Callejones: no hay derecho a la revolución - Parte II. Los caminos sin alegría - Guerra civil posmoderna - Libros y Revistas - VLEX 857125189

Callejones: no hay derecho a la revolución

AutorJorge Giraldo Ramírez
Cargo del AutorDoctor en Filosofía por la Universidad de Antioquia
Páginas323-368
323
Capítulo 8
CALLEJONES:
NO HAY DERECHO A LA REVOLUCIÓN
La estructura de esta parte del trabajo se explicó en la Introduc-
ción. Se trata de proponer un marco normativo para enfrentar las
guerras posmodernas y de arrostrar en primer lugar la necesaria
demanda de fijar una línea demarcatoria entre combatientes y
enemigos no combatientes. Puesto que la propuesta se preocupa
por la desvalorización contemporánea del ius in bello, es urgente
entenderse con la posición de los combatientes. El final de la gue-
rra civil posmoderna es la preocupación subsiguiente, pues toda
la estructura ética de la argumentación de las teorías de la guerra
justa se encamina a evitar al máximo los males de una guerra ac-
tual, independientemente de cuáles sean sus motivaciones. Sin
embargo, una teoría de la guerra civil justa no estaría completa sin
abordar el ius ad bellum. Se dijo que debe mantenerse la pauta de
que no hay ningún ius ad bellum como idea regulativa.
Este capítulo se ocupa de discutir la principal formulación
del ius ad bellum en las guerras civiles, expresada como derecho
a la revolución. Obviamente, una negación tajante del ius ad be-
llum tiene como corolario inmediato una negación del derecho
a la revolución. Ya en medio de la Revolución Francesa, Kant se
había atrevido a negar el derecho a la revolución. Con todo y la
santificación que se ha hecho del genio de Könisberg, durante los
324
últimos dos siglos esa sentencia ha sido escondida como la basura
debajo de los tapetes, de modo que refrendarla públicamente es
algo de lo más raro. Hablar mal de las revoluciones fue política-
mente incorrecto, y atacarlas señal de mentalidad reaccionaria.
Hubo excepciones, como es de esperarse. Una de ellas provino
en un momento clave de la historia mundial por parte de uno de
los principales iconos de la cultura popular del cambio de siglo.
Bono es el carismático líder de la banda irlandesa de rock U2,
líder mediático de la lucha contra el hambre en el siglo xxi y acti-
vista global de diversas causas sociales; ha sido, como irlandés, un
europeo atento a las guerras civiles y, en la década de 1980, sobre
todo a la norirlandesa y la salvadoreña. En medio de su principal
gira mundial, hasta entonces, repite la prohibición kantiana con
rabia: “Maldita sea la revolución”, y moviliza a su público a gritar
“¡No más!”. Era una noche de otoño de 1987 en Denver, pero
el disco y la película de la gira se replicaron sin descanso durante
1988 y 1989 en todo el mundo. En 1987 la expresión “maldita sea
la revolución” era apenas un grito desesperado de un joven que,
lejos de su país, se enteraba de un atentado con bombas realiza-
do por el ira que dejó 11 muertos y 63 heridos civiles el preciso
día de su concierto (8 de noviembre),1 pero la perpetuación del
anatema en vinilos y acetatos coincidiría con la mayor oleada de
revoluciones triunfantes de la historia, con la novedad de tratarse
de revoluciones pacíficas.
La discusión sobre este tema se realizará en cuatro momentos.
Primero se analizará el concepto de revolución como un concepto
dual, se tomará luego la teoría de la revolución de Marx como el
epítome de las elaboraciones conceptuales sobre lo que significa
la revolución moderna, se proseguirá discutiendo los términos en
que se produce la paradoja kantiana que emite el dictum de con-
dena a la acción revolucionaria y, a la vez, una satisfacción exter-
na, y se finalizará cotejando las valoraciones marxiana y kantiana.
1 El anatema fue pronunciado en medio de la canción Sunday Bloody Sunday,
que conmemora los hechos del llamado Domingo sangriento, cuando el ejército
británico disparó contra una manifestación católica en Derry, el 30 de enero de
1972, con un saldo de 14 muertos (entre ellos 6 menores de edad) y 12 heridos.
325
eL bifrontismo de La revoLución
Preliminarmente debemos explicar por qué se efectúa esta vin-
culación entre guerra civil posmoderna y revolución. El primer
nexo entre estos dos fenómenos es analítico y proviene de algunas
de las más recientes macroteorías sobre la revolución. Para Ted
R. Gurr las revoluciones hacen parte de una serie de fenóme-
nos que, junto con la guerra de guerrillas u otras expresiones de
violencia civil-política, se pueden englobar bajo “la categoría de
guerra interna” (Skocpol, 1984: 30).2 A pesar de la especificidad
que reclama respecto a los enfoques previos, Skocpol admite esta
implicación mutua entre guerra y revolución como una conclu-
sión de su análisis comparado cuando afirma que
[…] las guerras e intrusiones imperiales hicieron nacer las crisis
revolucionarias, y los nacientes regímenes revolucionarios conso-
lidaron el poder del Estado, no sólo entre conflictos internos, sino
también en circunstancias internacionales amenazadas por los mi-
litares. (Skocpol, 1984: 441)3
Para Charles Tilly siempre existe una asociación entre guerra
civil y revolución, independientemente de las secuencias cro-
nológicas variadas que puedan presentar los diversos ejemplos
históricos, bien sea que la guerra civil siga a la revolución, como
en Francia y Rusia, o que la guerra civil preceda a la revolución,
como en Inglaterra y China (Tilly, 2000: 35).4 Más importante
2 Para Gurr la violencia civil-política se refiere a “todos los ataques colectivos
dentro de una comunidad política contra el régimen político” (Johnson, 1973:
819).
3 Esta interrelación es ampliamente aceptada en la literatura. Por ejemplo: “La
guerra y la revolución no sólo se alimentaban mutuamente, sino que se diluían
la una en la otra” (Tilly, 2000: 133). Una tipología más amplia, y también más
redundante, de las diversas conexiones entre ambos fenómenos, es la que ofrece
Halliday: a) guerras que precipitan revoluciones, b) revoluciones que precipitan
guerras, c) guerras para contener la revolución, d) guerras como instrumento de
la revolución (Halliday, 1999: 237).
4 Para Tilly una guerra civil entra en la categoría de revolución cuando es vic-

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR