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La prueba en el derecho

Páginas67-86
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EL DERECHO EN EL QUIJOTE
LA PRUEBA EN EL DERECHO
Otro instituto jurídico, 󰜕el de la prueba󰜕, el más trascendente, lo encon-
tramos también en el libro:
«... para sacar una verdad en limpio menester son muchas pruebas y
repruebas»151.
Estas expresiones de un hombre que evidentemente sabe derecho, se de-
ben a que un muchacho (trujumán) del titiritero maese Pedro, narra que van a
ejecutar la sentencia (solo los abogados sabemos en qué consiste la ejecución
de un fallo). Y el muchacho agrega que el fallo habría de ejecutarse «aún b ien
apenas no habiendo sido puesta en ejecución (no habiendo sido probada) la
culpa, porque entre moros no hay traslado a la parte, a prueba y estése (a lo
resuelto)», como entre nosotros. Todas éstas son providencias judiciales harto
conocidas en la brega de nuestra profesión.
En el derecho de los hombres todo es prueba, a no ser que exista alguna
presunción. Quien prueba vence o, por lo menos, debería vencer.
En estos momentos, maese Pedro dirá:
«󰜕Muchacho, no te metas en dibujos, sino que haz lo que ese señor te
manda, que sería lo más acertado; sigue tu canto llano, y no te metas en con-
trapuntos, que se suelen quebrar de sutiles»152.
Y pese a que en otro lugar don Quijote dice: ... que las armas de los
togados son las mismas que las de la mujer, que son la lengua ...»153.
151 «El ingenioso hidalgo󰜧», cap. XXVI de la parte 2a. CERVANTES sabía que en el derecho
de los humanos todo queda librado a la prueba de los hechos. La frase completa es: «Niño,
niño 󰜕dijo en voz alta a esta sazón don Quijote󰜕, seguid vuestra historia línea recta, y no
os metáis en las curvas o transversales; que para sacar una verdad en limpio menester son
muchas pruebas y repruebas».
Sabía CERVANTES distinguir prenda de caución. Por no poder prestar ésta es que conti-
nuó en la cárcel de Sevilla, forjando el libro excelso. Había caido tan hondo, que nadie
quería ser su fiador.
152 «El ingenioso hidalgo...», cap. XXVIII de la parte 2a.
153 «El ingenioso hidalgo󰜧», cap. XXXII de la parte 2a. En buena hora, porque primero fue el
Verbo.
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JORGE E. CASTAÑEDA
Sí; es v erdad. El ejercicio de nuestr a profesión requiere finura, sutileza ,
para interpretar la norma. Nosotros, somos hombres de matices.
Con la prueba al que administra justicia se le permite conocer la verdad.
La prueba no persigue sino la verdad. El derecho se apoya en lo verdadero
CERVANTES en el pasaje reproducido, nos describe a quienes no necesitan
de prueba alguna para determinar de qué lado está la justicia, o sea cuál es la
verdad.
Solo Dios no necesita que se le acredite la verdad, porque Él sabe discernir
justicia sin prueba. El siempre conoce inmediatamente qué es lo verdadero154.
Sobre prueba también hay mucho en la libertad que da don Quijote a los
galeotes. Antes habrá de decir el guarda de los galeotes «󰜕Aunque llevamos
aquí el registro y la fe de las sentencias de cada uno de estos desventurados...»
(y los abogados entendemos que se trata de la fe que tienen ciertos funciona-
rios). Es entre esos condenados que nos encontramos con aquel galeote que no
pudiendo resistir el tormento y que estaba sentenciado «por canario», habló
de su delito, que era ser cuatrero; y se lee que iba « siempre pensativo y triste,
porque los demás ladrones que allá quedan y aquí van, le maltratan y aniqui-
lan y escar necen y tienen en poco, porque confesó y no tuvo ánimo de decir
nones; porque dicen ellos que tantas letras tiene un no como un sí, y que harta
ventura tiene un delincuente que está en su lengua su vida o su muerte, y no
en la de los testigos y probanzas; y para mi tengo que no van muy fuera de
camino»155.
En esa época la confesión del imputado era suficiente para condenarlo.
154 En la Biblia leemos:
«Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos;
y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón». Hebreos, 4: 12.
Y con respe cto a los hechos hum anos que hacen o que se localizan sobre las cosas, la
Biblia dice:
«Y no hay cos a creada que no sea mani fiesta e n Su pre sencia; antes bi en todas las
cosas están desn udas y abie rtas a lo s ojos de Aq uel a qui en tenemos que dar cu en-
ta». Hebreos, 4: 13.
En San Mateo se dice:
«...y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público». San Mateo, 6: 4.
«...El hombre no puede huir ni esconderse de Él». Jeremías, 23: 23 y 24.
Existen pueblos que antes que el testigo declare en el proceso, lo hacen jurar así:
󰜕«Juro por Dios Todopoderoso y que lo sabe todo, que diré la verdad, que no ocultaré
nada y no añadiré nada».
155 Parte 1a., cap. XXII. Líneas antes el Quijote dirá:
«󰜕Antes he oído yo decir que quien canta sus males espanta» . Ahora todos sabemos
cómo se libera quien confiesa. Empero, com o había cantado bajo tortura , el galeote le
respondió:
«󰜕Acá, es al revés, que quien canta una vez llora toda la vida».

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