clinton-se-disculpa-por-tomar-medidas-que-concentraron-el-narcotrafico-
en-mexico-9225.html; la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha
exigido al Estado colombiano en varias ocasiones pedir disculpas públicas a
las víctimas por la comisión de hechos violatorios de los derechos humanos
por acción u omisión de agentes del Estado, por ejemplo en la sentencia de
Manuel José Cepeda vs. Colombia, mayo del 2010, http://www.corteidh.or.cr/
docs/casos/cepeda/obsrep.pdf.
3 Disculparse puede significar en algunos casos excusarse o realmente admitir
responsabilidad por lo ocurrido, este punto lo desarrollaremos más adelante.
4 Una comunidad moral, en general, puede estar conformada por muy diversos
grupos sociales, como el vecindario, la sociedad, la nación o incluso la huma-
nidad (Walker, 2006). La comunidad moral está constituida por los jueces
morales a los que las personas de un grupo buscan como referencia a fin de
reclamar tanto por las ofensas que han sufrido, como por las correspondientes
reparaciones. Cuando nos refiramos a la comunidad política haremos alusión
en especial a los regímenes políticos que constituyen un Estado-nación.
CAM ILA DE G AMB OA Y W ILS ON H ERR ERA
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El propósito de este artículo es analizar el papel que pueden
cumplir estas disculpas políticas en contextos de justicia tran-
sicional. Para ello, en primer lugar, abordaremos el concepto
de reparación moral a fin de entender cómo luego de que una
institución o un ser humano o un grupo de personas han ofen-
dido intencionalmente a un individuo o bien a una colectividad,
contamos con algunos recursos que podrían llegar a mitigar
esas ofensas. En segundo lugar, trataremos de dar cuenta de
las características de las disculpas políticas y diferenciaremos
este tipo de acciones del perdón interpersonal. Al final expli-
caremos cuál podría ser el rol que las disculpas políticas tienen
en contextos de justicia transicional.
A. LA RE PARACIÓN MORAL
Margaret Urban Walker afirma que, en general, “la repara-
ción moral es un proceso en el que pasamos de una situación
de pérdida y daño a una situación en [la] que cierto grado de
estabilidad en las relaciones morales es establecido” (2006, p.
6, traducción propia). Este proceso, bien de restauración o de
instauración5 de las relaciones morales, es difícil en algunos
casos, en especial cuando la ofensa es seria, como ocurre con
las violaciones graves de derechos humanos6. Como Walker lo
5 En algunos casos, en especial de sociedades jerárquicas en las que se excluyen
ciertos grupos de los ámbitos políticos, sociales, económicos y jurídicos, la
reparación moral a favor de personas pertenecientes a estos grupos humanos
no puede entenderse como una forma de restablecer el pasado, sino como una
manera de instaurar en el presente una relación moral equitativa que antes
no existía.
6 Entendemos por graves violaciones, conforme al derecho internacional de los
derechos humanos, los delitos de lesa humanidad, el genocidio y los crímenes
de guerra. Según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (17 de
junio de 1998), el genocidio se refiere a la realización de actos “perpetrados
con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico,
racial o religioso” (artículo 6); por otra parte, según lo definido en el artículo
7, un delito de lesa humanidad es cualquier acto que “se cometa como parte
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