Capítulo I: Comunitarismo sordo Político
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COMUNITAR ISMO Y COMUNIDAD
El comunitarismo 1
2 y al
t eoría de la justicia3. La base compartida
los contenidos concretos de nuestras obligaciones morales se ven
potencializadas desde una comunidad: es una orientación que critica
el individualismo”4; y observa como necesario, la construcción de
la sociedad con base en parámetros comunes donde, por ejemplo,
un grupo humano pueda asociarse con el propósito de hacer visible
comunitarismo es el que presenta Amelia quien señala
ceder en ciertos casos ante los derechos de la comunidad y que con
ello –incluida una práctica de la individualidad– aumenta5. En tal
sentido, es una forma de concebir que los derechos individuales
fundamentados sobre una perspectiva común están mejormente
asegurados a parti r de lazos comunitarios6, aspecto que comparte la
1 , Charle s: Hegel and Modern Society. Cambr idge: Cambridge University
2 Adela (1993): Ética aplicada y democracia ra dical. Madrid: Tecnos, p. 31-32.
3 John (1971): A Theory of Justi ce
4 , Michael (1983): Spheres of Justice. New York: Basic Books, p. 76.
5 , A melia (2002): Ética para un mundo global . Madrid: Temas de
Hoy, p. 116.
6 Ibíd., p. 117.
Luis Miguel Hoyos Rojas26
revista estadounidense “The Responsive Community” representante
del pensamiento comunitarista en el mundo:
“(…) Los hombres, las mujeres y los niños americanos son m iembros
de muchas comunidades […] y del mismo cuerpo político. Ni la
existencia individual n i la libertad individual puede n mantenerse
por mucho tiempo fuera de las i nterdependientes y solapadas
comunidades a las que pertenecen. Tampoco puede sobrevivi r
durante mucho tiempo una comunidad sin que sus miembros le
dediquen algo de su atención, energía y rec ursos para los proyectos
compartidos. La pe rsecución exclusiva del interés privado erosiona
la red de los ambientes sociales de lo que dependemo s, y destruye
nuestro compart ido experimento de autogobierno democrático.
individuos no pueden preser varse durante mucho tiempo sin una
perspectiva comunitaria. Una perspectiva comunitar ia reconoce
tanto la dignida d humana individual como la dimen sión social de
la existencia humana”7.
Comunitarismo hace referencia también al conjunto de doctrinas
-
ricano, defendidas por o que
rechazan los postulados liberales, kantianos y utilitaristas del concepto
“individuo”8
la importancia de la comunidad y de las tradiciones comunitarias en el
proceso de desarrollo de la condición humana9. A su vez rechazan los
7 Amitai. Rights and Responsibilities, T he Responsive Commu nity. Vol. 2,
1991. p. 4.
8
constituye un comu nitaris mo más académico ( y
) y una serie de movi mientos políticos autode nominados como comu nitarismo
sociológico, en el cual desta ca Amitai ”. En: , Roy C. & ,
Mark L.: Las ideologías políticas contemporáneas. Madrid: A lianza. 1994. p. 364.
9 “Dentro de este g rupo coexis ten dos corrie ntes: Comunitarismo orgánico: Hace
referencia a un comun itarismo en sent ido fuerte, que reivindica un cier to modelo
de comunidad su straído a la historia, olvida do en las actuales socieda des liberales.
Aquí sobresalen aut ores como y . Comunitarismo estructural:
Alude a un comunit arismo más relativo que, en pr incipio, no reivindica la presenc ia
–dentro del ma rco político, moral y jur ídico– de algu nos elementos básicos que
habrían sido cens urados, ent re los que ocuparía n un lugar central la comunidad y
la cultura t radicional. Los auto res canónicos son y A pesa r de
esta distin ción, esquemática y orienta da a lograr un efecto explicativo, el núcleo del
pensamiento comu nitarista e s común. Su eje fundam ental es la crítica al lib eralismo.
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