Reflexiones sobre la 'informalidad' fundiaria como peculiaridad de los mercados del suelo en las ciudades de América Latina
| Autor | Samuel Jaramillo González |
| Páginas | 29-76 |
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FUN DI AR IA
A L*
La peculiaridad del mercado del suelo
en las ciudades de América Latina
En este texto me propongo presentar una serie de reexiones sobre algu-
nos rasgos generales de los mercados del suelo en las ciudades latinoa-
mericanas que parecen ser peculiares a esta región y al mi smo tiempo
son recurrentes en estas ciudades. Me centraré en un aspecto que es par-
ticularmente evidente: la existencia de un mercado “informal”, “popular”,
“clandestino”… (las denominaciones abundan), que no coincide con lo que
estamos acostumbrados a entender como un mercado de suelos normal,
y que tiene un gran peso cuantitativo. La reexión pretende moverse en
un cierto nivel de abstracción, que permita rescatar la dimensión histó-
rica de estos fenómenos, y al mismo tiempo identicar los mecanismos
estructurales que comandan estas dinámicas. Este género de esfuerzos
* Este texto fue publicado en el volumen Repe nsando la ciudad informal en Améri ca Latina,
compilado por María Cristi na Cravino y editado por la Universidad Nacional de
General Sarmiento de Argent ina en el 2012.
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30 HETER OGEN EIDA D ES TRUC TUR AL E N LA C IUDA D LAT INOA MER ICA NA
no apunta a sustituir el análisis concreto de cada ciudad, sino más bien
a apoyarlo. Parte de la convicción de que las ciudades latinoamericanas
comparten ciertos rasgos centrales que explican la convergencia de su
desenvolvimiento (sin que esto elimine part icularidades), por lo cual,
el análisis comparativo tiene un papel central.
Dicho esto, surge una inquietud sobre esta manera de plantear el
asunto. Por lo general, la noción de peculiaridad en el mercado del suelo
tiene la siguiente connotación: esas características comunes de las ciu-
dades latinoamericanas que parecen ser diferentes a lo que se observa
en las urbes de otras regiones del globo, en especial las de los países
centrales, y que implicarían algún tipo de limitación o deciencia (el
mercado del suelo “informal” está asociado a una idea de precariedad)
estarían explicadas por un funcionamiento anómalo de los mercados
del suelo. Para ser más precisos: estas alteridades negativas se presentan
porque el mercado del suelo en las ciudades de la región funciona mal
o no funciona lo suciente.
No es la única manera de entender estos fenómenos. Al menos existe
otra que nos parece más plausible y que marca nuestra aproximación.
Sería del siguiente corte: la estructura social de las ciudades latinoame-
ricanas presenta ciertas peculiaridades (originadas en determinantes
generales tales como las modalidades de acumulación y su lugar en el
sistema global de división del trabajo, entre otros) y el mercado del suelo
las traduce como manifestación en el espacio. Como se ve, la noción de
peculiaridad se desplaza: no es el mercado del suelo el que es anómalo,
lo que es distintivo son algunos elementos estructurales que están de-
trás de él. La diferencia parece sutil y en algunos casos relativamente
borrosa, pero tiene importantes implicaciones. En términos de política,
si lo que se pretende es eliminar la singularidad, en el primer caso lo
conducente sería perfeccionar el funcionamiento del mercado, intensi-
car su operación. Para la segunda aproximación, los rasgos físicos y
sociales calicados de peculiares son el resultado de la operación del
mercado, y si el mercado funciona más, estos fenómenos s e acentuará n.
Los rasgos comunes y distintivos
delaurbanización latinoamericana
Vamos a delimitar aquí, como soporte básico de nuestra reexión, algunos
rasgos que han acompañado la urbanización latinoamericana durante
un largo tiempo y que pueden ser la raíz de algunas particularidades en
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31REFL EXIO NES SOBR E LA “INFORM ALI DAD”
FUN DIA RIA
COMO P ECUL IA RIDA D…
los mercados del suelo. La mayoría de ellos se relaciona con el carácter
periférico de la acumulación capitalista en estos países y con algunas
estrategias socioeconómicas que se han adoptado en este contexto. Men-
cionamos sucintamente las características centrales de estos rasgos, y solo
nos extendemos cuando creemos tener algún matiz de interpretación de
las opiniones más difundidas al respecto2.
Lento crecimiento económico, acelerado
crecimiento poblacional
El conjunto de los países latinoamericanos ha debido estructurar sus
respectivos procesos de acumulación de manera tardía y en una relación
subordinada en el plano internacional. Esto les acarrea, en principio,
su relativa exclusión de ventajas de las que disfrutan los capitales que
operan en el centro en virtud del carácter polarizado y desigual que
espontáneamente exhibe el capitalismo mundial. Sin que esto sea ine-
luctable, ya que algunos países relativamente han logrado romper el
círculo de hierro de la acumulación desigual, lo cierto es que los países
latinoamericanos exhiben un c recimiento en la acumulación muy limita-
do. En contraste, el crecimiento demográco, cuyas leyes no operan con
una lógica estrictamente mercantil, ha traído consigo una importante
sobrepoblación relativa. Durante una fase conocida como la transición
demográca (que no ha sido superada por muchos países), los avances
técnicos en materia de sanidad y medicina, por mencionar algunos, han
hecho caer la mortalidad, mientras que la natalidad tarda en adaptarse,
entre otras cosas por inercias culturales, pero también debido a meca-
nismos de carácter económico en el mercado del trabajo. Este contraste
entre una producción capitalista que se expande con lentitud —que,
además, dado el cambio técnico, amplía débilmente su demanda por
fuerza de trabajo— y un crecimiento poblacional avasallador ocasiona
un desequilibrio estructura l en el mercado de la fuerza de trabajo (que,
por lo demás, sigue presente incluso en los países en los cuales el ritmo
de crecimiento poblacional ya ha descendido). El resultado es un nivel
muy bajo en los salarios y un elevado índice de desempleo.
2 Dos compilaciones emblemáticas del dependentismo al resp ecto son Schteingar t
(1973) y Castells (1970). Véanse también Singer (1979) y Jaramillo y Cuervo (1993).
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