Conclusión
| Autor | Carlos March/Andrea Vulcano |
| Páginas | 269-297 |
Conclusión
Si llegamos hasta aquí hablando de talento, debemos concluir
este trabajo haciendo referencia al futuro. Porque el talento es lo
que da razón de ser al futuro. Sin talento permaneceremos en un
presente constante, en un instante eterno, sin desafíos, sin transfor-
maciones, sin interpelaciones. El talento inyecta potencia al futuro.
Pero antes, volvamos a recordar el inicio de Arbusta de la mano
de Anaclara Dalla Valle78 que, haciendo referencia a un mode-
lo de negocios que nació poderoso, sensible e integral mostrará
Arbusta en tiempo y espacio.
«El modelo de Arbusta es muy poderoso. Lo fue desde un prin-
cipio, cuando parecía utópico pero al mismo tiempo, sistémico,
real y comprometido. Cuando era muy complejo explicar cómo
funcionaría, por qué, quién contrataría a quién, cuál era el en-
qué. Desde el inicio, Arbusta nació para ser una interfaz, para
salvar brechas, para unir mundos aparentemente desconecta-
dos. El para qué de Arbusta siempre estuvo claro y tuvo en pri-
mera instancia horizontes de nombres y apellidos y luego casos
78. Miembro del equipo inicial de Arbusta.
270 / La potencia del talento no mirado
concretos que hicieron cuerpo algo que sigue siendo invencible:
el modelo de negocio. Tan poderosa como Arbusta, eran y son
las posibilidades del mercado digital. Aún más en ese momen-
to inicial. Arbusta hackeó desde el principio el statu quo: en los
barrios se podía enseñar tecnología, se podían ofrecer servicios
digitales y esas personas, cuyos currículums siempre escondie-
ron la dirección postal, ya no necesitaban hacerlo. Su lugar en
el universo online los ayudaba también a hackear el prejuicio
de su procedencia. De su “¿Dónde vivís?”. En mi caso, venía de
unos años de entrenar a adolescentes en tecnología, a través de
Huellas Digitales, mi primer proyecto social. Pero tanto a mi ta-
ller como a muchísimas capacitaciones o formaciones pensadas
para “incluir laboralmente”, le faltaba una parte: no se hacía car-
go del real acceso al mercado laboral; no gestionaba proyectos;
no negociaba con clientes; no golpeaba puertas en clientes al
como sí lo hizo Arbusta desde el día cero. Arbusta, en su mode-
lo integral, sensible y profundo, habilita mundos posibles y un
mundo de posibles, habilita a jóvenes y a mujeres que escucha-
Ahora sí, veamos el futuro que proyectan los fundadores: «La
que conforman Arbusta es el gran activo y, al mismo tiempo, el
tenemos la gran satisfacción de imaginar el futuro pero, al mis-
mo tiempo, la gran responsabilidad de garantizar que ese futuro la
honre. Cómo tomar las decisiones correctas, cómo diseñar lo que
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