Transformación mediática
| Autor | Henry Rubiano Daza |
| Páginas | 19-35 |
Capítulo I.
Transformación mediática
Un buen periódico, supongo, es una nación hablando consigo misma.
Arthur Miller
L
as tecnologías de la información y la comunicación () son denidas por
Castells (2006), a partir de cinco factores que constituyen el núcleo del paradigma
de la tecnología de la información. El primero hace referencia a las tecnologías para
actuar sobre la información. El segundo lo relaciona con la capacidad de penetración
de los efectos de las nuevas tecnologías, puesto que la información es una parte
integral de toda actividad humana. El tercero alude a la lógica de la interconexión
de todo sistema o conjunto de relaciones que utilizan estas nuevas tecnologías de
la información. El cuarto lo identica con la exibilidad y el quinto alude a la conver-
gencia creciente de tecnologías especícas en un sistema altamente integrado.
Con base en lo anterior, las son frecuentemente entendidas como el uso del
conocimiento cientíco para especicar modos de hacer cosas de una manera
reproducible, en donde convergen un conjunto de tecnologías de la microelec-
trónica (máquinas y soware), las telecomunicaciones (televisión, radio y la
optoelectrónica), además de la ingeniería genética y su conjunto de desarrollo y
aplicaciones en expansión (Castells, 2011). Igualmente son interpretadas como:
“Las que giran en torno a tres medios básicos: la informática, la microelectrónica
y las telecomunicaciones; no de una forma aislada, sino de manera interactiva
e interconexionada, permitiendo conseguir nuevas realidades comunicativas”
(Cabero, 1998, p. 198).
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Teniendo en cuenta lo anterior, este capítulo centra el análisis en los elementos
fundamentales que vienen incidiendo en la producción informativa de los
medios de comunicación, producto de la incursión de las , que hoy por hoy
se evidencian en todos los escenarios sociales y actividades de producción,
observándose con mayor fuerza, por su avance progresivo y constante, en las
nuevas formas de comunicar, representadas hoy en las redes sociales, así como en
los formatos mediáticos.
El mismo Castells (2005) precisa que:
La era de la información es un periodo histórico caracterizado por una
revolución tecnológica centrada en las tecnologías digitales de información
y comunicación, concomitante, pero no causante, con la emergencia de una
estructura social en red, en todos los ámbitos de la actividad humana, y con la
interdependencia global de dicha actividad. Es un proceso de transformación
multidimensional que es a la vez incluyente y excluyente en función de los valores
e intereses dominantes en cada proceso, en cada país y en cada organización
social. Como todo proceso de transformación histórica, la era de la información
no determina un curso único de la historia humana. Sus consecuencias y
características dependen del poder de quienes se benecian en cada una de las
múltiples opciones que se presentan a la voluntad humana. (p. 15).
Lo anterior lleva a interpretar que las han permitido a la humanidad un mayor
acceso a la información gracias a Internet y de paso han generado cambios de
conductas y de paradigmas, que con propuestas innovadoras han reemplazado
hábitos, que nacen con una fecha de caducidad cada vez más corta (Neira, 2015).
Pero más allá de la nalidad del proceso comunicativo, las han incidido
en los modelos de negocios, en los mercados, en la industria y en la oferta de
servicio, hasta moldear una nueva sociedad determinada por ellas mismas, en
donde la transmisión de la información se convierte en la fuente fundamental de la
productividad y el poder, toda vez que el papel crucial de la tecnología como fuente
de la productividad en las economías avanzadas parece ser capaz de abarcar también
buena parte de la pasada experiencia del crecimiento económico, trascendiendo
diferentes tradiciones intelectuales de la teoría económica (Castell, 2011).
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Periodismo digital en los medios regionales: subuso tecnológico y notario de redes
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