Desplazamiento, estado de cosas inconstitucional y responsabilidad estatal. Las piezas del rompecabezas que nos condujeron a la pregunta - Responsabilidad del Estado frente al desplazamiento forzado - Libros y Revistas - VLEX 648911825

Desplazamiento, estado de cosas inconstitucional y responsabilidad estatal. Las piezas del rompecabezas que nos condujeron a la pregunta

AutorMiguel Andrés López Martínez
Páginas1-49
1
1. Desplazamiento, estado de cosas
inconstitucional y responsabilidad estatal.
Las piezas del rompecabezas
que nos condujeron a la pregunta
Este es un intento por esbozar el marco de conceptos y categorías que nos
permitieron formular la pregunta de investigación dándonos una idea del
contexto histórico, teórico y jurídico en el que pretendemos explorar la res-
ponsabilidad estatal. Por eso los principales temas que presentaremos serán, en
su orden: el contexto general del  y sus perspectivas teóricas, el contenido
y alcances del  y los alcances de la  como mecanismo de reparación.
1.1. El desplazamiento forzado en Colombia como manifestación
del conicto armado y como objeto de estudio
El desplazamiento forzado () es una de las manifestaciones del conicto
armado y este a su vez constituye uno de los principales fenómenos que explican
buena parte de la dinámica de la sociedad colombiana y de sus instituciones
jurídicas.22 Por lo anterior, pensar en el  implica tener en cuenta dicha rea-
lidad conictiva. Bajo esa perspectiva, María Teresa Uribe propone tres criterios
de análisis del desplazamiento que resultan cruciales para su comprensión: la
continuidad histórica del fenómeno, la multipolaridad del conicto armado
y las dinámicas bélicas y la heterogeneidad y ausencia de identidades preexis-
tentes entre las víctimas.23
22 Uprimny, Rodrigo. “Constitución de 1991, Estado social y derechos humanos: promesas incum-
plidas, diagnóstico y perspectivas”. Debate a la Constitución, -Universidad Nacional de Colombia,
Bogotá, 2002, pp. 55-72.
23 Uribe, María Teresa et ál. Desplazamiento Forzado en Antioquia 1985-1998. Volumen 0, Apro-
ximaciones teóricas, Secretariado Seccional de Pastoral Social Sección de Movilidad-Universidad de
Antioquia, Bogotá, 2001.
2
Responsabilidad del Estado frente al desplazamiento forzado
1.1.1. Continuidad histórica del fenómeno del desplazamiento forzado
El  es una constante histórica en la conformación territorial del país. El
proceso de expulsión está íntimamente ligado a los procesos de ocupación
gradual del territorio, en los que la violencia ha sido una característica cons-
tante. Para explicar mejor este fenómeno los teóricos han identicado tres
causas generales de nuestros primeros conictos asociados a la posesión de
la tierra: inserción subordinada y tardía de nuestra economía a la de mercado
internacional, excesiva concentración de la propiedad privada sobre la tierra
y construcción excluyente de instituciones en una sociedad heterogénea.
En primer lugar, la naciente república de Colombia heredó las estructuras
económicas de la sociedad feudal española y le costó varias décadas superarla:
mientras apenas abríamos los primeros escenarios de mercado interno, los
países europeos aprovechaban el pleno auge de la revolución industrial. Nos
invadió entonces la urgencia por alcanzar los mismos éxitos de la burguesía
europea del siglo , pero nos resistimos a cambiar la esencia de nuestras
instituciones, aun coloniales. Nuestra llegada a la Independencia como Estado
soberano no contó con un proyecto económico propio, sino con la incorpo-
ración de dinámicas burguesas-capitalistas (como la reducción de aranceles a
mercancías extranjeras) a través de formas institucionales semi-feudales (como
la explotación agrícola en haciendas). 24 De manera que la tierra conservó su
protagonismo en Colombia aun en la era de las máquinas europeas.25
En segundo lugar, el “corazón de la violencia colombiana fue la constante
disputa territorial entre una casta de grandes propietarios y los campesinos
desposeídos que huyeron hacia las selvas. Esta tensión latifundio-colonización
provocó diferentes reacciones: insurgencia, contrainsurgencia y, por supuesto,
desplazamiento. La soberanía estatal nació frágil frente al poder alternativo de
los terratenientes poderosos.26
24 Algunas instituciones sociales como “el gamonal”, tuvieron su raíz en la desigual distribución de
poder colonial. Mondragón Báez, Héctor Hernán. La organización campesina en un ambiente de terror.,
Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos (), Cuadernos Tierra y Justicia, Agencia
Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (), Secretariado Nacional de Pastoral Social.
Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional (), Bogotá, agosto de 2002, p. 11.
25 Uprimny, Rodrigo. La dialéctica de los derechos humanos en Colombia, Fundación Universitaria
Autónoma de Colombia, Bogotá, 1992.
26 Reyes, Alejandro. Guerreros y campesinos, Norma, Bogotá, 2009.
3
Desplazamiento, estado de cosas inconstitucional y responsabilidad estatal
Finalmente, el desprendimiento de la Colonia nos dejó una sociedad di-
vidida en estamentos con obligaciones y privilegios diferentes: criollo-terrate-
niente, campesino, artesano-comerciante, esclavo (el indígena no aparecía en
el imaginario como clase independiente). De manera que la construcción de
las primeras instituciones fue obra de los privilegiados que excluyeron a los de-
más.
27
Lo anterior tuvo dos consecuencias importantes: la primera fue la falta de
arraigo social de las normas, por lo que su violación se convirtió en la reacción
más frecuente; la segunda fue la necesidad de utilizar la fuerza para someter a
los desobedientes. Ambas se convirtieron en hábitos históricos.
28
Sobre este trípode se erigió una confrontación larga y desgastante, cuyo re-
sultado ha sido un mapa con varios actores armados que sacrican a la población
civil en la búsqueda de territorio, recursos y aceptación de su autoridad local.29 El
número creciente de  durante los últimos treinta años es una consecuencia
de la conuencia de circunstancias que esbozamos atrás: según el Departamento
Administrativo para la Prosperidad Social, tan solo durante el periodo compren-
dido entre los años 1989 y 2010 el conicto armado ha expulsado a 3486305
personas, lo que representa 798018 hogares.30
1.1.2. Multipolaridad del conicto
Desde los albores de la república, incluso antes, la violencia fue el método más
ecaz para garantizar el poder: la principal herencia colonial fue la predilección
por el uso de la fuerza y no de los argumentos.31 La pervivencia de nuestro
27 González, Fernán, “Conicto violento en Colombia: una perspectiva de largo plazo”. Revista
Controversia, número 181, febrero de 2004. Disponible en: www.cinep.org.co/revistas/controversia
(visitada el 22 de junio de 2006).
28 González, F. “¿Una historia violenta? Continuidad y rupturas de la violencia política en las guerras
civiles del siglo  y la violencia del siglo ”. J. F. Ocampo, Historia de las ideas políticas en Colombia. De
la independencia hasta nuestros días, Taurus, Bogotá, pp. 299-344. Sobre el uso del derecho como estrategia
de batalla y de la fuerza como garantía de dicha estrategia, el documento del profesor Hernando Valen-
cia Villa es realmente revelador: Valencia, Hernando. Cartas de batalla. Una crítica del constitucionalismo
colombiano, Panamericana Editorial, Bogotá, 2010.
29 Lair, Eric. “El Terror, recurso estratégico de los actores armados”. Guerra en Colombia: actores arma-
dos. Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (Iepri), Bogotá, Universidad Nacional
de Colombia, 2004, pp. 131-161.
30 http://www.dps.gov.co/Estadisticas/SI_266_Informacion%20%20%20(4-08-2010)%20
ver%202.htm Visita del 31 de agosto de 2012.
31 Trujillo, Carlos. Orígenes de las guerras civiles en Colombia, Ediciones Historia y Sociedad, Bogotá,
1931.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR