Bisagra. La revolución positiva (RP) - Educación - Sin permiso - Libros y Revistas - VLEX 940123776

Bisagra. La revolución positiva (RP)

AutorRafael Díaz Meza
Páginas177-215
BISAGRA
LA REVOLUCIÓN POSITIVA RP
Una referencia en La Vorágine (J E R) sobre revoluciones:
¡Yo he sido cauchero, yo soy cauchero! Viví entre fangosos rebalses, en la
soledad de las montañas , con mi cuadrilla de hombres palúdicos, pica ndo la
corteza de unos á rboles que tienen sangre blanca, como los dioses.
Tengo trescientos troncos en mis estrada s y en martirizarlos g asto nueve días.
Les he limpiado los bejuqueros y hacia cada uno desbrocé un camino. Al
recorrer la taimad a tropa de vegetales para derribar a los que no llora n, suelo
sorprender a los castradores robá ndose la goma ajena. Reñimos a mordiscos
y a machetazos, y l a leche disputada se salpica de gotas enrojecid as. Mas ¿qué
importa que nuestras vena s aumenten la sabia del vegetal? ¡El capataz exige
diez litros diar ios y el fuete es usurero que nunca perdona!
Mas yo no compadezco al que no protesta. Un temblor de ramas no es
rebeldía que me inspire afecto. ¿Por qué no ruge toda la selva y nos aplasta
como a reptiles para ca stigar la explotación vil? ¡Aquí no siento triste za sino
desesperación! ¡Quisier a tener con quién conspirar! ¡Quisiera librar la bata lla
de las especies, morir en los c ataclismos, ver invertidas las fuer zas cósmicas!
¡Si satanás dir igiera esta rebelión!
¡Yo he sido cauchero, yo soy cauchero! ¡Y lo que hizo mi mano contra los
árboles es capa z de hacerlo contra los hombres! (monólogo de Artu ro Cova,
personaje central).
Para muchos lectores, esta página (mutilada) es la mejor escrita en el idioma
español, y radiografía las revoluciones que ha vivido el hombre. Incluso sintetiza
sus rebeliones, quizás con la única excepción de la protagonizada por Espartaco.
Y aunque la revolución que proponemos diere de la literaria, conviene hacer
varias precisiones:
R D M178
a) La nuestra no es de esclavos atormentados sino de personas que poseen o
están obligadas a poseer dignidad.
b) Muchas personas, a diario, están obligadas a jugarse la vida a mordiscos y
a machetazos. Lo hacemos cuando vamos en busca de educación, justicia
y dignidad.
c) En asuntos de paz, de justicia y de educación, los colombianos no hemos
pasado de un ligero temblor de ramas que no reclama aplausos ni genera
temores. La protesta callejera –por ejemplo– genera lo contrario: antipatía
e hilaridad entre los que mandan; rabia de los que obedecen y fastidio de
los que realmente trabajan. Es decir, están muy lejos de inspirar afecto. Y
solo constituirá rebeldía razonable y útil cuando el marchista salga con
dignidad, con seriedad, con compromiso de ciudadano decente, con
carácter ajeno a lo teatral, con olvido de ideologías y de ismos. Exigencias
difíciles de cumplir dentro del marco de una revolución tradicional.
d) Así sea por una sola vez en nuestras vidas, es hora de noticar que lo
hecho por Arturo Cova con los árboles, podemos hacerlo contra la mala
educación, contra la justicia que tenemos y contra la corrupción que una
y otra nos dan.
DIMENSIONES DE L A REVOLUCIÓN POSITIVA RP
La revolución positiva (diseñada por E D B), que servir á de puente
entre la educación y la justicia, la concebimos desde cinco dimensiones: (i) lo
que hay (qué tenemos), (ii) la esencia de la educación y de la justicia (maneras de
desentrañar lo que son), (iii) obstáculos (palos que se atraviesan a las ruedas del
carro), (iv) trato de la revolución positiva (qué acciones tomar; y (v) visión del
futuro (qué nos espera).
1. LO QUE HAY QUÉ TENEMOS?
En educación:
“Un sistema educativo así es un ba rrizal donde enfa ngan lo mismo la
mediocridad que el talento. Y no tiene más  n que tranquilizar a los padres
estúpidos, a alumnos perezosos e incapaces, a profesores con pocas gana s
de merecerse el jornal y a políticos acostumbrados a humil lar las palabras
educación y cult ura” (la negrita es nuestra, A  P R , Con
ánimo de ofender, 20 01).
L   179
En justicia:
“En cada uno de nosotros cohabita n, por igual, la justicia y la impunid ad.
Somos fanáticos de lega lismo, pero llevamos en el alma un leguleyo de
mano maestra para burlar las leyes sin violarles o para violarlas sin castigo”
(G G M, Discurso de la Primara Comisión de Sabios en
Colombia, 19 95).
El escritor y periodista español Arturo Pérez Reverte, especializado hasta
en conictos internacionales, inició este siglo asustándonos en cuestiones
educativas. Esta cita –referida a la educación de su país– resume con certeza
y bravuconada el marco educativo que tenemos en Colombia y gran parte de
Latinoamérica. Hay que decirlo así: con bravuconada, para que la mayoría
entienda y se toque.
Y nuestro nobel García Márquez (ese sí verdadero nobel, no como otros, dirían
las señoras)1 terminó el siglo XX empelotándonos denitivamente en temas de
justicia y psicología conductual. La disección anatómica que la cita hace de jueces,
de usuarios de la justicia y del hombre colombiano, es brutal. Por su fuerza y
por su solidez2.
Unas cuántas fotografías mostrarían que:
a) Se enseña para minimizar, acorralar y destruir; no para edicar;
Se usa el derecho para humillar, ganar o hacer perder; no para construir.
b) Hoy –como armó P B no se paga por el trabajo sino por la
sumisión y por ello un profesor es apreciado por lo que declama en clase;
un juez, por las citas de jurisprudencia con que alimenta y encubre sus
decisiones.
c) Estamos acorralados en todos los campos por lo que algunos llaman el
mal, es decir, incompetencia, deshonestidad, corruptela, trampa, engaño,
prepotencia, cinismo, bajeza e infelicidad. Es decir, están sembrados los
campos y caminos para empezar una revolución positiva.
1 Para que nadie se ofenda si de tectó la ironía, nos refería mos a B D , el Nobel de Literatura
en el 2016 (ojo al a ño). ¡Por Dios! ¿Es en serio?
2 Los diccionar ios y mucho profesor incluso de ar gumentación jurídic a confunden fuer za con
solidez. Para acl arar: un ar gumento tiene fuerza cuando es poc o refutable, y solidez, cua ndo es
poco derrotable.

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