Transitando por la 'buena vecindad': los periplos de los Cárdenas Arroyo
| Autor | John Alexander Gomez Granados |
| Páginas | 83-141 |
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Abolengos y méritos
Los antecedentes de los Cárdenas Arroyo se remontan hasta el
siglo . De la familia , como recuerda Juan, han hecho parte
reconocidos políticos e intelectuales. De hecho, en la reunión de
los dos apellidos conuye un pasado político que en su momento
fue antagónico: el liberalismo de Tomás Cipriano de Mosquera y
el conservadurismo de Julio Arboleda, protagonistas de la caída
de la Confederación Granadina y el nacimiento de los Estados
Unidos de Colombia.
Como ahijada y prima, Margarita Díez Colunge de Arroyo
tenía un afecto y admiración profunda por Julio Arboleda. Por
eso, procuró dejar unos breves apuntamientos. Firmados en Po-
payán el 23 de mayo de 1914, allí se describen los trágicos sucesos
que tuvieron que afrontar Arboleda y su familia, así como las
batallas en las que el general salió victorioso —“Los Árboles”,
“Cabuyal” y “Tulcán”— durante la disputa por la soberanía de
los Estados que componían la entonces Confederación Grana-
dina. Se los dedicó, además, a sus hijos y nietos, a quienes tantas
veces les rerió estos hechos en los que guran miembros de la
familia.1 Entre sus nietos estaba Margarita Arroyo Arboleda,
madre de Juan Cárdenas Arroyo.
Los “Apuntamientos sobre don Julio Arboleda” se publica-
ron en el Boletín Cultural y Bibliográco, gracias a que José Ma-
ría Arroyo Arboleda cedió a Guillermo Gutiérrez de Alba una
copia para su publicación, comentada mucho tiempo después,
1 Véase Gregorio Hernández de Alba, “Las postrimerías de Julio Arboleda”,
Boletín Cultural y Bibliográco, 19, n.º 4 (1982): 69.
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Democracia y gobiernos de facto
en 1982. Pero aparte de tal escrito, Margarita Díez Colunge
es recordada por su participación en la revista Popayán. Sobre
todo, por la elaboración del árbol genealógico que determinó a
Sebastián de Belalcázar como el tronco común de la ascendencia
de los próceres de la independencia.
Durante cerca de setenta y cinco años —de 1907 a 1985—,
y pese a sus dicultades nancieras y de funcionamiento, Popa-
yán fue la revista que aglutinó a gran parte de la intelectualidad
payanesa alrededor de temas como la historia y la cultura. De
hecho, dada su marcada y evidente vocación histórica, desem-
peñó un papel fundamental en la consolidación de la ciudad de
Popayán como “ciudad fecunda”, “cuna de la generación gloriosa”
de los próceres de la Independencia y, por ende, el lugar donde
predominaban la hidalguía y el honor, sus pilares fundamentales.
Por ello mismo, procuraba exaltar a las familias tradicionales
y personajes ilustres que mejor encarnaban tales valores. Así se
refería, por ejemplo, Miguel Arroyo Díez —“uno de los prime-
ros y más activos colaboradores de la revista”,2 hijo de Margarita
Díez Colunge— a propósito de la familia Arboleda:
La nobleza de las familias no es otra cosa que su antigüedad
[…] la democracia moderna abolió las prerrogativas de los
aristócratas y a todos los igualó ante la ley; pero no ha pro-
clamado, ni ha pretendido hacerlo, la igualdad social, ya que
2 Alexander Buendía Astudillo, “Caracterización de la revista”, en Narrativa his-
tórica en la revista Popayán : Una lectura desde el periodismo cultural (Popayán:
Universidad del Cauca, 2018), 20.
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no es posible poner bajo un mismo rasero la ignorancia y el
saber, la virtud y el vicio, el trabajo y la negligencia.3
La autoría de los artículos de la revista, en general de una
extensión similar a las columnas de opinión de hoy en día, y
algunos más extensos dedicados a conmemorar fechas, hechos
o la existencia de algún personaje sobresaliente, fue masculina.
“Fueron muy pocas las mujeres que publicaron en la revista, y
las que sí lo hicieron fue a través de poemas. No hubo una sola
mujer que gurara como directora o editora de la revista en sus
301 ediciones”.4 Aun así, en los números correspondientes a los
meses de julio y agosto de 1919 (101-102), Popayán, bajo la di-
rección de Antonio Olano y Miguel Arroyo Díez, publicó la
genealogía de Belalcázar que, curiosamente, no estaba en el su-
mario de la primera página. El trabajo genealógico, en las últimas
páginas de la edición, sección “Genealogías”, estaba dedicado a
Popayán. Lo rmaba M. D. C de A. (Margarita Díez Colunge
de Arroyo) con el siguiente párrafo introductorio:
El siguiente cuadro, formado bajo la más verdadera y rigurosa
investigación genealógica, demuestra cómo el conquistador
Belalcázar fue el tronco de algunos próceres y mártires de la
guerra de la Independencia, á [sic] saber: los payaneses Ca-
milo Torres, Francisco José de Caldas, José María Quijano,
Francisco Antonio Ulloa, Fidel Pombo O’Donnell, Silvestre
3 Mig uel Arroyo Díez, Revista Popayán [Popayán], 1907: 10, citado en Buendía
Astudillo, Narrativa histórica, 20.
4 Buendía Astudillo, “Caracterización de la revista”, 25.
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