Narconarrativas. El capitalismo lleva un narco en el corazón - Innovaciones en la ficción audiovisual, rupturas y transformaciones - Los desafíos a las televisiones en América Latina - Libros y Revistas - VLEX 911534646

Narconarrativas. El capitalismo lleva un narco en el corazón

AutorOmar Rincón
Páginas302-317
302
lo s d e s a f í o s a l a s t e l e v i s i o n e s e n a m é r i c a l a t i n a
El narco es la auténtica globalización de nuestra sociedad, ya que
funciona como integración, negocio, economía, política, moral,
movilidad social e industria cultural. Tal vez, por eso, el fenó-
meno narco concita tanta atención estética para los medios masivos, redes
digitales, turismo, arte y discurso político. En lo cultural la interpretación
hegemónica ha sido que lo narco promueve la apariencia, el exhibicio-
nismo y el mal gusto para exhibir el éxito o el dinero del individuo. Se
reconoce su potencia de interpelación emocional puesto que provee feli-
cidades instantáneas al participar del mercado de bienes simbólicos. Lo
narco documenta una ética donde no importa el cómo, interesa el parti-
cipar del mundo como consumo. En lo comunicativo se aprovecha que
tiene alta comunicabilidad para producir obras mediáticas y digitales.
Lo problemático de las miradas sobre lo narco está en que es un fenó-
meno leído, casi siempre, bajo miradas de clase, raza y moralismo. Mirada
en las que sobresale una óptica clasista que arma que los de abajo son
de mal gusto (luego, quien enuncia esta valoración arma que él sí tiene
buen gusto, ese de la modernidad ilustrada); una valoración moralista
que comprende y valora lo narco como una enfermedad que padecen los
no ilustrados (luego, los ilustrados y cultos no padecen de ese virus); un
gusto aprovechado por el artista irónico para exhibir su denuncia social
(luego, con el gusto del pueblo hago arte); una puesta en comunicación
para educar moralmente al pueblo, cuando lo que buscan, realmente,
canales y productoras de televisión, cine, libros, espectáculos es el negocio
y explotar el morbo masivo para generar éxitos mediáticos.
“Todo colombiano lleva un narco en su corazón” he dicho en todo lo
que he escrito sobre narconovelas y cultura narco en Colombia (Rincón
2009, 2010a, 2010b, 2013, 2015a, 2015b, 2017, 2018)1, pero esto sería
constatar que un grupo humano, el colombiano, es el dueño de lo narco y
que tiene una “autenticidad” narco, lo cual es poco probable y es un impo-
sible ya que el narco es el fenómeno globalizado más potente de nuestra
sociedad. Aquí se quiere argumentar que el narco es el gusto del capita-
lismo y signica la entrada del pueblo en el capitalismo, en el consumo, en
un capitalismo para todos. Por eso, más que lo narco sea una desviación
ética, o un fenómeno colombiano, lo narco es el capitalismo puro y duro:
y es el capitalismo el que lleva un narco en el corazón. En este sentido, si
Pablo Escobar es el rey del narco y Trump es el mandamás del capitalismo,
· Muchas de las reexiones que aquí aparecen retoman ideas, análisis y propuestas
desarrolladas en estos textos.
303
na r c o n a r r a t i v a s
los dos se juntan en que expresan ese gusto, esas prácticas, esas éticas que
hemos dado en llamar narcos pero que en verdad son capitalistas. Un
capitalismo para todos donde todos podemos “participar” y “ascender”
socialmente vía el consumo.
En este contexto, analizar las narrativas mediáticas de lo narco signi-
ca mirar nuestra subjetividad y agencia en el espejo del capitalismo  -
nanciero, en el que importa es el billete y el aparentar que se expresa
en marcas, aparatos tecnológicos, arquitecturas, carros, modas, turismo,
sexo, drogas y morales del yo por encima de la ley. Y estos valores y
estéticas son exhibidos y celebrados por series de televisión, películas,
músicas, libros, modas, redes digitales, políticos, artistas y el turismo. Y si
estos productos culturales masivos tienen éxito es porque generan “reco-
nocimiento” en quienes las disfrutamos y gozamos; ya que la regla de
éxito de la comunicación masiva dice que vemos y gozamos donde nos
identicamos.
Partiendo de este argumento de que lo narco actualiza, pone en
evidencia y exhibe el gusto propio del capitalismo, en este ensayo se busca
atravesar las lógicas “superiores” de clase, moral, educación y gusto para
entrar a comprender y analizar lo narco como fenómeno cultural propio
del capitalismo. Por esta razón, en este ensayo quiero hacer cuatro cosas:
(1) proponer lo narco más allá del asunto droga-delito-malgusto para
comprenderlo como el signo explícito del gusto-ética del capitalismo del
siglo ; (2) describir cómo se hace ese gusto narco en las narrativas
audiovisuales; (3) ejercer una mirada crítica y problematizadora sobre
las narcopolíticas culturales en Colombia; (4) presentar una propuesta
artística para intervenir las morales y cinismos que habitamos en eso que
llamamos “narColombia”.
Lo narco es el gusto y la ética del capitalismo
Lo narco es una acción ilegal, criminal, policial, política y de segu-
ridad. Lo narco es, a su vez, un negocio muy productivo de carácter global
que ha logrado una de las mejores, más innovadoras y potentes formas de
integración mundial: se consume en todo el mundo, su trabajo es en escala
y está en todos los países, su economía es altamente productiva y son
absolutamente brillantes en el uso de las tecnologías y la política. Hasta
ahí todo claro, es ilegal y es una manera perfecta de funcionar del capita-
lismo nanciero globalizado. Pero, lo narco ha traspasado de lo político,

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR