La política exterior colombiana de cara al proceso de paz y el posconflicto
Autor | Eduardo Pastrana Buelvas y Diego Vera Piñeros |
Cargo del Autor | Profesor titular de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (PUJ) y director del Departamento de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales/Profesor instructor de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (PUJ), adscrito al Departamento de Relaciones Internacionales |
Páginas | 61-89 |
La política exterior colombiana de cara al
proceso de paz y el posconicto
Eduardo Pastrana Buelvas1 y Diego Vera Piñeros2
Introducción
Antes del emprendido por Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC), hubo otros procesos de paz, pero
hoy llaman la atención el clima internacional que se busca potenciar y el
papel que cumplen la política exterior colombiana (PEC) y las reformas
internas, aún con dos de los cinco puntos del acuerdo de La Habana sin
resolver e incertidumbre acerca del mecanismo más adecuado de refren-
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de política exterior colombiana (PEC). Las negociaciones entre el actual
Gobierno colombiano y las FARC comienzan en 2012, durante el primer
período presidencial de Santos (2010-2014). Con el autodenominado
Ejército de Liberación Nacional (ELN), hay exploraciones desde 2012,
1 Profesor titular de la Ponticia Universidad Javeriana de Bogotá (PUJ) y director del
Departamento de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones
Internacionales. Doctor en Derecho Internacional de la Universidad de Leipzig.
2 Profesor instructor de la Ponticia Universidad Javeriana de Bogotá (PUJ), adscrito al
Departamento de Relaciones Internacionales. Politólogo de la PUJ y Magíster en Estudios
Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario (Bogotá).
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pero aún no negociaciones. Sin embargo, tanto el Gobierno como una
amplia porción de la sociedad han estado de acuerdo en que se negocie
fuera del país sin un cese al fuego y sin despeje, condiciones que parecen
negativamente el fracaso del proceso del Caguán con las FARC en la presi-
dencia de Andrés Pastrana (1998-2002).
Así mismo, los diálogos de La Habana entre el Gobierno colombia-
no y las FARC han generado gran interés entre los gobiernos y los repre-
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so (Noruega y Cuba) y los acompañantes (Chile y Venezuela). Igualmente,
parece ir en aumento la observación por parte de actores internaciona-
les gubernamentales y no gubernamentales, como la Organización de
Corte Penal Internacional (CPI) o Human Rights Watch (HRW), los cuales
armado interno.
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do como catalizadora del proceso de paz y también de la preparación de
condiciones domésticas y externas para empezar a construir las bases del
gubernamental que se ha acentuado en el último año, aunque suene ex-
A pesar de las vicisitudes de la mesa y los vaivenes de la opinión
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tentar llevar a cabo sus “tres pilares” de gestión para su segundo mandato,
los cuales conectará progresivamente con la PEC, que históricamente ha
resultado un brazo político adicional de los presidentes colombianos. Así
pues, desde su reelección, Santos anunció como objetivos de mediano pla-
zo (2025) la consecución de la paz, el logro de la equidad y el avance como
país “más educado de América Latina”, ligando estas tres metas ambicio-
sas con ideas que comprometerán inevitablemente a la PEC, tales como la
búsqueda de admiración, respeto y liderazgo externos, y la contribución
a la cooperación e integración regionales (Presidencia de la República de
Colombia, 7 de agosto de 2014).
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