Colombia 2002-2020. Televisión, redes sociales, periodismo y cultura política, entre la guerra y la paz - Televisión, nuevos medios y cultura política - Los desafíos a las televisiones en América Latina - Libros y Revistas - VLEX 911534618

Colombia 2002-2020. Televisión, redes sociales, periodismo y cultura política, entre la guerra y la paz

AutorFabio López de la Roche
Páginas82-129
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lo s d e s a f í o s a l a s t e l e v i s i o n e s e n a m é r i c a l a t i n a
Introducción
Este artículo revisará el papel de la televisión, las redes sociales y
el periodismo durante los dos gobiernos de Álvaro Uribe Vélez, entre el
2002 y el 2006 y el 2006 y el 2010, e igualmente los dos gobiernos de Juan
Manuel Santos desarrollados entre el 2010 y el 2014 y el 2014 y el 2018,
y lo que ha corrido del 7 de agosto del 2018 hasta comienzos del 2020 del
gobierno Iván Duque. Estos cinco períodos de gobierno han sido deni-
torios para el futuro de la democracia colombiana, y se han desarrollado
bajo el signo de una aguda polarización política de la sociedad, alrededor
de la política de “seguridad democrática” de Uribe Vélez, y a partir del
2012, sobre el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia ().
Uno de los referentes teóricos que nos puede ayudar hoy a pensar el
tema de la polarización política, los medios de comunicación en medio de
ella, y una política democrática para su manejo social y ciudadano, es el
concepto de posverdad.
El tema de la “posverdad” (post-truth), aparece en el debate público
por ser la palabra más mencionada durante el 2016 en Gran Bretaña
(Flood 2016). El Cambridge Dictionary (2018), dene la posverdad
como algo “relacionado con una situación en la cual la gente está más
dispuesta a aceptar un argumento basado en sus emociones y creencias,
que uno basado en hechos”. Para algunos analistas, las sociedades en el
mundo habrían entrado en una época de posverdad, y en una política de
posverdad. Por su parte, el Oxford Dictionary (2018) dene posverdad
como “relacionado con, o que denota circunstancias en las cuales los
hechos son menos inuyentes en el moldeamiento de la opinión pública,
que el recurso a la emoción y a la creencia personal”.
Los editores de los Oxford Dictionaries expresaron que “el uso del
término post-truth se ha incrementado alrededor de 2000% en el 2016
comparado con el año pasado”. El pico en su uso, expresaron los editores,
se produce “en el contexto del referendo sobre la Unión Europea en el
Reino Unido y la elección presidencial en los Estados Unidos” (Flood
2016).
Anota también Flood en su artículo que
los aspirantes al título [de la palabra del año de los Diccionarios
Oxford - F. L.] han incluido el sustantivo alt-right, abreviado de la
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co l o m b i a 2002-2020
forma completa “derecha alternativa” deniéndola como “una agru-
pación ideológica asociada con puntos de vista conservadores o
reaccionarios extremos, caracterizados por el rechazo de la política
dominante y por el uso de medios en la web para diseminar contenido
deliberadamente controversial”. (2016)
Para el caso colombiano, es necesario destacarlo, la cultura política
de la derecha ha sido históricamente hegemónica, y a comienzos del siglo
, esta tradición político-cultural se ha visto fortalecida, y ha sido justa-
mente el populismo de derecha, asociado a los dos Gobiernos de Uribe
Vélez, el que ha impuesto el tono de la cultura política y cierto sentido
hegemónico en el manejo de la información. Por ello, esa denición de la
“derecha alternativa” resulta muy productiva para nuestro caso.
El tema de la posverdad se relaciona de manera ineludible con procesos
de formación política deciente de los ciudadanos en nuestras sociedades
y con el asunto del cultivo virtuoso, pero también de la manipulación inte-
resada de las emociones políticas. En la generación de actitudes y prácticas
de posverdad juega también el desconocimiento o el mal conocimiento de
la historia por parte de los colombianos, en una mediana y larga duración
temporal, como también de la historia más reciente del país, la “historia
inmediata”. Tal desconocimiento entraña serias dicultades para la valo-
ración informada de los hechos por parte del ciudadano, que termina
reproduciendo acríticamente mensajes y memes altamente ideológicos en
las redes sociales. Pero también para el periodista sin una sólida forma-
ción intelectual y política, que termina tomando partido como cualquier
ciudadano del montón, en medio de las polarizaciones características de
nuestro presente.
Presentaremos a continuación temas, casos y problemas relacionados
con el funcionamiento de los medios de comunicación y el periodismo en
Colombia con respecto a la información política y la verdad noticiosa
en los últimos dieciocho años.
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Ofensiva contra las
FARC
, propaganda y respaldo
de los grandes medios a la “seguridad democrática”
de Uribe Vélez (2002-2010)1
La política militar de Uribe Vélez fue muy ecaz en la lucha contra
la guerrilla en mención, a la cual expulsó del departamento de Cundina-
marca y de las proximidades de la capital, golpeándola severamente en su
capacidad ofensiva. Así mismo, en la penetración de zonas selváticas de
la Orinoquía y la Amazonía colombianas, donde los campamentos y las
posiciones de aquella guerrilla eran considerados inexpugnables.
La política militar de la “seguridad democrática” contribuyó a recu-
perar la conanza de los inversionistas extranjeros en el país y la de los
propios colombianos, para transitar por las principales carreteras, luego
de muchos años de inseguridad y temor por un posible secuestro guerri-
llero. Vías como Bogotá-Villavicencio y Bogotá-Medellín y otras troncales
del país, durante los años noventa afectadas por secuestros masivos de
viajeros y otras interferencias armadas por parte de las  y el ,
fueron recuperadas para su normal circulación.
Pero si bien la “seguridad democrática” solucionó el problema de la
seguridad en las principales carreteras y golpeó signicativamente a este
grupo armado, no lo pudo derrotar, y esa organización pudo recomponer
su estrategia militar a partir del 2008. Hacia una valoración del futuro y
exitoso proceso de paz de Juan Manuel Santos con las  entre el 2012
y el 2016, es necesario tener en cuenta que ese esfuerzo militar de conten-
ción de esa guerrilla por el Gobierno Uribe Vélez fue muy importante para
golpear su capacidad ofensiva, disuadirla de la toma del poder y predispo-
nerla hacia una negociación de paz.
En cuanto a los paramilitares, entre el 2004 y el 2007 Uribe Vélez
promovió una negociación política con los jefes y miembros de grupos
paramilitares que se acogieron a la Ley de Justicia y Paz y desactivó
temporalmente un importante factor del conicto armado. Sin embargo,
numerosos mandos medios y miembros rasos se reciclaron después en los
nuevos grupos paramilitares y en bandas criminales, denominadas bacrim.
· Retomo en esta parte varias ideas y algunos párrafos del apartado “Agenda gu-
bernamental coherente y reiterada, apuesta por la televisión y ausencia de una
agenda propia sobre los problemas nacionales desde los grandes medios”, del ca-
pítulo  de mi libro López de la Roche 2014.

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