Comentario final
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COMENTARIO FINAL
La presente teoría constitucional defiende el tipo ideal del Estado constitucional, de-
mocrático, social y ambiental –ECDSA–. En este sentido, no considera oportunas aquellas
escuelas de pensamiento que santifican unilateralmente el componente liberal de este
triángulo de valores. Con base en un derecho natural realista –tanto en el sentido de la
naturaleza humana como en aquella de las leyes naturales del planeta–, prevalecen
evidentemente los componentes sociales y ambientales.
Entre otros aspectos, el análisis comparativo de los dos siglos y medio del Estado
constitucional moderno ha criticado la tendencia bibliográfica y en la opinión pública
que sobreestima notoriamente la calidad constitucional de algunos países selectos –
especialmente, de la potencia imperial del mundo libre que dinosauriofica un nocivo
darwinismo social–. En cambio, otros países están notoriamente subestimados –en
particular, las repúblicas de América Latina–.
Si se pregunta por la mejor calidad constitucional en el mundo actual, uno puede
pensar en Escandinavia con su democracia social nórdica, su extraordinaria capacidad de
rendimiento, su seria apertura ambientalista, su nivel de justicia social, su tranquilidad
de interacción política y su estilo muy respetuoso frente a cualquier ciudadano1117. Sin
embargo, no solo faltan algunos de los 20 criterios cualitativos –como la republicani-
zación en tres de los cinco Estados y el amparo iusfundamental en general–, sino que
se trata también de una cultura constitucional muy específica, altamente informal,
crecida durante más de dos siglos que no es transferible a ningún contexto divergente.
Igualmente, son discutibles las democracias socio-ambientales de Europa central que, segu-
ramente, mostraron tendencias muy optimistas en la primera mitad de la sexta ola, pero
las subsiguientes desvalorizaciones econocráticas dirigieron a otros caminos. Además,
vale la pena repensar América Latina con sus textos constitucionales que son los más
idealistas a lo largo del mundo, su funcionamiento relativamente bueno bajo las condi-
ciones difíciles de sociedades no saturadas y en vista de su surgimiento de gobiernos
de honesta pretensión progresista en el presente, pero hay también tantas debilidades
en la materialización que ponen en duda esta visión. En realidad, no existe el Estado
constitucional perfecto.
1117 Monarquías: Dinamarca, Noruega, Suecia. Repúblicas: Islandia y Finlandia. Comp. SVEN JOCHEM, “Die
nordischen Demokratien”, en Der Bürger im Staat, núm. 2/3, Stuttgart, LPB Baden Württemberg, 2014,
págs. 103-111.
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