La transformación a la sociedad industrial y el estado - Historia Mundial del Estado. El Estado de la doble revolución ilustrada e industrial (1776-2014) - Libros y Revistas - VLEX 927276246

La transformación a la sociedad industrial y el estado

Páginas181-220
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CAPÍTULO IV
LA TRANSFORMACIÓN A
LA SOCIEDAD INDUSTRIAL Y EL ESTADO
En el capítulo IV se pretende responder a los cuestionamientos acerca de cómo la
revolución fósil-energética e industrial influyó en el desarrollo del Estado y cómo el
Estado moderno, a su vez, afectó la revolución industrial. No puede suponerse que
este tema haya sido suficientemente investigado, pues el predominio de las ciencias
económicas en las investigaciones industriales ha llevado a perspectivas muy lejanas al
Estado, en las cuales se prefiere presentar las fuerzas del mercado libre como las úni-
cas favorables, aunque nada puede ser más equivoco.
1. LA AMPLIACIÓN DEL PODER ESTATAL
A) LA ESFERA MILITAR
En todo caso, la revolución industrial dio medios de poder cada vez más eficientes
a los Estados. Así, se pueden nombrar varias tecnologías de muerte producidas a gran
escala, como el fusil de retrocarga (1840), que contaba con cartuchos y permitía un
aumento en la frecuencia de los tiros; la ametralladora (1861), que tenía el ritmo mor-
tal de disparar 200 y más balas por minuto; además, el cañón o mortero de acero fun-
dido (1860), equipado con proyectiles de artillería para alcances largos de más de
veinte kilómetros (en 1918: 130 km).
Sin embargo, el arma más simbólica del Estado de la revolución industrial fue la
flota de batalla que, desde los años 1860, constaba de barcos a vapor cada vez más rápi-
dos y grandes, construidos con acero, blindados y con alto poder de disparar. Durante
la primera fase de aceleración, las potencias marítimas dominantes renovaron sus bu-
ques primarios en periodos de aproximadamente diez años. El Naval Defence Act britá-
nico de 1889779 y las Leyes Navales alemanas de 1898780 a 1912, acentuaron normativa-
779 Naval Defence Act de 1889, 52 & 53 Vict, cap. 8. Enfocado en la supremacía naval según el Two-Power-
Standard, pensando originalmente en superar Francia y Rusia.
780 Gesetz, betreffend die deutsche Flotte de 1898, en RGBl., 1898, págs. 165 y ss.
HISTORIA MUNDIAL DEL ESTADO: LA 4a FASE (1776-2014)
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mente esta prioridad estatal. A partir de 1906, los Dreadnought británicos alcanzaron un
desplazamiento de veinte mil toneladas y en los años 1940 existieron en Japón acora-
zados de la clase Yamato de setenta mil toneladas. En 1914, Gran Bretaña contó con
61 acorazados, Alemania con 42, EE.UU. con 34, Japón con 24, Francia con 21, Aus-
tria con 15, Italia con 11, Rusia con 11, Argentina con dos, Brasil con dos, Suecia con
uno y España también con uno781. A partir de 1941, se sustituyeron los acorazados por
los portaaviones como la nueva clase primaria de buques de guerra que alcanzaron, en
1975, con la Nimitz estadounidense un desplazamiento de 100 mil toneladas.
Img. 46-47: Un símbolo de poder del Estado de la revolución industrial fue su arma más compleja,
la flota de batalla, fabricada industrialmente. A la izquierda, se ve el primer navío en línea de vapor, el
buque francés Napoleón de 1852 (hasta 1876), que muestra todavía la apariencia general de la era del
viento. Al lado derecho, se reconoce la flota del Imperio Austro-Húngaro en el mar Adriático en
1913, liderada por el acorazado Viribus Unitis (1912-1918). Las imágenes subrayan la enorme trans-
formación tecnológica en medio siglo782
En cuanto a las campañas terrestres, se introdujeron los carros de combate o tan-
ques motorizados, es decir, vehículos acorazados de ataque con tracción de orugas e
impulsados por energía fósil, que sustituyeron desde la Primera Guerra Mundial
(1914-1918) la caballería, que había sido dominante en la táctica militar desde las pri-
meras fases del Estado783. Paralelamente, el desarrollo industrial abrió la guerra aé-
781 Las cifras en la bibliografía no son uniformes a causa de los modos divergentes de clasificar. En la
Primera Guerra Mundial, se usaron los navíos como una fleet-in-being para proteger las costas contra
invasiones, mientras ocurrieron pocas grandes batallas navales como la de Jutlandia de 1916 con la
sorprendente victoria alemana sobre Gran Bretaña. La única guerra moderna que funcionó real-
mente como una guerra naval, fue la estadounidense-japonesa de 1941 a 1945. Véase HOBSBAWM,
La era del Imperio, op. cit., p ágs. 327 y s; ROBERT K. MASSIE, Dreadnought, Britain, Germany and the coming
of the Great War, Nueva York, Random House, 1991, págs. 160 y ss, 373 y ss; ANTHONY PRESTON et
al., Schlachtschiffe 1856-1919, Múnich, Heyne, 1977, págs. 35 y ss, 45 y ss; WEHLER, Deutsche Gesell-
schaftsgeschichte, tomo 3, op. cit., págs. 1129 y ss; ÍD., The German Empire, op. cit., págs. 163 y ss.
782 Img. 46: pintura de aprox. 1860 de BARTHÉLÉMY LAUVERGNE (1805-1871); img. 47: pintura de 1913
de AUGUST VON RAMBERG (1866-1947), lugar: Heeresgeschichtliches Museum, Viena.
783 El primer tanque del mundo fue el Mark I británico de 1916. En la batalla de Cambrai de 1917, por
primera vez los británicos utilizar on masivamente tanques, aunque sin éxito. Perdieron la mayor
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rea784, la guerra submarina785 y la guerra con gases tóxicos. A finales de la Segunda
Guerra Mundial (1939-1945), siguieron la guerra con misiles y la guerra nuclear.
Una serie de innovaciones claves de la revolución industrial fueron impulsadas
mucho más por la carrera armamentista de los Estados que por la frecuentemente
citada competencia de mercado del sector privado. No es casual que, al finalizar el
siglo XIX, las empresas industriales más grandes fueran los armeros, empleados por el
Estado, como Krupp787, Rheinmetall y Astillero imperial788 en el Imperio Alemán, Škoda y
Arsenal imperial en el Imperio Austriaco789, Armstron-Whitworth y Vickers en Gran Bre-
taña790, Schneider en Francia o Bethlehem Steel y Colt en EE.UU. que formaron, junto con
las respectivas empresas proveedoras mineras, electrónicas, químicas, etc., un extenso
clúster militar-industrial.
Empezando con la confrontación entre los EE.UU. y los Estados Confederados de
América (1861-1865), las grandes guerras fueron decididas por el potencial productivo
parte de los 476 tanques emplead os en la contraofensiva alemana. En la batalla de Villers-Breto nneux
de 1918, ocurrió el primer duelo entre tanques (británicos y alemanes).
784 El desarrollo empezó con el Morane-Saulnier L francés de 1913, el Vickers F.B.5 inglés de 1914, el
Fokker Eindecker alemán de 1915 el Albatros alemán de 1916, el SPAD S.VII francés de 1916, el Sop-
with Triplane inglés de 1916. Los combates aéreos empezaron en 1914.
785 La guerra submarina empezó en 1914, cuando el U 9 alemán hundió a cuatro cruceros acorazados
británicos: Aboukir, Hogue, Cressy y Hawke. La Guerra del Atlántico de 1939 a 1945 fue dominada por
los 863 submarinos alemanes que hundieren 149 buques de guerra y 2.882 buques mercantes, y p or
la defensa de los aliados que llevó a la pérdida de 711 submarinos; CHRIST OPHER THIEL, Der deutsche
U-Bootkrieg im 2. Weltkrieg, Berlín, Epubli, 2011, págs. 95 y ss.
786 De 1917, img. 102-00292 del Archivo Federal Alemán.
787 Al respecto: HOBSBAWM, La era del Imperio 1875-1914, op. cit., pág. 316; WEHLER, Deutsche Gesellschafts-
geschichte, tomo 3, op. cit., pág. 623.
788 La empresa estatal Kaiserliche Werft Wilhelmshafen (1853-1918) continuó hasta 1945 como la Reichsma-
rine- y Kriegsmarinewerft. La Kaiserliche Werft Kiel (1867-1918) fue remplazado, en 1925, por los Deutsche
Werke. Después de 1945 fueron desmontados.
789 En Pilsen (hoy en la República Checa) y en Pola (actualmente en Croacia). Sobre la empresa de EMIL
VON ŠKODA: BROUSEK, Die Grossindustrie Böhmens, 1848-1918, op. cit., págs. 63, 89, 97, 118, 136, 162.
790 HOBSBAWM, La era del Imperio, op. cit., págs. 316 y s.

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