Objeto y tema de prueba
| Autor | León José Jaramillo Zuleta |
| Páginas | 211-270 |
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10. OBJETO Y TEMA DE PRUEBA
10.1. PRELIMINARES
Se acostumbra a decir de modo genérico, que el objeto de la
prueba son los hechos. Pero, en nuestro sentir, resulta más preciso
decir que es la búsqueda de la verdad de lo acontecido sobre los
supuestos planteados por los sujetos procesales. Y, como acá se
ha visto, tal es una premisa que debe ser aceptada (Supra 1), toda
vez que la justicia de la eventual decisión depende precisamente
como lo sostuvo con pertinencia Hernando , es la
búsqueda de la verdad, sea en el proceso civil o penal, o contencioso
administrativo, el encuentro de esa verdad, es esencial; y, en tal
1.
La importancia de la cuestión la deja condensada
2. Y
orden de proceder (un procedimiento), sino unos límites en cuanto
a un espacio y tiempo determinados, pues, de lo contrario, la labor
se podría desvanecer por falta de orientación en el sistema de la
investigación. Como lo enfatiz a
es esencialísimo el planteamiento del problema, y muchos
1 , Hernando. Op. Cit., p. 78.
2 O p. Cit., Ensayos, t. III, p. 231.
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resultados falsos no se deben más que a esto, a que no supieron
3.
En síntesis, cualquier investigación probatoria debe funcionar no
solamente con un método para proceder, sino que, además, debe
estar circunscrita a un deter minado espacio y tiempo. Ahora bien,
en lo que atañe en concreto con el objeto de la prueba legal o jurídica
(Supra 1.2 y 1.3), cabe divisar el asunto desde dos campos de acción:
el uno, que opera fuera del proceso; y el otro, que funciona dentro
del proceso jurisdiccional. Esto por cuanto se ha dejado sentado, que
las pruebas jurídicas no solamente están en el mundo del proceso
(pruebas judiciales), sino que, además, pueden estar antes o por
fuera de un proceso judicial, irradiando sus efectos.
Así, cuando la actividad probatoria se hace por fuera del
proceso, que en tales casos debe recibir los nombres de prejudicial,
extrajudicial o anticipada (ve r Supra 5.3.) el tiempo y el espacio que
ocupará la investigación, es aquel que le señale el propio interesado
en recaudar esos materiales probatorios. En este supuesto, sin duda
alguna, a priori es él, sea por mandato legal (demos por caso un
motu proprio, quien, al
asumir el rol investigativo, se señala las fronteras de la averiguación
que se haya propuesto; y quien, por tanto, operará mediante una
metodología de la indagación (Supra 9.5). En resumen, el tema de
la pesquisa probatoria, el tiempo y el espacio circundantes –como
escribiría –, lo coloca el propio interesado.
se ocupa de establecer cuál fue la causa y a quién es imputable
4. En
cambio, ya en presencia del proceso jurisdiccional, debe delimitarse
el mismo de conformidad con las reglas que señale el sistema
jurídico, pues, como lo tenemos sentado, el problema del proceso
no es otro que el de obtener la prueba de los supuestos de hecho.
Por tal motivo es indispensable delinear los linderos de la actividad
3 Ferdi nand. ¿Qué es u na Constitución?, Bogotá: Temis,2005, p. 94.
4 , Miguel Enrique, Op. Cit . p. 64.
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probatoria, en cuanto a tiempo y espacio, ya que este será el tema
de prueba del proceso, según pasamos a ver.
10.2. TEMA DE PRUE BA EN EL PROCESO J URISDICCIONAL
El segundo plano en el que operan las pruebas jurídicas, lo es
el proceso judicial. Aquí el campo de operaciones del ejercicio
demostrativo está delimitado por un mandato normativo, porque
está determinado por la ley. Esto es lo que se viene denominando
como el «tema de prueba», y que abarca la instrucción (petición,
decreto y práctica) como a la valoración de las pruebas.
En efecto, es el sistema jurídico el que establece hacía dónde
debe el juez conducir o permitir que sea conducida la comprobación
de hechos en una determinada causa judicial. Por tanto, aquí la
cuestión consiste en dar respuesta a las siguientes preguntas:
¿Qué es lo que exige o permite la ley acerca de la acreditación,
por medio de pruebas judiciales, de los supuestos de hecho que
conforman la llamada causa facti5 de un proceso? Mejor: ¿cuáles
judiciales? Ello equivale, precisamente, a dar respuesta al problema
que nos ocupa en este apartado, que reside en develar qué es lo que
debe entenderse por el tema
En principio, una buena respuesta a este interrogante, nos la da
hechos que interesan al respectivo proceso, esto es, a aquellos sobre
los cuales ha de versar la controversia, la investigación o el debate
judicial, que además deben ser demostrados plenamente para que
6.
No obstante –y por ello dijimos, en principio–, en procura de
ir madurando este concepto, evolucionamos partiendo de ideas
pergeñadas por , quien, soportándose en varios autores
5
6 Jorge. Op. Cit ., p. 177. Cursivas del texto
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