Movimiento alterglobalización - Coca, desempleo y dignidad. Resistencias entre lo local y lo global contra el neoliberalismo - Libros y Revistas - VLEX 850310919

Movimiento alterglobalización

AutorCarolina Cepeda Másmela
Páginas81-128
81
Capítulo 2. Movimiento
alterglobalización
La instauración del neoliberalismo y sus efectos negativos han provocado nu-
merosas protestas, manifestaciones y la organización de di ferentes formas de
resistencia en su contra, muchas de las cuales convergen en el denominado
movimiento alterglobalizac ión. Desde allí maniest an colectivamente su opo-
sición a la globalización neoliberal, comparten sus repertorios de movi lización,
intercambian experiencias e i nformación y debaten alternativas frente al orden
hegemónico, todo lo cual redunda en la construcción de lazos de solidaridad.
El propósito de este capítulo es entender el movimiento altergloba-
lización como un proceso de cambio social en el que convergen distintos
movimientos, organizaciones y activistas sociales, los cuales se oponen al
proceso de globalización neoliberal, y desde el cu al formulan y construyen
alternativas al orden actual. En este contexto, el cambio social se entiende
como la determinación colectiva de estos actores de “proponer y anticipar, a
través de la práctica concreta, alternativas a la rea lidad capitalista” (Diners-
tein, 2013a, p. 161), ya sea que se materialicen efectivamente en sus contextos
o que aparezcan como metas en el horizonte que guía sus acciones.
En este proceso toman parte organizaciones, movimientos sociales
e individuos que logran articular sus valores, reivindicaciones, demandas
y prácticas de resistencia frente a la globalización neoliberal, sin que ello
implique la búsqueda de un bloque unicado de movimientos o la consoli-
dación de una sola alternativa. De hecho, este proceso está apuntalado por la
diversidad, y, en la medida en que esta se reconoce y se reivindica, es posible
reconocer que sí existen alternativas c oncretas al neoliberalismo dentro del
movimiento, pese a sus diferencias y a que, en muchos casos, su alcance se
circunscriba al ámbito local .
En la literatura académica sobre el tema e, incluso, en la prensa son fre-
cuentes las referencias al movimiento alterglobalización como un actor uni-
cado o como un bloque de actores, cuya primera manifestación se remonta
a las protestas multitudinaria s en contra de la III Cumbre Ministerial de la
Organización Mundial del Comercio (), prevista para el 30 de noviem-
bre de 1999 en Seattle, Estados Unidos. Este tipo de protesta se replicó en los
años poster iores durante reuniones y cumbres de instituciones nanciera s
82 |
Carolina Cepeda Másmela
internacionales y Estados poderosos, en una coyuntu ra en la que se intensicó
el intercambio de información, a partir de la masicación del uso del i nternet
y las facilidades para los viajes i nternacionales (Laïdi, 1997).
Desde entonces, el movimiento alterglobalización se convirt ió en objeto
de estudio de las ciencias sociales, desde donde se han a nalizado sus reper-
torios de protesta, organización, militantes, pretensiones de cambio y trans-
formación, impacto en la política global y tensiones internas, entre otros. A
partir de estos trabajos se han a lcanzado tres consensos centrales: la novedad
que el movimiento representa en términos de estrategias de movilización,
prácticas organizativas y confrontación con el statu quo (Andretta, Della
Porta, Reiter y Mosca, 2006; Kaldor, 2000; Pleyers, 2010; Tarrow, 2005, 2007);
el potencial de cambio que entraña su ejercicio de resistencia contra la glo-
balización neoliberal (Ashman, 2004; Eschle, 2005; Gill, 2000; Gruydd
Jones, 2005; Rupert, 2005; Worth, 2009); y la ausencia de propuestas y guías
prácticas entre sus diferentes organizaciones y mil itantes, lo que muchos han
interpretado como la falta de una alternativa real y concreta (Pleyers, 2010;
Rupert, 2005; Steger, Goodman y Wilson, 2013; Stephen, 2011).
Mi propuesta de trabajo toma distancia de ese último consenso y, por
el contrario, sostiene que, si bien hay dicultades al interior del movimiento
para alcanza r acuerdos concretos sobre el tipo de alternativas que deberían
proponerse o anticiparse, es necesario reconocer varias cosa s: en primer lugar,
sí presenta un reto al neoliberalismo y al modo de producción capitalista,
en la medida en que denuncia sus problemas y contradicciones, así como
los efectos negativos que ha tenido en la sociedad contemporánea (véase el
capítulo 1). En segundo lugar, es importante admitir que dentro del movi-
miento alterglobalización sí ex isten alternativas concretas al orden neolibera l
que, lejos de constituir una propuesta unicada, representan la pluralidad
de visiones de mundo, experiencias y realidades concretas desde las que se
presenta ese reto al orden establecido y se construyen formas de organización
social y producción alternativas. Por ello, es necesario ir más a llá del movi-
miento como un todo e indagar por las experiencias de lucha de los actores
sociales que participan en este (véase los capítulos 4 y 5), teniendo en cuenta
su relación y su articulación con el proceso mismo.
Surgen entonces varios interrogantes que guían este capítulo: ¿a qué se
hace referencia convencionalmente cuando se habla de movimiento alter-
globalización? ¿Qué organizaciones y movimientos han tomado parte en
este? ¿Qué elementos y acontecimientos dan cuenta de su existencia? ¿Cómo
se ha denido desde la literatura de movimientos sociales y en relaciones
| 83
Movimiento alterglobalización
internacionales? ¿Qué tipo de críticas se le han hecho al movimiento en tanto
actor político y a sus distintas aproximaciones? ¿Qué valor agregado ofrece
la propuesta de abordar el movimiento como un proceso de cambio social?
Para dar respuesta a estos, el capítulo se estr uctura de la siguiente for-
ma: en primer lugar, se presenta un balance general de los antecedentes y el
desarrollo del movim iento alterglobalización desde la década de los noventa.
En segundo lugar, se identican las principales expresiones del movimiento
que dan cuenta de la globalidad de ese proceso de cambio socia l. En tercer
lugar, se retoman las principales deniciones que se han planteado en la
literatura sobre el movimiento alterglobalización, enma rcadas dentro de los
debatessobre el papel de la sociedad civil en la política g lobal. En cuarto lugar,
se recogen las principales críticas al movi miento, las cuales giran en torno a
sus tensiones internas y al impacto político de sus acciones. Finalmente, se
presenta la propuesta de análisis y denición del movimiento alterglobali-
zación, en tanto proceso de cambio social que se construye en este trabajo y
que guía su análisis.
Antecedentes
El movimiento alterglobalización se organiza alrededor de la crítica y la
resistencia al neoliberalismo, por lo que indagar por sus orígenes implica
rastrear las primeras ma nifestaciones de descontento contra la liberalización
comercial y las privatizaciones en la década de los noventa. Varios aconte-
cimientos marcaron el desarrollo del movimiento desde sus orígenes hasta
su expansión: la creación de La Vía Campesina en Bangalore, en 1993; el
levantamiento zapatista en Chiapas, en 1994; las protestas contra el Grupo
de los Ocho (G8) y el lanzamiento de la primera campaña global de la red
Reclaim the Streets1 en Birminghan, en 1998; la creación de la 2 en
1 Reclaim the St reets empezó en Lond res en 1995 como una inici ativa para reivi ndicar las ca lles
de la ciudad en tanto bien comú n a través de estas cal lejeras (street parties): una combinación
de protestas y elementos fest ivos y carnavalescos. La i niciativa se extendió primero por ot ras
ciudades ingle sas y luego a diferentes ciudades del mu ndo. En 1998 tuvo lugar la primera e sta
callejera g lobal (global street party) en el marco de una reunión del G8 en Bi rmingham, I nglate-
rra, coordin ándose acciones simultá neas en ciudades como Lond res, Melbourne, Buenos A ires,
Bogotá, Tokio y Seattle , entre otras.
2 Est a asociación apunta a gr avar las transa cciones nancieras de l as grandes compañ ías con el
1 % de sus ganancias anua les, con el n de subsanar l a deuda externa de los país es más pobres y
mejorar las condicione s de vida de los ciudadano s excluidos.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR