La crisis del seguro de responsabilidad civil - El aseguramiento de la responsabilidad civil médica - Libros y Revistas - VLEX 741409621

La crisis del seguro de responsabilidad civil

AutorMónica Lucía Fernández Muñoz
Páginas61-84

Page 61

Problemáticas que suscita el seguro RC frente a la eficacia de la responsabilidad civil

Tratando de hacer un recuento de los principales factores que han llevado a que el seguro RC haya adquirido un lugar importante como instrumento de indemnización del daño, se puede mencionar que el fin de la protección de las víctimas explica en gran medida el desarrollo prodigioso de este instrumento. Igualmente, la toma de conciencia acerca de la importancia y la gravedad del riesgo de responsabilidad civil en el mundo moderno, sumado a la ocurrencia de riesgos de accidentes, resultado del carácter peligroso de un gran número de actividades, han incitado que tanto el legislador como la jurisprudencia pongan en marcha sistemas de responsabilidad más estrictos, lo cual conlleva que los potenciales responsables se vean en la necesidad de contratar un seguro.

Del mismo modo, el propio legislador, en muchos casos, ha contribuido a aumentar la demanda del seguro RC cuando impone la obligación de asegurar la responsabilidad civil. Incluso la jurisprudencia, para el caso específico de Francia, ha decidido que, en algunas materias y aun no existiendo la obligación de asegurarse, debe valorarse como culposa la conducta de quien expone a un tercero a ciertos riesgos sin haber verificado que estos estuvieran o no garantizados por un seguro. Este fue el criterio expresado en el caso de una agencia de viajes que no verificó que los transportadores y hoteleros a los cuales envió sus

Page 62

clientes estuvieran asegurados para su responsabilidad civil.116Para la jurisprudencia francesa, aquel que ejerce una actividad creadora de riesgos asume por ello la obligación de contratar un seguro.

Esta expansión vertiginosa del seguro de responsabilidad ha recibido, sin embargo, algunas críticas por parte de la doctrina. La primera de ellas tiene que ver con la pérdida del sentido individual de responsabilidad que la práctica del seguro trae consigo para el propio asegurado; la segunda se relaciona con las dificultades que el mismo instituto del seguro genera al momento de otorgarse una indemnización a la víctima del daño; finalmente, la tercera hace alusión a algunas desigualdades que surgen entre el asegurador y la víctima al momento de acceder a la administración de justicia.

Si bien en la época actual, especialmente en los países desarrollados, se considera normal, aconsejable e incluso a menudo obligatorio asegurarse, hay incluso quienes consideran que es la única opción que se tiene, a no ser que la persona esté capacitada económicamente para responder por los costos de las demandas civiles de indemnización. Sin embargo, respecto al seguro RC se ha discutido la desventaja que este puede traer al permitir que el asegurado “adopte una actitud más tranquila y menos diligente en su conducta usual y profesional”.117

En verdad, una de las críticas más frecuentes ha sido aquella según la cual el seguro RC provoca en el sujeto potencialmente responsable que se haya asegurado una “sensación de tranquilidad respecto las consecuencias de su propia conducta, con el correlativo efecto de disminuir los niveles de atención y diligencia”.118

De este modo, se habla de una posible pérdida del sentido individual de responsabilidad en el asegurado, conocido en Italia con el nombre de azzardo morale, que es uno de los más importantes argumentos adoptados a favor de la presunta inmoralidad del seguro de responsabilidad civil.

Por este motivo, corrientemente se ha interrogado respecto a si la amenaza de la responsabilidad civil sea útil para que los médicos ejerzan su arte con diligencia. A este respecto, alguna doctrina manifiesta que si la respuesta fuera

Page 63

afirmativa, habría necesidad de prohibir la práctica del seguro RC; sin embargo, otros señalan que es evidente que la diligencia de los médicos no depende en nada de la responsabilidad civil, pues la cualidad de un médico depende de varios aspectos:

Del esfuerzo que él realiza por estar al corriente de los progresos de la ciencia, de su aptitud para escuchar, para interrogar, para juzgar o para actuar pausadamente, de su benevolencia respecto al paciente que sufre o que está inquieto al cual es menester reconfortar con una palabra, con una sonrisa.119De este modo, el alto nivel médico no depende de la amenaza que puede representar la institución de la responsabilidad civil, sino de la formación profesional recibida, del control disciplinario y, solo en casos graves, del control que ejerce la justicia penal. Así pues, no es la responsabilidad civil la que eleva y mantiene el nivel médico; en consecuencia, podría afirmarse que el instituto del seguro RC logra garantizar no solo la seguridad de los pacientes, sino también, y dentro de justos límites, la libertad de decisión a la cual aspiran los médicos.

Como antes se indicó, en sus inicios, la validez de este contrato de seguro de responsabilidad se puso en duda, pero esa supuesta ilicitud del contrato, erróneamente asimilado al pacto de exoneración de responsabilidad, no tenía razón de ser, porque no se eliminaba el deber del responsable hacia el tercero perjudicado, sino que se reforzaba con la garantía del seguro.120No obstante, el seguro RC era observado con gran desconfianza, ya que se sospechaba que su práctica alentaba la negligencia y la incuria; de ahí que la presión de los hechos y el desarrollo pertinaz y espontáneo de su práctica llevaron a un cambio radical de opinión, que en últimas fue la que logró llevar al convencimiento respecto de su utilidad y eficacia, permitiendo que la figura ganara el importante lugar que ocupa hoy en día.121

La absoluta e inderogable necesidad de mantener aquellas actividades indispensables para el desarrollo de la vida en sociedad permitió el crecimiento de este ramo del seguro. Con el desarrollo de la tecnología y la difusión de un constante

Page 64

estado de riesgo en la sociedad, la garantía de la responsabilidad civil se hizo necesaria y moralmente válida, a tal punto que en algunos casos ha sido impuesta por la ley, sin que ello comporte un cambio en sus términos fundamentales.122

Así las cosas, es preciso señalar que el seguro no suprime la responsabilidad, solamente la transforma.123Cuando una persona contrata un seguro, prevé la posibilidad que pueda cometer algún comportamiento culposo. Luego, lejos de deshacerse de toda responsabilidad, acepta anticipadamente la carga, pagando una cierta suma de dinero que contribuirá a la reparación del daño. El seguro no suprime entonces la responsabilidad, ya que esta subsiste, solo que transformada, pues aquel que causa el daño por su culpa no es quien lo repara, sino la compañía aseguradora, generalmente más solvente que un simple particular.

Por otra parte, dentro de las críticas a la expansión del seguro RC, se hace alusión a las dificultades que el mismo instituto del seguro genera al momento de otorgarse una indemnización a la víctima del daño. El seguro de responsabilidad civil es una institución bastante delicada por la misma coexistencia de dos figuras jurídicas bastante complejas: la responsabilidad civil y el seguro, que juntas se funden en los tres sujetos involucrados: el asegurador, el asegurado y el tercerovíctima. En este sentido, el seguro de responsabilidad no escapa a la perspectiva contenciosa que puede generarse, en razón a los distintos intereses que están en juego.124Por una parte, los asegurados, deudores de una indemnización, buscan descargarse de esta deuda contratando un seguro; los aseguradores, por su lado, tienden a minimizar o incluso a rechazar el peso de dicha indemnización; finalmente, las víctimas, acreedores de la indemnización, generalmente buscan obtener el máximo posible en un corto plazo.

Esta estructura conflictiva del seguro de responsabilidad civil suscita dificultades específicas referidas a la prueba de la responsabilidad del asegurado y a la prueba de la garantía del asegurador. En efecto, para que la garantía del seguro se haga efectiva, es necesario que la víctima, antes que demostrar la responsabilidad del asegurado, identifique al responsable o autor presunto del daño. Una vez

Page 65

identificado el aseguradoeventual responsable del daño —lo cual puede resultar difícil en algunos eventos—, la víctima puede verse confrontada a otros obstáculos relacionados con la prueba de su responsabilidad, no obstante los cuales, una vez que la responsabilidad ha sido establecida, la garantía del seguro no se adquiere necesariamente; es decir, no existe certeza en la indemnización, ya que a menudo los aseguradores incluyen en los contratos cláusulas por las cuales prohíben al asegurado reconocer su responsabilidad o transigir con la víctima y el incumplimiento de estas obligaciones puede ser sancionada incluso con la privación de su derecho a la garantía.125En lo tocante a las dificultades relativas a la prueba de la garantía del asegurador, una vez que la víctima ha demostrado la obligación del responsableasegurado, corresponde a este demostrar que la obligación está cubierta por un seguro, estableciendo para ello que todas las condiciones de la garantía están reunidas. Para liberarse parcialmente de la carga de la indemnización, el asegurador, por su parte, invoca simplemente la limitación de la garantía que se halla estipulada en el contrato. Para liberarse totalmente, en cambio, debe comprobar que las circunstancias del siniestro no entran en el campo de aplicación de la garantía, demostración que también conlleva de por sí un cierto número de dificultades en cuanto la carga de la prueba.

Otra de las complicaciones en torno a la indemnización tiene que ver con el perjuicio que puede sufrir el asegurado con ocasión de la apelación de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR