Guerrilla y golpes publicitarios
| Autor | Edgardo Mondolfi Gudat |
| Páginas | 155-216 |
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Guerrilla y golpes publicitarios
Edgardo Mondol Gudat*
Universidad Católica Andrés Bello
[H]abría que recordar también el secuestro de los cuadros de
pintura realizado en el Museo de Bellas Artes de Caracas, dán-
dose el absurdo de que Picasso, Gauguin, Braque, esos grandes
exponentes de la pintura mundial de todos los tiempos, hubiesen
sido rehenes de los terroristas durante varios días.
Carlos Canache Mata. Intervención ante la Cámara
de Diputados, 21 de marzo de1966.1
— Associated Press. ¿En qué podemos servirle?
— Preste mucha atención porque no oy a repetir.
— ¿?
— Le habla un ocero de las Fuerzas Armadas de Libe-
ración Nacional. Informamos al mundo que a las 8 horas
de hoy capturamos a la salida de su casa al teniente coronel
Michael Smolen de la Fuerza Aérea estadounidense. Exi-
gimos la suspensión del fusilamiento de Nguyen van Troi
prisionero en Saigón. ¡Óigase bien! Si Nguyen van Troi
es ejecutado nosotros procederemos a hacer lo mismo con
Michael Smolen. Es todo.
Associated Press. Caracas, viernes 9 de octubre de 1964.9 a. m.
* Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia.
1 Diario de Debates de la Cámara de Diputados de la República de Venezuela,
mes III (marzo), núm. 9, 1966, p. 211.
Guerra Fría, política, petróleo y lucha armada
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Las etapas de la violencia
La confrontación armada que tuvo lugar en Venezuela entre
1962 y 1969, es decir, durante el tramo más intenso de la
Guerra Fría a nivel regional, permite identicar ciertas etapas
que le brindan algún grado de coherencia a la actuación de
los grupos que se declararon en insurgencia en contra de los
gobiernos de Rómulo Betancourt (1959-1964) y Raúl Leoni
(1964-1969), independientemente de lo inestable o errático
que fuera el comportamiento de tales grupos en muchos de
sus aspectos operativos y militares.
De hecho, cabe la posibilidad de trazar una periodiza-
ción a grandes rasgos de esta época violenta que, sin remitir
tan atrás, es decir, hasta los tiempos en que la juventud de
Acción Democrática (), semillero del futuro Movimiento
de Izquierda Revolucionaria (), se desarrollara en la clan-
destinidad en estrecho contacto con las células del Partido
Comunista de Venezuela () y fuese grandemente inuida
por estas durante la resistencia contra el régimen de Marcos
Pérez Jiménez,2 podría situarnos, para comenzar, justo en el
momento en que la izquierda aún pregonara su acatamiento al
marco de legalidad transicionalmente dispuesto a partir del 23
de enero de 1958. Tan el mantendrá esta su apego a tal línea
que bien podría decirse que durante “el controvertido lapso”
comprendido entre la caída de Pérez Jiménez (enero de 1958),
la toma de posesión de Betancourt (febrero del 59) y el fallido
atentado en su contra (junio de 1960), el y el jamás
2 Rey, L. “La posición político-militar de Venezuela frente a la crisis de
los misiles cubanos de 1962”. Caracas: Universidad Metropolitana. Facultad de
Estudios Jurídicos y Políticos. Escuela de Estudios Liberales, 2014, p. 144.
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llegaron a participar en movimientos de tipo insurgente; antes
bien, los habían combatido con denuedo.3
De allí que una cosa fueran las confrontaciones gradua-
les, aunque cada vez más violentas, que se registraran entre
Betancourt y la izquierda desde la propia asunción del nuevo
mandatario y otra —muy distinta— lo que más tarde, ya tras
la promulgación incluso de la nueva Constitución, en enero de
1961, sería el choque frontal con el aparato de gobierno. No
obstante, en cuanto a la intensidad que cobraría la violencia
armada, aún faltaba tiempo para que tanto el como el
decidieran decretarla en toda regla, especialmente si se tiene
en cuenta que jamás se pensó que la confrontación habría de
adquirir los niveles de violencia que llegó a alcanzar.4 Tanto así
que, en un comienzo, privaría la tesis de brindarle a Betancourt
“un compás de espera”, apostando a que su gobierno diera un
“viraje” por presión de los propios sectores de izquierda que
aún habitaban dentro de , llevando a que el apoyase
3 Sanoja H., L. Entre golpes y revoluciones. Bogotá: Debate. Colección Ac-
tualidad, 2007, vol. II, p. 61
Esto no signica que, a pesar de su apoyo a la transición democrática, no se
hubiesen registrado serios choques entre el y Betancourt. De hecho, el primero
de ellos se produjo aún antes del advenimiento del cuando, en agosto de 1959, el
se hizo cargo de desaar al gobierno constitucional que apenas tenía seis meses
de haberse estrenado en el poder. Tal situación se dio con motivo de una marcha de
desempleados disuelta con saldo sangriento, y a raíz de lo cual, como agrega por su
parte Manuel Caballero, “los muertos que toda insurrección necesita para encender
las pasiones [...] estaban servidos”. Caballero, M., Rómulo Betancourt, político de
nación. Caracas: Alfa, 2008, p. 315.
4 Ibíd., p. 60; Blanco Muñoz, A. Venezuela 1968-1971. El extremismo paci-
cado y enentado. Caracas: Universidad Central de Venezuela. Catedra Pío Tamayo.
Centro de Estudios de Historia Actual. Colección Historia Actual. Proyecto La
Violencia en la Venezuela reciente, 1958-1980, tomo IX, p. 14.
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