Antecedentes de la Organización Bancaria en Colombia - Economía Colombiana - 5ta edición - Libros y Revistas - VLEX 705596329

Antecedentes de la Organización Bancaria en Colombia

AutorAlfonso Ortega Cárdenas
Páginas37-83
1. Dinero-Moneda-Riqueza
En el capítulo anterior tratamos sobre las necesidades, los bienes, los mer-
cados y los canales de distribución. En este capítulo explicaremos lo refe-
rente al dinero y a la moneda.
Debemos recordar que en los primeros estadios de la humanidad no se
conoció la moneda y que los conceptos de dinero y riqueza eran descono-
cidos; de ahí que los planteamientos de Confucio y demás tratadistas de
aquellos tiempos no hicieran referencia a los ricos y a los pobres, ya que
éstos simplemente no existían, todos eran iguales. Podemos armar que
los primeros seres que se agruparon para formar la familia, el clan y las
tribus utilizaron como medio para comercializar sus excedentes el llamado
cambio directo o trueque.
Recordemos que en un primer momento histórico, el hombre estaba total-
mente orientado a lograr la subsistencia diaria a través de la satisfacción de
las necesidades primarias. El día apenas le alcanzaba para recoger algunos
frutos, maderas y, si acaso, cazar o pescar algún animal, ya que el desarrollo
de los métodos e instrumentos productivos era muy escaso. La especializa-
ción del trabajo era muy rudimentaria: el hombre salía a pescar y cazar y la
mujer se encargaba del fuego, de la cocina y de recoger algunos frutos que
se encontraban cerca a su hogar.
Bajo estas circunstancias era poca la variedad de alimentos consumidos y
nunca se recogían los excedentes, salvo en casos excepcionales, por causas
Capítulo 3
Antecedentes de la organización
bancaria en Colombia
38 ECONOMÍA COLOMBIANA
puramente naturales. Así era como las familias y las comunidades peque-
ñas que trabajaban directamente en el medio natural se auto-sostenían y
no dependían del intercambio para lograr su subsistencia. Poco a poco, se
dieron fenómenos que fueron cambiando las relaciones entre los hombres
con su medio; con la especialización del trabajo, apareció la acumulación
de excedentes y el intercambio de los mismos mediante relaciones que im-
plicaban una mutua dependencia entre los hombres, pues ese intercambio
solo era posible si había quien necesitara parte del excedente del otro. El
manejo de este excedente llevó inicialmente al trueque y posteriormente al
uso formal del dinero como medio de cambio.
Todo este proceso se dio de forma lenta y progresiva. Inicialmente, se esta-
blecieron los mercados y los lugares para exponer diversos productos para
su intercambio, donde fue el trueque la base de esta relación. Sin embargo,
resultaba difícil encontrar una perfecta coincidencia entre las necesidades
de los individuos y los productos que se ofrecían; además, la producción y
las innovaciones se estancaban en la medida en que no se cumplía con la
entrega en la frecuencia deseada.
Estos problemas obligaron a quienes intercambiaban productos a escoger
una sola mercancía o un solo grupo reducido, que sirviera como medio de
cambio (moneda) para conseguir otros productos. Esta mercancía debía
ser aceptada por todos como medio de cambio y reejar poder de compra.
Las primeras formas de dinero-mercancía fueron el ganado, el tabaco, los
cueros, las pieles, los collares de perlas, las conchas, ciertas piedras, el aceite
de oliva, la cerveza, los licores, algunos metales, las mujeres, los esclavos,
entre otros. No obstante, muchas de los artículos mencionados fueron per-
diendo su carácter de medio de pago dado que, para servir de instrumento
de cambio, en cualquier circunstancia, debían ser elementos de aceptación
universal.
Homogeneidad era el otro requisito, ya que, ese dinero debía poderse inter-
cambiar por múltiples objetos de diverso valor, según las equivalencias que
se iban jando y trasmitiendo hasta que se convirtieron en relaciones acep-
tadas por todos. Igualmente, debía ser fácilmente transportable y de difícil
falsicación.
Con el paso del tiempo y la generalización de la actividad comercial, los
metales preciosos, sobre todo el oro y la plata, se constituyeron en el instru-
mento monetario por excelencia, desplazando otras formas de dinero-mer-
cancía y se constituyeron en el instrumento monetario por excelencia. Las
características del oro y de la plata eran las que más se adecuaban a las
circunstancias del intercambio. Su facultad para conservar el valor, su di-
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CAPÍTULO 3: ANTECEDENTES DE LA ORGANIZACIÓN BANCARIA EN COLOMBIA
visibilidad, su facilidad para el transporte y almacenamiento, permitía a su
dueño planicar su gasto al ritmo de sus necesidades y deseos. El valor de
estos metales oscilaba poco, lo cual garantizaba que conservase su poder
de compra a través del tiempo. Además, en el caso del oro, su densidad y
brillo lo hacían casi imposible de falsicar. El uso del metal-dinero duró
varios siglos. Al principio, el pago se hacía pesando el metal y estableciendo
la cantidad requerida para tal o cual transacción. El valor de los produc-
tos se media en peso/oro o peso/plata, lo que no dejaba de ser un proceso
cuidadoso y complicado de medición en el momento de las transacciones.
Debido a la falsicación de las pesas, las mediciones no eran de lo más jus-
tas. Por tal motivo, los gobiernos comenzaron a intervenir para garantizar
con un sello el peso/valor de cada pedazo de metal. Apareció la acuñación
de monedas, que resolvió el problema de la especulación pero no el de la
falsicación, de tal forma que cada gobierno creó sus propias monedas,
pero con ellas surgió el problema de la conversión entre unas y otras. Esto
puso en escena a los cambiadores o cambistas, guras importantes en las
ferias porque pesaban, canjeaban, y guardaban monedas. Estos fueron los
primeros pasos en la formación de la banca, el crédito y la moneda de papel.
El profesor Luis Eduardo Nieto Arteta nos relata cómo el ser humano ha
empleado durante su existencia un sinnúmero de elementos como mo-
neda. En el medio colombiano, por ejemplo, los antepasados emplearon
como medio equilibrado de cambio conchas marinas, sal, tabaco, aceite,
oro, mujeres, animales, entre otros elementos.
La utilización de la moneda metálica se le atribuye al gran legislador ro-
mano Solón, quien ordenó la acuñación de monedas de hierro; a partir
de entonces, el mundo comenzó a utilizar diferentes metales. En la época
feudal, por ejemplo, encontramos el uso de diferentes metales nobles en
los que se grababan símbolos como armas y escudos que garantizaban la
pureza del metal.
Hay muchas anécdotas muy interesantes respecto a la moneda. Una de ella
la relata un prócer de nuestro país. El general Santander, cuando llegó a la
presidencia, dijo: “Ha sido más fácil vencer al enemigo en el campo de ba-
talla que vencerlo en el campo monetario y scal”. Manifestó lo anterior en
vista del enredo que los españoles nos habían dejado al retornar a España,
después de los triunfos patriotas en los campos de batalla.
La historia scal colombiana nos relata cómo los españoles trajeron a estas
tierras monedas acuñadas en Europa. Fuera de ello, permitieron la acuña-
ción de éstas en nuestro medio y la circulación de otras acuñadas en otros

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