Alienación parental y manipulación testimonial de los niños
| Autor | Ricardo de la Pava Marulanda/Nancy Estela de la Pava Betancourt |
| Páginas | 75-102 |
C III
A
1. GE NE RA LID ADE S
La alienación parental es un instituto creado por Richard A.
en 1985, propuesto básicamente por las experiencias de
orden civil y familiar que se llevaban ante los jueces del área, fruto
También se presenta como producto de la intervención parcializada
hacia uno de los progenitores. Es así como el infante o el adolescente
critica, cuestiona y rechaza a uno de los padres, por lo que Gardner
denomina
un pariente cercano, según explicamos antes, programa a uno o varios
subconscientes y hasta inconscientes que emplea el sujeto alienante.
El problema en la alienación parental ocurre cuando la interferencia
nociva del adulto alienante se instala en la conciencia –conocimiento
moral de lo que está bien y está mal– (no consciencia, que es el
conocimiento de la propia existencia) del menor, pues se presenta un
choque emocional de traumáticas consecuencias psicológicas, muy
difícil de eliminar en los tratamientos psico-terapéuticos, puesto
que el menor quiere a sus dos padres (en condiciones de familias
normales) y además desea seguir siendo querido por ellos. Por eso
ante las primeras intervenciones de alienación, la repelen intentando
mantener una posición de equilibrio entre sus progenitores, ya que,
además, en muchas ocasiones son observadores directos de las
desavenencias entre sus padres.
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De lo anterior se puede deducir que el alienante desarrolla una
estrategia muy agresiva en el menor, para remover ese propósito de
equilibrio inicial y poder obtener de éste su rechazo hacia el otro
padre, lo que efectivamente ocurre si la labor de aquél es continua,
permanente y convincente, lo que no resulta difícil si se trata de
infantes, pues los adolescentes desarrollan una mayor resistencia a
la alienación dado que su proceso de maduración psicológica es más
avanzado y la esfera afectiva más consolidada.
de uno de sus padres, generalmente quien tiene su custodia, cuando
el otro padre abandona, forzosa o voluntariamente, el hogar. Eso sí,
sin dejar de quererlo y con la esperanza de recuperarlo. De todas
maneras, la separación siempre resulta dolorosa y traumática y en
muchas ocasiones se corre el riesgo de pérdidas afectivas, ya que los
niños, al no comprender del todo los motivos del abandono, fortalecen
su apego emocional hacia el padre que se queda.
Iñaki Bolaños en su artículo
publicado en la revista
De otro lado se tiene el denominado creado en los
años 60 por
parental en donde cada miembro de la pareja reiteradamente
desprestigia al otro delante de sus hijos con la velada intención de
que éstos lo rechacen, creándose dos bandos enfrentados en los que
los hijos participan muy dinámicamente. En este aspecto Wallerstein
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