La creación de las fronteras de la coca y los cocaleros en el Chapare: Bolivia, 1940-1990
| Autor | Andrew C. Millington |
| Páginas | 129-168 |
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* El autor desea agradecer al personal de la biblioteca de la Universidad de Stanford; a
la Administración de Registros y Archivos Nacionales de los Estados Unidos, College
Park, Maryland; al Instituto Interamericano, Berlín; los Archivos Nacionales de Sucre
y también al personal de los Archivos Municipales de Cochabamba por su ayuda, en
particular a Wenceslao Ferruno. La Universidad de Flinders proveyó los fondos para
los viáticos y una beca del Programa de Estudios en el Exterior para visitar bibliotecas
y tomar un año sabático en Bolivia. La Unión Europea nanció el trabajo de campo
inicial. Muchas ideas se discutieron con Andrew Bradley, Félix Huanca y Danny Redo.
Eric Lambin fue mi antrión en Stanford. Emmanuel Bambe, Robert Keane y Blythe
Schembri trabajaron conmigo en los datos del Corona. Paul Gootenberg sugirió que
centrara mi atención en el desarrollo histórico del Chapare y me invitó a presentar
esta investigación en el Congreso de la , en Nueva York (2016). Andrew
Ehrinpreis presentó comentarios a la ponencia.
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C: B, -
Andrew C. Millington*
Introducción
Este capítulo ofrece un nuevo análisis del establecimiento y el crecimiento
de la frontera de la coca más famosa en Bolivia —el Chapare—, entre las
décadas de 1940 y 1990. Proporciona una síntesis del material ya publicado
y de la nueva información, obtenida de archivos y bibliotecas de Bolivia,
Alemania y Estados Unidos, que aún no ha sido analizada. También pre-
senta una nueva fuente de información no utilizada antes en el estudio
de la geografía histórica de las fronteras de colonización en Suramérica:
fotografía espacial desclasicada de la comunidad de inteligencia del
Gobierno de los Estados Unidos, proveniente de las misiones realizadas
por el satélite Corona durante la era de la Guerra Fría.
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LOS ORÍGENES DE LA COCAÍNA
El análisis revela la siguiente secuencia histórica de la colonización.
En primer lugar, surgió una frontera embrionaria a nales del siglo
y principios del . Esta frontera incipiente tenía dos focos geográcos
ubicados en los alrededores de la actual localidad de Villa Tunari: el pri-
mero, en el Alto Chipiriri, y el segundo, en las tierras bajas de los ríos
Espíritu Santo y San Mateo. En segundo lugar, se dio una fase de esta-
blecimiento, desde nales de los años treinta hasta los últimos años de
los cincuenta, durante la cual se asentaron unos polos de colonización
agrícola en las tierras bajas —sobre todo de migración interna, aunque
se hicieron esfuerzos por atraer migrantes extranjeros—. La migración
interna podría relacionarse con el gran malestar que imperaba por las
condiciones laborales del trabajo atado a las haciendas y al sector mi-
nero. La revolución agraria de 1952 y la agitación de la izquierda en las
minas fueron agentes cruciales durante la fase de establecimiento. Por el
mismo tiempo, Cochabamba se hallaba bajo la inuencia de las maas
de Cuba y de la costa oriental de los Estados Unidos y además era iden-
ticada como la principal proveedora de cocaína de Nueva York durante
los años cincuenta. Por último, existía un elemento de persistencia, antes
y después del “boom de la cocaína”, por el cual el cultivo de la coca se
expandió por todo el Chapare como agente esencial del crecimiento de
los asentamientos agrícolas.
El Chapare como zona fronteriza
El Chapare se halla en la frontera cultural, política y ecológica que ocupa
los espacios reales y percibidos entre las tierras altas y las tierras bajas
de Bolivia. Históricamente, estas tierras fronterizas marcaron los límites
entre las gentes de las montañas y las de las tierras bajas. En efecto de-
marcaban el lindero entre el virreinato del Alto Perú, en las zonas altas,
y los paisajes tropicales de las tierras bajas que se incorporaron al virrei-
nato de Río de la Plata después de 1776. En 1825, la recién independizada
Bolivia heredó estos terrenos fronterizos que separaban a los centros de
poder comerciales y políticos de las ciudades altas de Cochabamba, La
Paz, Oruro y Sucre de las extensas, mal conectadas, poco conocidas, pero
comercialmente intrigantes tierras bajas de la periferia. Los territorios
fronterizos como el Chapare y las percepciones que de ellos se tienen
aún dejan su marca en la Bolivia moderna. Sin embargo, es fácil exage-
rar su lugar en el Estado contemporáneo, ya que están mejor integrados
en el Estado plurinacional de Bolivia a principios del siglo que en
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LA CREACIÓN DE LAS FRONTERAS DE LA COCA Y LOS COCALEROS EN EL CHAPARE
cualquier otro momento de su historia. En el contexto de este capítulo, su
importancia radica en que siempre fueron puntos pivote en los circuitos
de intercambio entre las tierras altas y las tierras bajas. La más reciente
manifestación de esto es su parte en las cadenas internacionales de su-
ministro de la cocaína.
Una denición sucinta y actual del Chapare es que es una zona de
colonización de unos 200 km de largo que tiende a extenderse del noroes-
te al sureste del departamento de Cochabamba (Bradley y Millington,
2008). De manera algo confusa, su nombre coincide con el de un río im-
portante y con el de una de las dieciséis provincias del departamento
de Cochambamba (¡sólo parte de la cual comprende una sección de la
propia zona de colonización!). Colinda con la zona de colonización de
Yapacaní, en el departamento de Santa Cruz, al sureste, y aproximada-
mente 170 km de bosques tropicales de tierras bajas, desprovistos de
carreteras, lo separan de la zona de colonización más meridional del
Alto Beni, en el departamento de La Paz. Las tres zonas se ubican en los
territorios fronterizos de Bolivia. Fifer (1967), al escribir sobre la franja
pionera de Bolivia, identicó otra zona de colonización fronteriza que
se extiende desde Santa Cruz hasta la frontera argentina. La mayoría de
los colonos se trasladó a esa frontera en las décadas de 1920 y 1930, en
comparación con la posterior migración de los años cincuenta hacia el
Alto Beni, Chapare y Yapacaní.
Lo que diferencia al Chapare del Alto Beni y Yapacaní es que se
convirtió rápidamente en una importante y creciente zona de cultivo
de la coca y de producción de pasta básica de la cocaína; es decir, en
una frontera de coca y cocaína. Aún lo es hoy. El establecimiento y desa-
rrollo temprano de esta frontera le da ímpetu a la investigación y labor
académica que fundamentan este ensayo, el cual se estructura sobre la
base de
• Un análisis de intereses comerciales y políticos coincidentes.
• El desarrollo de las estructuras administrativas y políticas.
• El establecimiento de la coca como producto agrícola de expor-
tación.
• La evolución de las fronteras de colonización en las décadas de
1950 y 1960.
• Un análisis de una serie temporal de estimaciones de la produc-
ción de coca.
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