Europa con las américas como la cuna de la tercera transformación básica de la historia mundial del estado - Historia Mundial del Estado. El Estado de la doble revolución ilustrada e industrial (1776-2014) - Libros y Revistas - VLEX 927276244

Europa con las américas como la cuna de la tercera transformación básica de la historia mundial del estado

Páginas23-46
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CAPÍTULO II
EUROPA CON LAS AMÉRICAS COMO
LA CUNA DE LA TERCERA TRANSFORMACIÓN
BÁSICA DE LA HISTORIA MUNDIAL DEL ESTADO
1. LA RUPTURA FUNDAMENTAL ALREDEDOR DE 1800: GRAN
TRANSFORMACIÓN, SATTELZEIT Y DOBLE REVOLUCIÓN EUROPEA
El medio siglo alrededor del año 1800, concretamente entre 1776 y 1825, debe en-
tenderse como una ruptura clave de la historia mundial, mucho más profunda que, por
ejemplo, el reemplazo de la Edad Media por la así llamada modernidad temprana alrede-
dor de 1500. En una de las diez civilizaciones agrarias del cinturón mediterráneo surasiático,
la europea, se formó un nuevo modelo político, social, económico y ambiental sustan-
cialmente diferente del modelo universal vigente hasta ese momento, terminando con
la época de cinco milenios del Reino dinástico. En el año 1775, el Sacro Imperio Ro-
mano y los Reinos de Europa todavía no habían salido del espectro tradicional, pero
ya en 1825 algunos Estados occidentales contenían en sí mismos los rasgos del futuro,
especialmente los jóvenes Estados hijos de Europa en las dos Américas.
La tercera transición básica del Estado fue una parte inherente de lo que el sociólogo
austriaco KARL POLANYI llamó en 1944 la gran transformación”72. Ésta modificó
por completo el carácter de la civilización europea y es comparable en su profundidad
solo con la revolución neolítica ocurrida diez mil años antes73. Varios historiadores co-
mo ROLF PETER SIEFERLE74, ERIC HOBSBAWM75 y HANS ULRICH WEHLER han ad-
vertido el carácter universal del cambio76. El historiador alemán REINHART
72 POLANYI, La gran transformación, op. cit., págs. 25 y ss, 49 y ss.
73 Comp. MARQUARDT, Historial mundial del Estado, tomo 1, op. cit., págs. 24 y ss.
74 SIEFERLE, El camino especial de Europa, op. cit., págs. 3 y ss, 41 y ss, 59 y ss, 78 y s; ÍD., Europe's Special
Course, op. cit., págs. 2 y ss, 29 y ss, 47 y ss; ÍD., Der Europäische Sonderweg, op. cit., págs. 6 ss, 27 y ss, 48
y ss.
75 HOBSBAWM, La era de la revolución, 1789-1848, op. cit., págs. 9 y ss. Véase también ÍD., La era del Imperio
1875-1914, Barcelona, Crítica, 2001 (título original en inglés: The Age of Empire 1875-1914, Londres,
Weidenfeld & Nicholson, 1987), págs. 21 y ss.
76 WEHLER, Deutsche Gesellschaftsgeschichte, tomo 2, op. cit., págs. 589 y ss.
HISTORIA MUNDIAL DEL ESTADO: LA 4a FASE (1776-2014)
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KOSELLECK ha caracterizado la época alrededor de 1800 con el famoso término his-
toriográfico de la Sattelzeit, el cual no se puede traducir sin que pierda su carácter me-
tafórico, pero que puede ser entendido como la “época bisagra” entre el viejo y el
nuevo sistema77. La civilización agraria de la Europa latina, que se había desarrollado
paulatina y continuamente desde la época del primer Emperador CARLOMAGNO (800
- 814) y de la colonización medieval de los bosques en el lado norte de los Alpes, des-
apareció para ser reemplazada en la interacción de la doble revolución ilustrada e industrial,
como la llaman ERIC HOBSBAWM78 y HANS ULRICH WEHLER79, por un nuevo tipo de
civilización. La misma ha recibido varias denominaciones como la civilización mo-
derna, burguesa, capitalista o tecnológica. SIEFERLE habla de la civilización post-agraria80,
en vista de la seguridad del punto de partida y de la inseguridad sobre el resultado de la
futura estabilización post-transformatoria. En este libro, se usa la denominación civili-
zación ilustrada-industrial como una hipótesis de trabajo útil. De todos modos, la misma
se distinguió de su predecesora en casi todo sentido, en sus ideologías y creencias, en
su sistema energético y económico, en su estructura social y también en sus modelos
de la organización política y estatal.
Visto en términos geopolíticos, las dos revoluciones tuvieron lugares de origen di-
ferentes: la revolución político-mental de la Ilustración empezó en 1776 en la América anglo-
sajona y en 1789 en Francia, mientras la revolución material de la industrialización se inició
en la misma época en el Reino de Gran Bretaña81, contrincante frecuente de los otros
dos en el campo de las relaciones internacionales. El punto de unión entre las dos re-
voluciones se dio por primera vez en la década de 1840 en los Estados Unidos.
De acuerdo con la pregunta de investigación acerca de la transformación del Es-
tado, es preciso distinguir otras dos revoluciones parciales que interactuaron en una
mezcla entre cooperación y confrontación: en primer lugar, la revolución de la soberanía
que radicalizó el concepto de la soberanía estatal y extendió el poder directivo del Es-
tado a esferas hasta entonces inimaginables y, en segundo lugar, la revolución del diseño
sistémico o constitucional que reemplazó la monarquía dinástica por la república constitucional
democrática, social y ambiental. La primera será analizada en el capítulo III y la segunda
será examinada en el capítulo V.
77 KOSELLECK, Estratos del Tiempo, op. cit., págs. 9 y ss, 19, 130, 162; ÍD., Futures past, On the semantics of
historical time, op. cit., págs. XIV y ss, 269 y ss.
78 HOBSBAWM, La era de la revolución, 1789-1848, op. cit., págs. 9 y s
79 En el subtítulo de:WEHLER, Deutsche Gesellschaftsgeschichte, tomo 2, op. cit., como Doppelrevolution.
80 SIEFERLE, El camino especial de Europa, op. cit.
81 PETER N. STEARNS, The Industrial Revolution in World History, 4ª ed., Boulder, Westview Press, 2012,
págs. 17 y ss.

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