Tres tesis sobre la libertad de expresión
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DISCUTIENDO CON ELENEMIGO: UN ENSAYO SOBRE LIBERTADD E EXPRESIÓNEN LA ERA...
§5.
TRES TESIS SOBRE LA LIBERTAD
DE EXPRESIÓN
Si no creemos en la libertad de expresión de quienes no piensan como
nosotros, no creemos en ella.44
N. Chomsky
Las clasificaciones no son ni falsas ni verdaderas. Ellas represen-
tan, nada más, una lucha contra el caos. Al menos contra el caos inte-
lectual. De lo que se trata es de organizar la materia bruta de la vida
siempre esquiva y pujante y evasiva en unos preceptos simplifica-
dos que faciliten su comprensión. Con ello, si bien es cierto se corre el
riesgo de disecar las fuerzas elementales que conforman la acción so-
cial, de anular las múltiples contradicciones y paradojas que gobier-
nan las cuestiones humanas, se aspira a construir unos periscopios
con los que vemos mejor la complejidad del mundo. Toda teoría es un
corsé de la vida, pero uno necesario para su comprensión.
La clasificación que presento a continuación es eso, una simplifi-
cación. Pero una que, ojalá, facilite agrupar una parte importante de
lo que se discute muchas veces bajo esa etiqueta esquiva y problemá-
tica llamada «libertad de expresión» que, tal y como he expuesto, es
un concepto complejo. Cada una de las tesis que se ofrecen a conti-
nuación agrupa distintos pensamientos e ideas que buscan brindar
una visión de conjunto. Pues sí. Una suerte de «cajón de sastre» al
que, si bien no le cabe todo, es suficiente para organizar algo del ma-
terial disponible. Eso ya es algo.
44 De l a página: https://portalfrases.com/frases-de-libertad-de-expresi on/ El día
17 de agosto de 2019, 12:35 m.d.
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MINOR E. SALAS
Tal y como yo veo el asunto de la libertad de expresión, esta pue-
de ser aprehendida mediante tres maneras distintas (aunque no son
las únicas). Voy a llamar a cada una de esas maneras:
(1) La doctrina extrema de la libertad de expresión;
(2) La doctrina fuerte de la libertad de expresión; y
(3) La doctrina débil de la libertad de expresión.
Pasaré a explicar seguidamente la primera y la tercera de las doc-
trinas, dejando la segunda en último lugar, por ser aquella que me
parece reúne los mejores argumentos en la defensa de la libertad de
expresión, tal y como yo la visualizo y entiendo.
La doctrina extrema acerca de la li bertad de expresión propone la
idea de que nuestra posición ideológica, cualquiera que esta sea, hay
que defenderla ya no únicamente en el discurso, o sea, mediante la
articulación escrita, verbal o visual, sino acompañada de acciones. Esas
acciones pueden comprender, aunque no se diga así siempre de ma-
nera expresa, incluso actos violentos, de agresión o acaso hasta de
eliminación física de los individuos o grupos antagónicos. Los enemi-
gos se persuaden o mueren. Esa pareciera ser la consigna de esta doc-
trina radical.
Lo que sucede es, justamente, que muchos grupos radicales (dis-
frazados de «minorías», algunos de ellos) pretenden imponer por la
fuerza, la violencia y la amenaza, sus opiniones e ideas. A eso le lla-
man «libertad de expresión». Estos grupos son, y no hay que llamarse
a engaños, tanto de la izquierda como de la derecha y del centro. Es
cierto que, de cara a la opinión pública, estas personas se auto presen-
tan como grandes defensores de la libertad de expresión, de los dere-
chos de terceros y de la libertad de pensamiento. Empero, sus accio-
nes reales van en una dirección muy distinta, lo cual me lleva a recor-
dar aquel sugerente motto de Martín Lutero: «No le mires los labios,
mírale los puños».
La doctrina extrema sobre la libertad de expresión es en reali-
dad, para mí, una manifestación particular y descarnada de lo que
en teoría social se denomina: realismo político (Realpolitik ); o sea, una
forma de organización y de orientación de la acción social de carác-
ter fundamentalmente pragmático, sin acudir a justificaciones éti-
cas, filosóficas o teoréticas en general. Acá el fin justifica los medios,
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