La política de seguridad democrática, 2002-2005 - La inseguridad de la seguridad, Colombia 1958-2005 - Estudios sobre la seguridad nacional en Colombia II. La contribución de Francisco Leal Buitrago. Tomo V - Libros y Revistas - VLEX 800955265

La política de seguridad democrática, 2002-2005

AutorAngelika Rettberg/Laura Wills-Otero/Alejo Vargas Velásquez
Páginas177-212

Capítulo 6
La política de seguridad democrática,
2002-2005
E   la seguridad se integró en la conciencia ciudadana hasta conver-
tirse en el problema más sentido de la opinión pública durante el último año del
Gobierno de Pastrana (-). Esta situación le sirvió al candidato disidente
del Partido Liberal, Álvaro Uribe, para ascender en las encuestas electorales,
sobre la base de la persistencia de la violencia guerrillera y su competencia ar-
mada con los grupos paramilitares. Además de la seguridad con autoridad, su
campaña política se basó en la crítica a la corrupción y la politiquería, comple-
mento moralista de gran impacto en un país en el que el sistema político se susten-
ta en prácticas clientelistas y corruptas. De esta forma, Uribe triunfó en la primera
vuelta electoral, en mayo del , frente al candidato ocial del Partido Liberal.
Luego del nombramiento por primera vez de una mujer como ministra de
Defensa y la raticación de buena parte de la cúpula militar, la declaratoria del
“estado de conmoción interior” (excepción constitucional que sustituyó al es-
tado de sitio de la Carta anterior) y un impuesto para la seguridad fueron las
primeras medidas del presidente. El reclutamiento de los llamados soldados
campesinos para reforzar las zonas de donde estos son oriundos, la conforma-
ción de redes de informantes para alimentar los servicios de inteligencia, las
recompensas por información, el estímulo a la deserción de combatientes ilega-
les y la creación de zonas de rehabilitación y consolidación en dos áreas de in-
uencia guerrillera completaron el esquema inicial de la “política de seguridad
democrática”. Además, la Ley  de diciembre del  prorrogó la vigencia
de la Ley  de  —llamada de orden público—, pero abolió el requisito de
conceder estatus político a los grupos armados para iniciar negociaciones des-
tinadas a su desmovilización.
 Decreto ,  de agosto del , Diario Ocial número  ; Decreto ,  de agosto
del , Diario Ocial número  ; Decreto ,  de septiembre del , Diario Ocial
gobierno-tomo 5.indd 177 2/10/18 10:33 a.m.
 E      C 
Desde su campaña, Uribe buscó la forma de ampliar el apoyo internacional
a la solución del conicto armado interno alcanzado por el presidente Pastrana,
en el que se logró cierta aceptación de corresponsabilidad en el problema de
las drogas. Sin embargo, el nuevo presidente no mostró claridad al respecto,
pues pretendió involucrar a Naciones Unidas en aspectos poco ortodoxos de
su política. Los llamados cascos azules “a la colombiana”, destinados a proteger
a grupos sociales desplazados por la violencia en la recuperación de sus zonas
de residencia, y los buenos ocios de esa organización para buscar un diálogo
útil con las guerrillas a partir del cese de hostilidades fueron dos ideas plantea-
das desde el comienzo por el Gobierno. Las  se apresuraron a rechazar la
participación de la .
La promesa electoral de eliminar la corrupción y la politiquería se planteó
mediante el estreno del referendo —establecido en la Constitución de —,
con la revocatoria del Congreso, su reducción a una cámara y reformas para
mejorar la democracia. Recién iniciado, el Gobierno presentó un proyecto de
ley de referendo. Aunque fue fácil orientar las discusiones en el Congreso por
la amenaza de su revocatoria apoyada en un prolongado desprestigio, el
Gobierno varió sus objetivos al ceder gran parte de las pretensiones de reforma
política e introducir cambios scales con el argumento de que el “hueco scal”
era muy grande. Con alguna polarización el proyecto fue aprobado. Luego de
la sanción presidencial, a nales del  la ley pasó a revisión de la Corte
Constitucional.
Pese a no observarse resultados claros de la política de seguridad demo-
crática del Gobierno, el clima nacional reejaba optimismo al iniciar el ,
pues las guerrillas —en particular las , ya que el  estaba debilitado de
tiempo atrás— no habían mostrado gran contundencia desde su arremetida
terrorista en la inauguración del nuevo Gobierno, en agosto del . Además,
la tendencia de recuperación operativa de la Fuerza Pública había menguado la
capacidad ofensiva de la subversión, y la persistente presión presidencial al
exigir resultados había conducido a acciones preventivas importantes contra
el secuestro, el sabotaje y el terrorismo. En octubre, la toma armada por parte
de la Fuerza Pública de la Comuna  de Medellín, dominada por la guerrilla,
número  ; “Informantes en red”, en El Tiempo,  de agosto del ; “Vientos de guerra”, en
Semana, número ,  a  de agosto del ; “Campesinos armados”, Semana, número ,
 de agosto- de septiembre del ; “Desertar y ganar”, en Cambio, número ,  de agosto-
 de septiembre del ; “Tres departamentos en zonas de rehabilitación”, en El Tiempo,  de
septiembre del ; Ley  del  diciembre del , Diario Ocial número  .
 “ acepta buenos ocios”, en El Tiempo,  de agosto del ; “¿ anticipan respuesta?”,
en El Tiempo,  de agosto del ; “ descarta cascos azules ‘a la colombiana’”, en El Tiempo,
 de octubre del .
 “Hueco scal es más grande: Minhacienda”, en El Tiempo,  de agosto del ; “El giro del
referendo”, en El Tiempo,  de septiembre del .
gobierno-tomo 5.indd 178 2/10/18 10:33 a.m.

L    , -
había raticado en la opinión pública la imagen de voluntad política decidida
del Gobierno frente a la subversión, pese al traumatismo provocado, al nuevo
espacio ocupado a sangre y fuego por los paramilitares y a actos terroristas en
Bogotá. La percepción de tranquilidad quedó conrmada en las semanas del
periodo vacacional del cambio del año, cuando el Gobierno organizó carava-
nas de vehículos escoltados por la Fuerza Pública, que estimularon el despla-
zamiento terrestre de amplios grupos de la población, luego de varios años de
temores frente a asaltos y secuestros.
En materia de paz, la preocupación había girado en torno a los numerosos
secuestrados, en especial por parte de las . Esta guerrilla acumuló un ver-
dadero trofeo de guerra con el secuestro de guras políticas, además de militares
y policías retenidos por largo tiempo. Con este trofeo pretendían y aún preten-
den obtener un canje por los guerrilleros prisioneros en las cárceles del país,
aspecto que ha estado entre los objetivos de Manuel Marulanda, Tirojo, jefe
máximo de las  . Desde la ruptura del llamado proceso de paz, en febrero
del , la gura del intercambio humanitario ha sido el anhelo de familia-
res de los secuestrados. Sin embargo, los intentos por lograrlo han fracasado.
De manera discreta se habían hecho aproximaciones oficiales con el
, continuación de lo que venía de años atrás. Desde nales del Gobierno de
Samper, esta guerrilla ha estado interesada en adelantar negociaciones. Pero
además de que el Gobierno de Pastrana privilegió el proceso con las  y
desaprovechó oportunidades con el  —menguado por acción de los para-
militares—, dadas sus ambivalencias políticas esta guerrilla no había logrado
llegar a una mesa de negociaciones pese a la ayuda de organismos como el Go-
bierno de Cuba y la Iglesia.
Otra cosa ocurrió con los grupos paramilitares, ya que el Gobierno abrió
pronto espacios para que se plantearan posibilidades de negociación, luego de
que surgieran problemas en la unicación parcial alcanzada durante el Go-
bierno de Samper con la creación de las Autodefensas Unidas de Colombia
(). Cuando en el  Estados Unidos las incluyó —junto con las  y el
— en su lista de grupos terroristas —al igual que la Unión Europea, en mayo
del —, a las  se les planteó una situación contradictoria que afectó su
frágil unidad. Antes de surgir este problema, suponían que al “defender” al
 “La pelea es peleando, en C ambio, número , - de octubre del ; “Terror capital,
en Semana, número ,  de octubre- de noviembre del ; “Efecto dominó”, en Cam-
bio, número , - de diciembre del ; “Una fosa con  muertos, el nuevo lío de ‘Don
Berna’” en El Tiempo,  de octubre del .
 “Es hora del intercambio humanitario”, en El Tiempo,  de octubre del ; “Gobierno busca
diálogo directo para intercambio, en El Tiempo,  de noviembre del .
 “‘Hay algo con el ’: Londoño”, en El Tiempo, .o de septiembre del .
gobierno-tomo 5.indd 179 2/10/18 10:33 a.m.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR