Las fórmulas de paz del Gobierno con las Autodefensas Unidas de Colombia. Una lectura desde el realismo político
| Autor | Camila de Gamboa Tapias |
| Cargo del Autor | Doctora en Filosofía de Binghamton University (Estados Unidos), con maestría en Filosofía en la misma universidad y pregrado en Derecho en la Universidad del Rosario (Colombia) |
| Páginas | 165-215 |
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Las fórmulas de paz del Gobierno con
las Autodefensas Unidas de Colombia
Una lectura desde el realismo político*
Para comenzar esta segunda sección de libro, en este capí-
tulo analizo las fórmulas de paz del Gobierno de Álvaro
Uribe Vélez con las Autodefensas Unidas de Colombia
(), que constituye el primer modelo de justicia transicio-
nal () llevado a cabo en Colombia a inicios del siglo.
La tesis central del trabajo es mostrar que las fórmulas de
paz de este Gobierno pueden ser leídas como una estrategia
propia de los Estados que guían sus decisiones políticas
fundadas en la perspectiva del realismo político.
Esta sección expone los riesgos que para una demo-
cracia implica asumir esta postura en una negociación
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* Publicado en Transiciones en contienda. Dilemas de la justicia transi-
cional en Colombia y e n la experiencia comp arada, editado por Mic hael Reed y
María Crist ina Rivera (Bogot á: International Ce nter for Transitional Justice
——, 2010), 61-86. Una versión inici al de este capítulo f ue presentado en
el Simposio Internac ional “Derechos hu manos en sociedades en t ransición”,
auspiciado por el In stituto de Filosofía y el In stituto de Estudios Político s
de la Universidad de A ntioquia, en agosto de 200 7. Agradezco a Tatiana
Rincón y a Wilson He rrera sus valiosos comenta rios a versiones previas a
este texto.
política con un grupo armado. En el escrito, se estudian
las fórmulas de paz del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez
con las , en tres aspectos: en primer lugar, se analiza
el Proyecto de Alternatividad Penal y la Ley 975 de 2005
(Ley de Justicia y Paz, ) que presentó el Gobierno al
Congreso, y las reacciones del Gobierno cuando dichas
fórmulas fueron criticadas con base en funda mentos demo-
cráticos desde diversos grupos de la soc iedad civil y desde
las ramas de los otros poderes del Estado.
En segundo lugar, se sugiere que la aprobada por
el Congreso, que apoyó el Gobierno, constituye un instru-
mento jurídico que tiene gran asimetría entre el trato que
da a los miembros de las y las víctimas. El análisis se
encamina a indicar que la , como fue aprobada antes
del fallo de la Corte Constitucional , tenía la pretensión de
fortalecer a los perpetradores en el proceso, a costa de un
absoluto debilitamiento de los ciudadanos víctimas de los
delitos cometidos por los miembros de las .
Para nalizar, se usan algunos de los postulados más
importantes del realismo político, con el propósito de eva-
luar las fórmulas de paz del Gobierno con base en ellos y
criticarlos desde una perspectiva democrática.
Las fórmulas de paz del Gobierno
presentadas al Congreso
No es posible hacer un análisis directo de las negociacio-
nes y los acuerdos realizados por el Gobierno con las ,
puesto que estos procesos no fueron públicos y en ellos no
intervinieron sino representantes del Gobierno y los de las
. Por lo anterior, el análisis de los posibles intereses
del Gobierno y de las en las negociaciones solo puede
hacerse mediante la evaluación de los proyectos de paz
Transición a la paz yre sponsabilidad es deun pasado violento
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presentados o apoyados por el Gobierno en el Congreso y
en las respuestas del Gobierno ante las críticas que estas
fórmulas tuvieron.
El Proyecto de Alternativ idad Penal
A raíz de las negociaciones con el parami litarismo, el Go-
bierno de Uribe Vélez necesitaba contar con un instrumento
jurídico que motivara a los miembros de las para que se
desmovilizara n en su totalidad. La Ley 782 de 20 02, que el
propio Gobierno había expedido en diciembre, que luego
modicó con el Decreto 128 de 2003, perm itió exonerar de
responsabilidad penal sin acudir a ningún juicio criminal
a todas las personas de cualquier grupo armado que se
desmovilizaran individual o colectivamente, siempre que
no tuvieran procesos judiciales en su contra por del itos no
indultables o no amnistiables antes de su desmovilización.1
1 Colombia , Congreso de la Repúbl ica, “Ley 782, por me dio de la cual
se prorroga la v igencia de la Ley 418 de 1997, prorrogada y modi cada por
la Ley 548 de 1999 y se mod ican algunas de s us disposiciones”. Bogotá:
Diario Oc ial 45043, 23 de diciembre de 20 02; Colombia, Presidencia de
la República, “ Decreto 128, por el cua l se reglamenta la Ley 418 de 1997,
teria de reincor poración a la sociedad ci vil”. Bogotá: Dia rio Ocial 45073,
24 de enero de 200 3. Como lo expresó Gustavo Ga llón, el Decreto 128 de
no se podía otorga r los benecios a quienes “ hayan cometido” críme nes no
indultables o no am nistiables. El Dec reto era mucho más amplio y est ablecía
el benecio par a quienes no hubieran sido “procesados o condena dos” por
estos delitos, lo cu al excede lo dicho por l a ley. En Colombia, como lo señala
Gallón, “ la casi totalidad de lo s paramilitar es (al igual que de guer rilleros)
no han sido procesado s ni condenados por tales del itos, pues la impunidad
en el país es muy alt a y, además, la ident idad de la mayoría de combatien-
tes se desconoce”. Esto sig nica que la ma yoría de los combatiente s que
se habían desmov ilizado fueron dejados en lib ertad y se les otorgaron los
benecios por del itos susceptibles de concederse indu ltos o amnistías, sin
Las fórmula s de paz del Gobierno con l as Autodefensas Unida s de Colombia
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