Capítulo X: Derecho y etnia: del pluralismo jurídico a la aculturación incluyente y la vuelta parcial al pluralismo diferenciador - Historia del derecho de Hispanoamérica en perspectiva transnacional y socio-cultural. Tomo 2 - Libros y Revistas - VLEX 1028462016

Capítulo X: Derecho y etnia: del pluralismo jurídico a la aculturación incluyente y la vuelta parcial al pluralismo diferenciador

Páginas419-458
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CAPÍTULO X
DERECHO Y ETNIA: DEL PLURALISMO JURÍDICO A
LA ACULTURACIÓN INCLUYENTE Y LA VUELTA
PARCIAL AL PLURALISMO DIFERENCIADOR
El décimo capítulo tiene que ver con la relación jurídico-política entre el Estado na-
ción y aquellas partes del pueblo que, dentro del mismo, se consideran minorías. Esta
última palabra no debe ser malentendida en términos cuantitativos, sino que se refiere
a los que el patrón cultural predominante percibe como desemejantes, lo que puede
radicalizarse, en ciertas constelaciones y fases, hacia connotaciones de un superiorismo
discriminatorio. En ello, debe ser claro que el Estado nación meso y suramericano del
siglo XIX fue una fundación de los hispano-americanos que, en ese entonces, se identi-
ficaron plenamente como europeos hispánicos: la ‘independencia’ de 1810/1825 no
fue ningún acto de descolonización, sino una reorganización estatal dirigida por los
bis-bis-bisnietos de los conquistadores históricos que llevaron a cabo una revolución
con base en las últimas teorías estatales de origen europeo.
En el marco de la anterior sociedad estamental y segmentaria del Antiguo Régimen
con su diversidad jurídica y cultural según la pertenencia estamental y local, la dico-
tomía mayoría-minoría no hubiera tenido sentido. Más bien, la misma fue un hijo
auténtico de la era nacional y democrática que se basó en la construcción de la socie-
dad de masas, compuesta por miembros individualizados con derechos iguales, pero
que efectuó al mismo tiempo una fuerte presión homogeneizadora hacia sus átomos
según un tipo idealizado del futuro ser nacional.
1. LA INCLUSIÓN DE TIPO LIBERAL A TRAVÉS DE LA INDIVIDUALIZACIÓN
IGUALITARIA
A) NOTAS PRELIMINARES: LIMITACIONES DEL PENSAMIENTO ÉTNICO
En la medida en la que este subcapítulo se dedica entre otros a ‘los indígenas’,
debe ser aclarado que se trata de una categoría genérica que encarna un constructo
proveniente de la cultura dominante de los euro-americanos y no de los así descritos
mismos. Por una parte, nivela en una sola clasificación dos grandes agrupaciones con
HISTORIA DEL DERECHO DE HISPANOAMÉRICA, TOMO 2, 1810-HOY
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perfiles desemejantes desde más de medio milenio, a saber, las sociedades campesinas
complejas de los altiplanos que se aprovecharon de condiciones climáticas óptimas para la
agricultura y las ex sociedades pre-estatales de las tierras bajas de clima subóptimo. En térmi-
nos cuantitativos, más del 80% de los indígenas hispanoamericanos pertenec al pri-
mer perfil debido a la mayor densidad poblacional de este tipo socio-ambiental. Por
otra parte, el constructo del indígena desconoce las numerosas diferenciaciones de
identidad local y regional, diseñando un denominador burdo de todos aquellos que no
tienen nada más en común que percepciones sobre algún origen lejano en culturas
anteriores a ‘la conquista’ europea del siglo XVI. La sensibilidad para estas diferencia-
ciones había sido mayor hasta el tercio central del siglo XX, mientras el indigenismo
romántico del presente tiende a invisibilizarlas al estilo de una presumida masa de
personas autóctonas.
Desde los años 90 del siglo XX, el debate étnico ha adoptado connotaciones adi-
cionales, debido a nuevas corrientes en la configuración nacional. Mientras el naciona-
lismo del siglo XIX y XX había sido típicamente un hispano-nacionalismo, surgió
ahora un segundo nacionalismo con una tendencia más anti-occidental que pretendió
reinventar las naciones iberoamericanas de modo pre y pos-europeo con base en ‘los
indígenas’, así también en vista de teorizaciones neorrománticas importadas como el
pos y decolonialismo1488 que nacieron, en su forma contemporánea, en la Norteamé-
rica en el último cuarto del siglo XX. Típicamente, los protagonistas de esta corriente
mostraban poca conciencia de raíces anteriores y oscuras de su pensamiento: por lo
menos no tematizaron el delicado hecho que translocalizaron y reanimaron un axioma
elemental de la ideología nacionalsocialista que había encarnado un étno-centrismo
acentuado al construir una cultura teutona con raíces proyectadas en antiguas tribus
pre-estatales germánicas bajo la estigmatización de todo lo que les pareció romano y
occidental, interpretando lo ocurrido desde el siglo XIII como un gran error y descon-
figuración del presumido carácter popular auténtico por lo foráneo en el núcleo, se
trató de un conjunto de especulaciones ahistóricas que se cayeron con la ideología que
las planteó, sin dejar huellas de una teorización seria en la posterior ciencia de su zona
de origen1489. De modo complementario, los etno-romantizados del pasado reciente
latinoamericano retomaron múltiples elementos del pensamiento primer-tercer-mun-
dista de la posguerra y los profundizaron al estilo de una profecía autorrealizada, espe-
culando sobre supuestas similitudes estructurales de América Latina con África y Asia
unificándolas en el constructo hipotético de un sur global sin sensibilidad hacia las
enormes diferencias de las precondiciones históricas en estas tres zonas. En efecto, el
1488 Véase p. ej. WALTER D. MIGNOLO, La idea de América Latina, la herida colonial y la opción decolonial, Barce-
lona, Gedisa, 2007; ANÍBAL QUIJANO, Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina, Buenos Aires,
Clacso, 2000. Debate: BORRERO G., Derechos multiculturales (étnicos) en Colombia, op. cit., págs. 203 y ss. Crítica
detallada de la teoría poscolonial: MARQUARDT, Historia del derecho de Hispanoamérica en perspectiva transnacio-
nal y socio-cultural, t. 1, op. cit., págs. 72-75, 124-132, 371 y ss.
1489 También por combinar el nacionalismo con el socialismo, los étno -fascinados del presente latinoameri-
cano se acercan más a su precursor centroeuropeo de los años 30 que les gustaría en su autoimagen.
X. DERECHO Y ETNIA
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etno-nacionalismo estigmatizó el medio milenio intra-occidental de América como
una especie de dominio foráneo. Hasta entonces, el anti-occidentalismo no ha logrado
ningún papel predominante, pero parece fuerte en los debates no tanto en aquellos
de los historiadores, pero sí en los de la filosofía política.
Con otra nota preliminar, el autor considera oportuno distanciarse de simplifica-
ciones etno-racistas que tenían su cénit entre 1850 y 19501490, para reconocer que
detrás ‘del indígena’ se encubre un constructo socio-cultural con un fuerte compo-
nente lingüístico en vez de una supuesta predefinición biológico-genética inmodifica-
ble. Debido a los estudios genéticos de los últimos años, que fueron posibilitados por
la decodificación del ADN humano en 20031491, existe actualmente un conocimiento
más claro y menos especulativo sobre el origen y la composición de los pueblos. Por
una parte, el porcentaje del ADN indígena es más alto que la población que se auto-
identifica en los censos en esta categoría, pero por otra parte, solo predomina en
aproximadamente la mitad de América Latina. Los estudios aclararon que el Perú,
Bolivia, Ecuador, Guatemala y México son naciones con una mayoría cuantitativa del
ADN indígena, mientras países como Costa Rica, Cuba, Colombia, Venezuela, Brasil,
Uruguay, Argentina o Chile muestran en su composición genética una parte de origen
europeo que es superior al 50%1492.
Estos resultados de las ciencias naturales sorprendieron e irritaron al pensamiento
etno-colectivista, pues perturbaron estimados mitos de origen y cuestionaron todo
impacto de ‘la sangre’ para una eventual identidad cultural fijada y segregada. Para los
unos etno-centrados, chocaban con su hispanísimo y, para los otros, con su indige-
nismo, pues negaron generalmente toda posibilidad de comunidades de descendencia
estables e inexorables. Paralelamente, se disolvió la idea del mestizaje como una parti-
cularidad latinoamericana, pues ahora resultó cada vez más difícil encontrar personas
1490 Además, el etnocentrismo latinoamericano tiene un montón de conceptos en común con la ascendiente
nueva derecha europea y sus conceptos étno-pluralistas, identitarias, del racismo sin razas, etc. Ambos parten
de la centralidad de colectividades territoriales de descendencia, como conjuntos genéticos-culturales rígi-
dos e intemporales en territorios autóctonos no menos fijos y predefinidos. De igual forma, comparten un
fetichismo de color de piel para diferenciar supuestas ‘razas’ –aunque son genéticamente una ficción in-
existente o derivados terminológicamente modernizados. Al respecto, ¡no se olvida!: la antigua categoría
central völkisch del nazismo se traduce de m ejor manera como etnicista (Volk=éthnos). Entre los problemas
destaca la aparente falta completa de conciencia de esta congenialidad que podría ser indeseada en los ojos
de varios autores latinoamericanos.
1491 ADN = ácido desoxirribonucleico.
1492 Cfr. MACARENA FUENTES et al., “Geografía génica de Chile, Distribución regional de los aportes genéticos
americanos, europeos y africanos”, en Revista Médica de Chile, vol. 142, núm. 3, Santiago, Sociedad Médica,
2014, págs . 281-289; JULIAN R. HOMBURGER et al., “Genomic Insights into the Ancestry and Demo-
graphic History of South America”, en revista Plos Genetics, San Francisco, 2015, WWW, URL en bibl. fi-
nal; HUMBERTO OSSA et al., “Outlining the Ancestry Landscape of Colombian Admixed Populations”, en
revista Plos One, núm. 11 (10), San Francisco, 2016, WWW, URL en bibl. final; ANDRÉS RUIZ-L. et al.,
“Admixture in Latin America, Geographic Structure, Phenotypic Diversity and Self -Perception of Ances-
try”, en revista Plos Genetics, San Francisco, 2014, WWW, URL en bibl. final.

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