El golpe de Estado en Chile: los políticos no creyeron en las advertencias de los periodistas - Primera parte. El testimonio de los escritores y el origen de la memoria - Memoria de crímenes. Literatura, medios audiovisuales y testimonios - Libros y Revistas - VLEX 857331496

El golpe de Estado en Chile: los políticos no creyeron en las advertencias de los periodistas

AutorEduardo Soto Díaz
Páginas79-87
79
EL GOLPE DE ESTADO EN CHILE: LOS POLÍTICOS
NO CREYERON EN LAS ADVERTENCIAS
DE LOS PERIODISTAS
Eduardo Soto Díaz
Chile había sido un país con un electorado dividido en tres tercios. En 1970,
Salvador Allende rompió ese equilibrio y sacó la primera mayoría ratificada
por el Congreso pleno. Siempre he pensado que esa diferencia que Allende
marcó en las urnas no habría sido posible sin el entusiasmo y la energía des-
plegada por los diarios de izquierda. Hablo de Puro Chile, Clarín, El Siglo
y el vespertino santiaguino Última Hora. Esta prensa escrita fue capaz de
contrarrestar la propaganda de los periódicos de derecha; más aún, podría
afirmar que se pasó a la ofensiva y se develó la maraña de mentiras y de mis-
tificación de la oligarquía criolla. El triunfo fue estrecho, pero indiscutible
gracias a esa prensa de trinchera. Sin embargo, desde el mismo día de su
derrota, la derecha comenzó a complotar y durante los siguientes dos años
no cejó en su empeño. De manera que en 1973 la situación era, por emplear
un eufemismo, comprometida.
Los periodistas sabíamos que el golpe militar era inminente, una cosa de
tiempo, de poco tiempo. Algunos días viernes nos apertrechamos con nuestras
familias temiendo que ese fin de semana ocurriera lo que creímos imposible
dos años antes: que los militares abandonaran los cuarteles y se tomaran las
calles y el poder. Existía una tradición republicana, donde el poder civil era

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