La política migratoria colombiana en materia de derecho de asilo y refugio
| Autor | Shirley Llain Arenilla |
| Páginas | 479-508 |
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LA POLÍTICA MIGRATORIA COLOMBIANA EN
MATERIA DE DERECHO DE ASILO Y
REFUGIO[288]
SHIRLEY LLAIN ARENILLA[289]
INTRODUCCIÓN
Tradicionalmente Colombia ha sido un país que ha concentrado una
gran cantidad de población desplazada internamente[290] como
consecuencia del conflicto armado que lo ha azotado por décadas.
Por tal motivo, se ha convertido en un país de origen de refugiados y
solicitantes de asilo, teniendo estos como principales destinos a
Ecuador, Venezuela, Estados Unidos, Panamá, Costa Rica y Canadá.
Según las estadísticas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Refugiados [ACNUR], para 2012 existía un total de 394 122
refugiados colombianos, de los cuales 202 387 se encuentran en
Venezuela, 122 587 en Ecuador, 22 004 en Estados Unidos, 17 243
en Canadá, 15 598 en Panamá y 10 297 en Costa Rica (UNHCR,
2012). Para 2013, la cifra de refugiados colombianos se mantiene en
394 007 personas (UNCHR, 2014). De acuerdo con la ACNUR,
Colombia es el país de Latinoamérica con el mayor número de
refugiados (UNHCR, 2013).
Sin embargo, Colombia es también un país de destino de
solicitantes de refugio y asilo. Las cifras de la ACNUR muestran que
en 2013 el total de refugiados en Colombia era de 230 personas y el
total de solicitantes de asilo era de 150 individuos, de los cuales 90
y 100, respectivamente, están bajo la asistencia de la ACNUR
(UNCHR, 2014), existían 67 casos pendientes de solicitudes de asilo
y 12 solicitantes de asilo fueron devueltos a sus lugares de origen
(UNCHR, 2013). La ACNUR proyecta que para diciembre de 2014 la
cifra de refugiados en Colombia aumentará a 260 y para diciembre
de 2015 será de 270 (UNCHR, 2014)[291].
Esta cifra puede parecer baja en comparación con las de otros
países de destino de refugiados[292], pero con tal alto número de
refugiados colombianos en el exterior vale la pena revisar las
políticas públicas de Colombia en materia de asilo y refugio, pues la
caridad entra por casa. No podemos esperar un marco jurídico
tolerante con nuestros refugiados en el exterior si nuestro propio
marco jurídico no se ajusta a las exigencias de la normatividad en
materia del derecho internacional de los refugiados.
Por otro lado, Colombia se ha convertido en un país de tránsito de
inmigrantes, víctimas de redes ilegales, quienes en muchos casos
tienen un reclamo válido para ser considerados refugiados. Esta
cifra viene en ascenso desde 2006, año en el que el número de
inmigrantes indocumentados[293] detenidos en el país, de acuerdo
con Migración Colombia, fue de 43 personas, mientras que para
2012 se detuvieron 700 inmigrantes indocumentados; estas cifras
presentaron su pico más alto en 2010, con la detención de 823
inmigrantes (El Tiempo, 2013).
Ahora bien, en el campo normativo debemos señalar que
Colombia ha suscrito y ratificado un gran número de tratados y
declaraciones internacionales para la protección de los derechos de
los refugiados, y desde vieja data ha considerado el derecho de asilo
como un derecho fundamental. Vale la pena recordar el famoso caso
relativo al derecho de asilo que Colombia litigó con Perú ante la
Corte Internacional de Justicia, y en el cual Colombia defendió el
derecho de los individuos a solicitar asilo diplomático y el derecho
de los Estados a concederlo y a calificar unilateralmente el delito
endilgado al solicitante de asilo[294]. Aunque en este caso la CIJ
desestimó las alegaciones de Colombia, la decisión fue muy
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