Unilateralismo, origen - Parte I - Negociación colectiva y sindicatos de empleados públicos - Libros y Revistas - VLEX 950165506

Unilateralismo, origen

AutorJairo Villegas Arbeláez
Páginas69-70
6
La historia del empleo público es la historia del autoritarismo1, del absolutismo,
del unilateralismo, del totalitarismo, y también la historia de la lucha progresiva
por la laboralización, el bilateralismo y la negociación.
En el esclavismo, la relación de trabajo era de persona a cosa, de dueño a
esclavo, de allí que la relación de trabajo fuera regulada como el arrendamiento
de cosas o de esclavos, que nuestro Código Civil conservó y reprodujo bajo la
denominación de “arrendamiento de criados”2. El esclavista era el amo, su
poder y voluntad lo eran todo. El esclavo, decía la religión, no tenía alma, al
igual que los animales, mucho menos voluntad o derechos. Es el totalitarismo
laboral esclavista.
Dentro de esa misma perspectiva de sometimiento, en el absolutismo feudal
el monarca expresaba el poder político y el religioso, los atributos de jerarquía y
sumisión, la relación de súbdito y fiel, la imposición y la devoción3. El empleo
público era de propiedad del monarca, quien podía dispensarlo como favor o
atribuirlo por dinero4. La voluntad del monarca era la ley.
En la relación del monarca con sus empleados, solo existía la voluntad del
monarca. Los empleados solo debían obedecer, ser fieles. Era una relación de
potestad o de dominio del monarca, de sometimiento. Una relación unilateral
o de regulación unilateral por el monarca. El laborar al servicio del monarca
derivaba protección y posición social, por estar al servicio del interés común
representado por el príncipe. Laborar al servicio del interés común era de por
sí una merced del monarca. Por eso, solo algunos recibían retribución de natu-
raleza honoraria u honorarium.
Todo interés se sublima en el soberano, por ser quien representa el interés
común, general o social. Todos los poderes públicos estaban concentrados en
el monarca, quien expresaba la única voluntad, la única legalidad: “deliberar
es cosa de muchos y decidir de uno solo”. O expresado en la célebre frase de
luis xiv: “El Estado soy yo”. Es el totalitarismo laboral del Medioevo, el poder
político de los terratenientes y la iglesia.
1 O “la historia de un proceso de limitación del poder real”, como lo plantea la profesora española maría
de sande pérez-bedmar, en Empleo y prestación de servicios en la administración pública, Valladolid,
Lex Nova, 2006, p. 28.
2 Código Civil colombiano, artículo 234.
3 balbín torres, edgardo. Unilateralismo y negociación colectiva en la administración pública, Lima, Pon-
tificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial, 200, p. 1, y de la cueva, mario. “La situación
laboral de los trabajadores públicos”, ponencia, iv Congreso de Derecho del Trabajo, Caracas, 177, en
Derecho Laboral, n.º 136, Montevideo.
4 balbín torres. Ob. cit., p. 20; pérez-bedmar. Ob. cit., p. 30.
rincón córdoba, jorge iván. Derecho Administrativo Laboral, Bogotá, Editorial Universidad Externado
de Colombia, 200, capítulo i, numeral i.1., pp. 3 a 6, tomado como fuente doctrinal.

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