Modernidad contra posmodernidad - Modernidad, nihilismo y utopía - Libros y Revistas - VLEX 857239851

Modernidad contra posmodernidad

AutorRubén Jaramillo Vélez
Cargo del AutorEstudió Filosofía y Letras en la Universidad de los Andes de Bogotá y Filosofía, Sociología e Historia en la Universidad Libre de Berlín
Páginas149-168
149
MODERNIDAD CONTRA POSMODERNIDAD1
Quisiera comenzar esta aproximación considerando que, en
realidad, lo que, a escala mundial, hemos estado viviendo en
los últimos decenios ha sido el fin de una época, la época mo-
derna. En efecto, con sobrada razón nos puede parecer hoy, al
observarlo en todo su decurso, que al siglo XX le correspondió
ser el lapso de tiempo del “completamiento”, de la plenitud de
la modernidad.
Pero también de su agotamiento, como lo han establecido
conocedores del asunto en relación con las “vanguardias” en
el campo de la práctica del arte: todo el siglo XX parece haber
sido un periodo de transición, en forma muy acelerada a partir
de la segunda posguerra y todavía más rápidamente desde los
años sesenta. Recordemos lo que en una ocasión dijo el filóso-
fo italiano Antonio Negri: que en Mayo del 68 había nacido el
siglo XXI.
Sin embargo, hoy nos parece que Mayo del 68 fue, en reali-
dad, apenas uno de los acontecimientos que marcan el carácter
revolucionario que tuvo esa década, porque si el nacimiento de
1 Ponencia presentada en el VI Congreso Nacional de Filosofía del Derecho y
Filosofía Social, Asofides, Popayán, el 18 de octubre de 2007.
pi Modernidad nihilismo y utopia_final.indd 149 8/15/13 8:14 PM
150
una nueva época tiene que ver con la convergencia, más o me-
nos simultánea de cambios, tanto en la dimensión sociopolíti-
ca como en la científico-tecnológica y en la artística, la década
de los sesenta fue, por ejemplo, la de la difusión de la píldora
anticonceptiva, la cual, sin lugar a dudas, ha modificado las re-
laciones interpersonales al liberar a la sexualidad de su vínculo
con la procreación.
Pero fue también la época de los Beatles, y la del movimien-
to internacional de los estudiantes antiautoritarios, vinculado
desde sus inicios a la protesta, a la resistencia frente a la agresión
imperialista contra el pueblo de Vietnam. Entonces, sí resulta
válida la afirmación de Negri.
Me referiré entonces al tránsito de la modernidad a la pos-
modernidad, y pongo el acento en la modernidad, a la cual con
Habermas considero un proyecto inconcluso, en marcha, un
proyecto abierto, crítico.
Deberíamos, en primer lugar, recordar, con Hegel, que la
modernidad, tal y como lo reseña el mismo Habermas en la
primera de las doce lecciones que configuran su libro El discur-
so filosófico de la modernidad (1985), se hace consciente de sí
misma a través de la propia filosofía moderna, surge como una
necesidad de autocercioramento que Hegel comprende como
“fuente de la necesidad de la filosofía”: la filosofía moderna
aparece, en efecto, como una respuesta al acontecer de la mo-
dernidad y Hegel está convencido de que no es posible llegar a
comprender el concepto que la filosofía se hace de sí misma si
no se comprende el fenómeno de la modernidad. Y viceversa.
Él descubre la subjetividad como principio de la época mo-
derna, y, a partir de este principio explica, por una parte, la su-
perioridad, o lo que él entiende como la superioridad del mundo
moderno. Pero también su propensión a la crisis: “Ese mundo
hace experiencia de sí mismo como mundo del progreso y a la
vez del espíritu extrañado”.2
2 Jorge Federico Hegel, Fenomenología del espíritu. Traducción de Wenceslao
Roces. Fondo de Cultura Económica, México, 1966.
pi Modernidad nihilismo y utopia_final.indd 150 8/15/13 8:14 PM

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR