El maestro, la argumentación en educación - Adjudicación jurídica política de la vida y argumentación en educación - Libros y Revistas - VLEX 950961955

El maestro, la argumentación en educación

AutorDalia Carreño Dueñas
Páginas101-159
EL MAESTRO,
LA ARGUMENTACIÓN
EN EDUCACIÓN
Introducción
Es propósito identicar en los actuales términos de la educación, los
prototipos argumentativos que sustentan al maestro en el ejercicio
de su tarea educativa, e identicar una argumentación de cara a una
concepción más abierta del ser humano, al proceso del conocimiento
y a la sociedad. Este propósito implica identicar en el estado actual
de las discusiones sobre la educación superior el conocimiento que el
orden social moviliza, las instituciones y sujetos que requiere y genera
y, nalmente, sustentar desde aquello que se identica como el ethos
propio de la educación superior, el rol que corresponde al maestro con
la connotación de formador.
Las trasformaciones que sufren la educación, las comunidades
cognitivas y el conocimiento reejan cambios mucho más profundos,
que van más allá de cuestiones o intereses epocales, o incidencias de
medidas externas de carácter organizacional; es algo más allá que toca
retos y tensiones que experimentan hoy los maestros, los alumnos y la
comunidad cognitiva.
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102 Adjudicación jurídica política de la vida y argumentación en educación.
La educación superior y las comunidades académicas que la gestionan,
se incorporan en la actualidad a un caudal social sin precedentes, con
rezagos de diferentes formas de argumentación y de acción educativa,
rezagos que traslapan modos de ser y de actuar, rezagos de ideales
clásicos como la denominada paideia para la civilidad, de aquellos
ideales de la tradición racional-natural en su compromiso con la vida
humana, pero también de la sociedad moderna tardía con su estrategia
pragmática operacionalista, hasta llegar a una institucionalidad habitada
por paradigmas como el de las ciencias sociales, la losofía de la
historia, las ciencias del espíritu, por ideas preconcebidas de hombre,
por objetivaciones de la realidad y del alumno.
Esto conlleva retos a aquello que se ha convenido en denominar el ethos
educativo, sobre todo a nivel superior y para lo superior. Cuando la
sociedad reclama un mayor compromiso de los académicos, lo hace en
razón a las necesidades de dicha sociedad en relación con su pertinencia
social, y esto produce tensiones, encuentros y desencuentros en cuanto
a la preservación de la libertad académica, las formas de producir y
gestionar el conocimiento, el lugar y papel de los maestros, pudiendo
alterar una de sus funciones sustanciales: alimentar una concepción del
ser humano más ajustado a su ser.
Además, el conocimiento que se presenta como rasgo esencial del
proyecto de la sociedad moderna, no tiene una correspondencia con
el conocimiento que la educación superior históricamente promueve.
La sociedad promueve un conocimiento que no es abordado como un
proceso, sino como un producto, y como tal introduce nuevos lenguajes
como competencias, talento humano, eciencia, transferibilidad,
trabajo colaborativo, sociedad del conocimiento, decisionismo, entre
otros. Esto inuye en la argumentación y conguración de los currículos
desde una visión limitante, que puede llegar a olvidar la adquisición
del conocimiento como proceso, como desarrollo del intelecto, de la
voluntad, como abordaje de la verdad, como apuesta por la objetividad,
dejando de lado categorías esenciales como la comprensión, la
interdisciplinariedad, la crítica, la sabiduría.
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Colección Selecciones de Investigación Nº 11
Ante los cambios de una sociedad que muestra multiplicidad de formas,
sin instituciones dominantes, a no ser las del mercado, con exceso de
circulación de todo tipo de objetos, de información, de sensaciones,
de discursos, de promoción de distintas formas de vida, la comunidad
cognitiva, los maestros se sienten incómodos, como encerrados ante una
racionalidad prescriptiva, de nes preestablecidos, operacionalistas,
urgidos por un Estado regulador, evaluador, de mano de un discurso de
corte neoliberal.
Los maestros generan acuerdos, acomodaciones, pero también
resistencias. En este contexto, se sienten y se avizoran profundos
cambios en los roles del maestro en diferentes direcciones: la educación
superior ante la sociedad, ante el conocimiento, el rol del estudiante
ante nuevas concepciones de educación pragmatista, pero sobre todo el
rol y papel del maestro ante la sociedad, ante el conocimiento, ante el
alumno, ante sí mismo.
En criterio de Martha Nussbaum (2011, p. 20), estamos en medio de
una crisis de proporciones que aún no hemos comprendido lo suciente,
una crisis que con el tiempo puede llegar a ser mucho más perjudicial, y
no es exactamente una crisis de carácter económico, aunque la incluye,
es una crisis en orden a la educación, según la autora.
Educación que cada vez se muestra más incapaz de acompañar a los
ciudadanos ante la capacidad de pensar por sí mismos, poseer una
mirada crítica sobre las tradiciones, comprender el tiempo presente y
comprender la importancia de la democracia, la ecología, la solidaridad,
lo nocivo de un ánimo de lucro sin medida, los extremismos o retrocesos
temerosos al pasado, la aliación a cuerpos de doctrina reaccionarias,
excluyentes, el relativismo epistemológico que conduce a una
resignación intelectual (Nussbaum, 2011, p. 20).
No se trata de recuperar el pasado, ni el establecimiento de una
forma cognitiva especíca, ni un orden especíco de academicismo,
la argumentación en educación más bien debe consistir en una forma

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