¿Cómo facilitar la violencia de género? - Mujeres en riesgo. Catalizadores de la violencia de género - Libros y Revistas - VLEX 840975031

¿Cómo facilitar la violencia de género?

AutorGraciela Peyrú
Cargo del AutorPresidenta de la Fundación para la Salud Mental
Páginas71-104
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¿Cómo facilitar la violencia de
género?
How to facilitate gender violence?
Operación 1: minimizar los daños
La operación de minimización aparece luego de un acto violento y consiste
en quitar importancia a lo ocurrido. Se trata de crear argumentos para hacer
parecer menores los verdaderos costos emocionales, físicos y económicos de
la violencia de género y descali car a quienes los denuncian. Son intentos para
disminuir la magnitud de los hechos y cualquiera sea su intención libran al
agresor de una parte de su culpa y responsabilidad.
Las pérdidas humanas, espirituales y materiales que produce la pandemia
actual de violencia contra las mujeres son cuantiosas. Las cascadas de efectos
dañinos recorren toda la red social y afectan siempre a más de una generación.
La operación psicosocial de minimizar la violencia de género insiste en no
permitir que se reconozca el alto costo que genera. Las estadísticas no se publi-
can debidamente y las campañas son, en el mejor de los casos, apelaciones a la
moral y a la sensibilidad general. Lado a lado de estas campañas esporádicas
se insiste con el humor sexista, las publicidades que estereotipan los roles
femeninos y la discriminación de la mujer en la remuneración de su trabajo.
Uno de los casos publicitarios de mayor popularidad que reproduce los
estereotipos e incentivan el sexismo, se dio en las vallas publicitarias de la
marca Italiana Relish ( gura 16). Sin ningún escrúpulo, la imagen retrata una
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Mujeres en riesgo. Catalizadores de la violencia de género
escena de violencia sexual al incluir a dos policías brasileros que en medio del
arresto, aprovechan la ocasión para tocar y ultrajar a dos modelos. La escena
no deja lugar a dudas, porque se “erotiza” la violencia sexual. Las autoridades
repudiaron la publicidad, y el propio alcalde, Eduardo Paes, ordenó la retirada
de las vallas en la ciudad de Río de Janeiro, considerando la publicidad como
“de mal gusto”.
Figura 16. Publicidad de Relish Spring/Summer 09. Tomado y modicado de
https://gsws002.wordpress.com/2012/10/14/relish-clothing-ad/. Relish, 14 de
octubre de 2012.
En la publicidad (gura 16) Summer 09 se utiliza la imagen de abuso sexual
por la policía a dos mujeres jóvenes en Brasil. Imagen recreada especialmente
para la publicidad, quizá, utiliza el abuso como un estímulo visual.
Sin embargo, el cuestionamiento hacia la publicidad no tuvo como
epicentro la violencia explícita contra las mujeres, su cosicación y la clara
incitación a la violación sexual; sino la imagen negativa del cuerpo policial de
la ciudad carioca, como lo manifestó el propio secretario de Turismo y presi-
dente de la empresa municipal, Riotur, Antonio Figueira de Mello: “este tipo
de publicidad no sólo no respeta a la corporación militar de la policía, sino que
compromete la imagen de Río de Janeiro y de los propios cariocas”. ¿Realmente
no la representa? (Mundo, 2009).
Igual destino corrió la publicidad de la marca American Apparel, en su
insistente repertorio de imágenes sexistas, que evidencian una clara cosicación
de la mujer a través de sus desnudos y alusiones denigrantes. La Autoridad de
Estándares de Publicidad del Reino Unido, censuró la campaña publicitaria
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¿Cómo facilitar la violencia de género?
de la marca por la utilización de prendas propias de la ropa escolar, mientras
mostraba a la mujer como objeto sexual (Bazaar, 2018).
Su fundador, Dov Charney, incluso, ha sido denunciado por acoso sexual
laboral. Una reportera de la revista “Jane” manifestó que Charney se mastur-
baba delante de ella mientras le hacía un reportaje. Se agrego a este escándalo
otros donde se le acusa de acosar sexualmente a sus empleadas. Este contexto
de acusaciones nos muestra qué la violencia publicitaria pertenece a largas
cadenas de discriminación y cosicación de la mujer. Si bien, nos pueden acla-
rar en qué lugar de la mente surgen las ideas que nalmente terminan en los
avisos publicitarios, no logran explicar por qué las empresas más conocidas de
ropa las adoptan como propias.
Por otra parte, la imagen de American Apparael muestra parte de la cintura
y la pelvis de un hombre vestido que tiene entre sus manos las piernas abiertas
de una mujer (gura 17). La mujer en posición pasiva, parece ser un objeto del
hombre. La posición del varón, sin dudas muestra el dominio que tiene sobre
la mujer. La imagen tiene atributos simbólicos, fálicos y agresivos evidentes.
Figura 17. American Apparel. La publicidad pertenece a la marca American
Apparel donde aparecen detalles del cuerpo de un hombre que está dominando
sexualmente el cuerpo de una mujer. Tomado y modicado de: https://www.
harpersbazaar.com/es/moda/noticias-moda/a334368/polemica-censura-y-es-
candalo-vuelve-american-apparel/. Harpersbazar, 2017.
Quizás al extremo del sexismo logra llegar el cartel publicitario de la marca
de ropa masculina Duncan Quinn, en el año 2008 (gura 18). En él vemos a un
psicópata bien vestido que posa con glamur después de perpetuar su asesinato.
En la imagen se representa la escena de un femicidio. Pero la sugerencia es
evidente, hay un estatus de poder y la estetización del asesinato de las mujeres.
Nada más insinuante para contribuir con la oleada de femicidios en el mundo,
que la proliferación de imágenes que incitan, frivolizan e idealizan el asesinato
de las mujeres. Hacen apetecible el femicidio y parte de la oferta erótica.

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