La estigmatización de las personas sobrevivientes de ataques con agentes químicos - Reflexiones sobre el concepto de víctima desde diversos enfoques disciplinarios - La voz de las víctimas: reto para la academia ante el posconflicto - Libros y Revistas - VLEX 748486337

La estigmatización de las personas sobrevivientes de ataques con agentes químicos

AutorBeatriz Londoño Toro/Sheila Giraldo Duque/Camila Alejandra Villalobos Araújo
Páginas171-207

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Introducción

De todas las formas de violencia existentes en Colombia, los ataques con sustancias químicas son una de las manifestaciones más extremas y denigrantes contra el ser humano. El incremento de casos de violencia con ácidos, la falta de acceso a la justicia y la impunidad de los responsables hacen de este crimen un verdadero problema social en el país y en el mundo.

En Colombia, un escenario de posconflicto que orienta sus esfuerzos en el reconocimiento y reparación de las víctimas del conflicto armado permite el desarrollo de un panorama de respuestas institucionales a las víctimas de las agresiones con agentes químicos, desde el establecimiento de medidas que permiten no solo su reconocimiento y la garantía de sus derechos, sino su posible reparación y la erradicación de estas prácticas poco documentadas.

En la revisión bibliográfica realizada sobre el tema, se encuentra que son pocos los estudios que trabajan el problema y es en los países de Oriente Medio donde existen instrumentos normativos o de regulación de estos hechos. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados desde organismos de las Naciones Unidas, como la oms, que ha elaborado manuales de medidas para evitar las quemaduras producidas por ataques con ácido y su tratamiento, cuando estas ya han ocurrido, las cifras recientes muestran un incremento de casos en

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Europa. Según lo reportado por el diario El Mundo, de España, Inglaterra es el epicentro del mayor número casos: 720 en un año, 394 solo en Londres (2017).

A nivel mundial, Colombia ocupa uno de los primeros lugares en esta aberrante práctica (Gaviria Castellanos, Gómez Ortega & Insuasty Mora, 2014). Según las cifras de Medicina Legal, el porcentaje de víctimas mujeres agredidas es del 80,9 % y en la estadística de agresores, se encuentra que el 79,5 % son hombres (Gaviria Castellanos, Gómez Ortega & Insuasty Mora, 2014). Es evidente que estos casos tratan de actos de violencia basada en el género que resulta en el sufrimiento o daño físico, sexual o mental de la mujer, tal como lo cita la Organización de Naciones Unidas (Hoyos, 2014).

De esta forma, el proyecto de investigación que da sustento a este artículo busca realizar una revisión teórica sobre cómo la estigmatización genera revictimización en el caso de personas sobrevivientes de ataques con agentes químicos y analizar, comparar y generar propuestas a partir de las herramientas que ofrecen los protocolos y normas colombianas en los sectores de salud, justicia y medios de información y comunicación.

El trabajo tiene como base la investigación que se realizó en el marco de un convenio con las organizaciones de sobrevivientes de ataques con agentes químicos a través del modelo Investigación Acción Participativa. En los grupos focales de sobrevivientes y funcionarios de salud, surgieron evidencias y cuestionamientos importantes sobre los cuales se pretende profundizar, pero seleccionamos el tema de la lucha contra la estigmatización por considerarse como una prioridad, no solo para la academia, sino para las instituciones y organizaciones de personas sobrevivientes.

Gracias al impulso de las organizaciones de víctimas (sobrevivientes) de ataques con agentes químicos, en Colombia se han adoptado en el último decenio normas para intentar prevenir y erradicar los ataques con agentes químicos, pero los datos que son reportados por las entidades competentes como el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (inmlcf ), la Unidad de Quemados del Hospital Simón Bolívar y el Instituto de Salud Nacional (sivigila), evidencian que la aplicación de estas normas aún tiene muchas barreras y que los casos no han disminuido.

En el sector salud, un avance significativo son los protocolos de atención integral a víctimas de ataques con ácidos, resoluciones y circulares del Minis-terio de Salud y de la Superintendencia Nacional de Salud, los cuales indican la manera en que los funcionarios de salud deben tratar a los pacientes con

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esta condición; sin embargo, en la práctica se evidencia que las víctimas de ataques con ácido siguen siendo sujeto de revictimización y estigmatización por parte del sector salud, debido a que no se ha hecho una real campaña de sensibilización sobre este tema a los funcionarios. Es por ello que se plan-tean unos retos que pueden solucionar este problema a largo plazo, siempre y cuando exista voluntad por parte de todo el sector de la salud.

Por otro lado, los medios de comunicación se presentan como un actor determinante en este proceso de estigmatización y revictimización. Son el escenario desde el cual no solo se impulsa el desarrollo de diferentes iniciativas de carácter jurídico y normativo, sino aquel desde el cual se genera réplica de casos ante la difusión de información sobre venta y comercialización de los productos usados en estas agresiones, permitiéndose así ser el espacio desde el cual la imagen de las víctimas y sobrevivientes es difundida como una clara muestra del daño que se puede causar a la integridad del ser humano, comprendida desde su parte física, psicológica y social.

En este capítulo se hará una revisión teórica cuidadosa del significado e impacto personal y social de la estigmatización, como un fenómeno que obstaculiza la realización integral de los derechos. Luego se abordará el fenómeno de la lucha frente a la revictimización de las personas sobrevivientes de ataques con ácidos en tres áreas: salud, justicia y medios de información y comunicación, a partir de sus testimonios, contrastándolos con la figura de los protocolos de autorregulación que buscan combatir la discriminación y garantizar un tratamiento digno a las personas sobrevivientes. Finalizaremos con unas conclusiones y recomendaciones.

Marco teórico sobre discriminación y revictimización

Las actitudes sociales hacia personas con alguna condición física o psicológica “diferente” a lo que es común para nosotros se han considerado como un factor negativo de repercusiones complejas estrechamente relacionado con las condiciones de vida de estas personas en nuestras sociedades.

Las personas afectadas por alguna enfermedad grave, trastorno mental o deformidad física se ven perjudicadas en distintos aspectos de su vida, encontrándose al final con dos tipos de problemas, los derivados directamente de su enfermedad o trastorno; y los relacionados con el estigma, que, paradójicamente, suelen ser más permanentes y constantes. La consecuencia de ambos es una considerable disminución de las oportunidades para disfrutar

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de una ciudadanía activa y de los distintos aspectos relacionados con lo que llamamos calidad de vida: relaciones sociales, pareja, empleo, vivienda, salud, etc. (López, et al., 2008).

En este sentido, la estigmatización se asocia a un proceso social o a una experiencia personal caracterizada por la exclusión, el rechazo, la acusación o la desvalorización, que resultan en un juicio social adverso sobre una persona o un grupo. En este contexto, onu sida plantea que “el estigma es un poderoso medio de control social aplicado por medio de la marginalización, exclusión y ejercicio de poder sobre individuos que presentan ciertas características” (Acuña & Bolis, 2005).

Un ejemplo de personas que se ven afectadas por la estigmatización es la población víctima de ataques con agentes químicos —quienes son el sujeto principal de nuestro estudio—, debido a que son personas con condiciones físicas e incluso psicológicas inusuales a lo que es común para la sociedad. En este sentido, como veremos a lo largo del estudio, las víctimas de agresiones con ácidos cuentan con todas las caracterísitcas derivadas del proceso de estigmatización y son blanco de rechazo y exclusión.

De esta manera, ese complejo fenómeno social que resumimos bajo el término “estigma” puede definirse como un conjunto de actitudes, habitual-mente negativas, que un grupo social mantiene con otros grupos minoritarios en virtud de que estos presentan algún rasgo diferencial o “marca” que permite identificarlos. En el caso de las víctimas de ataques con ácidos, esta marca diferenciadora es la forma de su rostro deformado por la sustancia corrosiva, y, como Erving Goffman afirma, el término “estigma” se refiere a un atributo “profundamente desacreditador”, es decir, una característica que ocasiona en quien la posee un amplio descrédito o desvalorización. Por ello, como resultado de dicha característica, rasgo o marca diferenciadora, la sociedad genera estereotipos negativos hacia las personas y las considera como extrañas o peligrosas (López et al., 2008).

De esta forma, Goffman diferencia en principio tres tipos de “marcas”, según se deriven de rasgos físicos, psicológicos y socioculturales como categorías o dimensiones claramente identificables en los distintos tipos de estigma y que pueden darse además simultáneamente en una misma persona, gene-rando discriminaciones duales o múltiples: mujer, inmigrante, de orientación homosexual, con enfermedad mental o alguna otra enfermedad o defecto físico (López et al., 2008).

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Respecto a estas discriminaciones duales o múltiples, es menester hacer mención al concepto de “interseccionalidad”, el cual ha sido estudiado por diver-sos autores y críticos. La interseccionalidad es un concepto que fue acuñado por la jurista norteamericana Kimberlée Crenshaw, quien lo definió...

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